miércoles, 29 de diciembre de 2010

Attack and repulsions: Infections and the immune system

Sería deseable que quienes critican tanto le den una mirada a este video, así podrían enterarse de la complejidad de los problemas por resolver y, sobre todo, de lo poco que sabemos sobre como hacerlo. Mientras tanto mueren millones de personas víctimas de la malaria y de quienes por razones no siempre claras tratan de detener el trabajo de Patarroyo y de la FIDIC.

Attack and repulsions: Infections and the immune system

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿DEFENDAMOS A COLOMBIA O A LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA?



A raíz de un artículo sobre el trabajo de la investigadora colombiana Ángela Maldonado, publicado el 11 de diciembre de 2010 en el diario EL ESPECTADOR, se ha hecho evidente la existencia de un grupo que bajo el pretexto de defender la selva y los monos se ha dedicado a proferir amenazas e insultos contra quienes creemos en la importancia del trabajo del Doctor Manuel Elkin Patarroyo y de la FIDIC, el instituto de investigación que él dirige.

Alguien que se oculta bajo el seudónimo “Defendamos a Colombia”, dice conocer información “con la que los medios harían fiestas” pero que ni él (o ella) ni su grupo caerán en eso… dice también que “trabajan en la recolección de pruebas” y que “esto apenas comienza”, lo cual es una manera de dejar en el aire acusaciones sin fundamento, como se concluye de los fallos emitidos tanto por la fiscalía como por el Ministerio de Ambiente, que son de obligatorio cumplimiento para todos, sin excepciones, pero que son desconocidos por algunos que creen tener la verdad y la razón en todo momento o que abusan de la libertad de expresión consagrada por las leyes colombianas.

Son también amenazas veladas que no es aconsejable ignorar. Es conveniente que los medios de comunicación verifiquen muy bien la información que reciban sobre estos temas, de extrema sensibilidad, y se abstengan de difundir rumores, que es, según lo visto, uno de los mecanismos elegidos para obstaculizar el trabajo de Patarroyo, como si la falta de recursos y de financiación, uno de los objetivos de este grupo, no fuese ya suficiente estorbo. Extraña el silencio de Patarroyo, seguramente no quiere dar importancia a estas personas pero eventualmente tendrá que enjuiciar a quienes impunemente y desde las sombras agreden y entorpecen su trabajo, con el clarísimo objetivo de sacarlo del camino a como dé lugar.

Hay algunas preguntas que es crucial responder: quién está detrás de este grupo, quien mueve los hilos, con qué objeto y como se financia. Si bien hay personas de buena fe y bien intencionadas entre las que protestan, lo hacen generalmente movidos por la sensibilidad que estos personajes son tan hábiles para despertar, pero ignoran estadísticas escalofriantes, como la muerte de una persona, un niño generalmente, por causa de la malaria cada 45 segundos, 80 cada hora, 1920 cada día, ni saben de los millones de horas productivas perdidas por cuenta de los 500 millones de casos registrados cada año, ni los costos sociales y humanos inherentes a esta gravísima enfermedad, que requiere con urgencia una manera efectiva y barata, ojalá gratis, para evitarla, sus víctimas son las personas más pobres y vulnerables que se pueda concebir.

Parecen ignorar también que los monos utilizados para las pruebas son tratados y devueltos a su hábitat en perfectas condiciones. Claman por la instalación de criaderos pero no mencionan que las tasas de reproducción en cautiverio son muy bajas y que no sería posible liberar posteriormente estos animales porque no sabrían como sobrevivir en un medio tan hostil como la selva, lo que obligaría a sacrificarlos.

Son muchos los intereses ocultos detrás de toda esta algarabía, no terminemos, consciente o inconscientemente, siendo idiotas útiles de los verdaderos interesados en que existan los enfermos, ese enorme mercado de 500 millones solo por malaria, y las enfermedades, muchas de ellas inventadas, o que son simplemente procesos naturales elevados a la categoría de enfermedades a las que es necesario tratar con medicamentos, como el embarazo.

martes, 21 de diciembre de 2010

Los tentáculos de las farmacéuticas apuntan a África


Leer desde el origen. (Cuarto Poder)


Prashant Yadav, investigador y asesor de la OMS para África./ Joaquín Mayordomo
En su afán por obtener beneficios, la industria farmacéutica está encontrando en el Tercer Mundo, principalmente en África, su “filón”; un escenario muy favorable para sus intereses y formas de hacer negocio. Y esto es relativamente nuevo. Porque, frente a un Primer Mundo rico e hipermedicalizado ya, que impulsa nuevas políticas de Salud Pública basadas en la prevención (hábitos de vida saludables como la dieta o el ejercicio físico) y en la reducción progresiva del consumo de fármacos, con la consiguiente exigencia a la industria de un ajuste a la baja de precios, África se presenta, por el contrario, como el escenario ideal, casi virgen, para que el negocio farmacéutico florezca sin cortapisas.54

Enfermedades como la malaria, el sida, la tuberculosis o el cólera extendidas masivamente por el continente africano; gobiernos corruptos y fácilmente manejables; intermediarios sin escrúpulos; ONGs camufladas al servicio de las multinacionales farmacéuticas… Y una población dispersa, desinformada, socialmente poco estructurada y dispuesta casi siempre (por la causa que sea… o por unas monedas) a participar en ensayos clínicos dudosos, sin saber para qué o con qué fármacos, son algunos de los argumentos que la industria farmacéutica tiene a su favor para hacer en el escenario africano, “su agosto”. O, en otras palabras, su “base de operaciones más prometedora” desde donde promueve el consumo masivo de medicamentos como ha venido haciendo, por otra parte, en Europa desde hace décadas. Es decir, mientras el Primer Mundo trata de acotar ese consumo con políticas de prevención, África se dispone a medicalizarse. Si bien por ahora son sólo, y fundamentalmente, las vacunas contra la malaria o el sida las que los organismos internacionales promocionan, mañana serán ¡seguro! todo tipo medicamentos los que se vendan sin límites.

Recientemente ha estado en Sevilla para impartir una conferencia en la Universidad Pablo de Olavide, Prashant Yadav. Este hindú de 37 años, residente en Zaragoza desde hace cinco, es observador privilegiado de cómo se comporta la industria farmacéutica en “ese nuevo escenario africano” descrito. Desde su puesto de profesor e investigador en el MIT—Zaragoza International Logistics Program que el Instituto Tecnológico de Massachusetts tiene en esta ciudad, ejerce de experto, asesor y consultor para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la Fundación Bill y Melisa Gates y otros organismos internacionales. Su labor de eslabón o puente en todo aquello que tenga que ver con las “cadenas de suministro farmacéutico” al Tercer Mundo es bien conocida. Él, por tanto, bien puede hablar con conocimiento de causa de lo que está pasando en África en el terreno de la asistencia farmacéutica y, sobre todo, de lo que se cree que ocurrirá en el futuro más próximo, a medida que estos países eleven su nivel de desarrollo.

Con la lógica reservas que ha de tener cualquier consultor y asesor internacional que se precie, Prashant Yadav se atreve, no obstante, a opinar sobre los “riesgos” que corre el continente africano de caer en las “garras” de los laboratorios farmacéuticos si los gobiernos no actúan y, sobre todo, si la sociedad civil no se protege. África necesita medicamentos baratos para poder hacer frente a las enfermedades infecciosas a la vez que la industria necesita de África para aumentar sus cuotas de mercado e incrementar beneficio. Desde esa perspectiva, según Yadav, el lobby farmacéutico y los gobiernos están condenados a entenderse. En este sentido reclama “unas reglas de juego”, justas y eficaces, que todos respeten a la hora de realizar ensayos clínicos en estos países en los que la libertad individual es tan precaria. El peligro de venderle a los africanos falsos medicamentos o de ínfima calidad siempre está ahí; también la corrupción de los gobiernos.

Yadav denuncia la existencia de falsas ONGs al servicio de los laboratorios farmacéuticos, mientras señala como uno de los principales enemigos que tienen estos países para lograr avances en salud son los distribuidores de medicamentos que sistemáticamente bloquean cualquier propuesta que se haga para abaratamiento de precios.

Y desde su experiencia señala que una de las claves del estancamiento sanitario de África estriba en la precariedad en que vive el sector público en la mayoría de los países. Lo corrobora con un dato: “más del 50% de los pobres adquieren los medicamentos en centros privados”. [Es una contradicción que el lector podrá aclarar si lee la entrevista completa que se publica como complemento a este artículo]

Tampoco se anda por las ramas a la hora de señalar otros males: la escasez de recursos para sostener los tratamientos actuales del sida —“muchos enfermos se quedarán sin tratamiento en los próximos años sin no se abaratan los fármacos”— o el peligro que entraña el aumento de la tuberculosis que empieza a ser resistente a todo tipo de fármacos. No se le escapa tampoco el apunte sobre los falsos medicamentos que se dispensan allí o el recordatorio sobre los riesgos que entraña no contar con una fuerte y consolidada sociedad civil.

En cualquier caso, Prashant Yadav tiene puestas sus esperanzas en las nuevas tecnologías y de ellas, y de los programas de salud para los que las emplean, vino a hablar a Sevilla.

InspirAction denuncia que la malaria mata un niño cada 45 segundos y lanza una campaña para recaudar fondos

Leer en EuropaPress.es

MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

La ONG InspirAction denuncia que la malaria es la principal causa de muerte en todo el continente africano y "supone la muerte de un niño cada 45 segundos". Según la ONG, una de cada cinco muertes infantiles a nivel mundial se produce por esta patología "fácilmente evitable". Por ello la ONG en España ha puesto en marcha una campaña para recaudar fondos, que se hará efectiva al enviar un mensaje de texto con las palabras 'Ayuda Malaria' al 28099. La donación por sms será de 1,20 euros.

Todo el dinero recaudado se invertirá en proyectos sanitarios en África, Asia y América Latina para combatir los estragos de la malaria mediante el reparto de mosquiteras de larga duración tratadas químicamente, el fomento de cuidados paliativos por parte del personal médico, la información a las comunidades sobre qué hacer en caso de contagio, etc.

Las mosquiteras tratadas con insecticida son imprescindibles para para protegerse de la picadura del mosquito Anopheles y prevenir la malaria. "Asegurar que la población más vulnerable recibe estas mosquiteras es por lo tanto una prioridad para InspirAction".

En este sentido la ONG advierte de que los más vulnerables son las mujeres embarazadas, los niños menores de cinco años, las personas mayores, y los seropositivos, en donde la combinación de ambas patologías causa cuatro millones de muertes cada año.

Premio HaztuAccion, España

sábado, 18 de diciembre de 2010

CANIBALISMO MORAL


De cuando en vez, aparecen personajes como Angela Maldonado, una administradora de su empresa, una ONG que se nutre de la figuración y reconocimiento que pueda conseguir, apelando al sensacionalismo y a la sensiblería. Nada de lo que dice puede ser sustentado de forma objetiva, y hace parte de un esfuerzo de usar la relevancia de Patarroyo como apalancamiento para encumbrar sus pobres meritos como investigadora.

Las autoridades ambientales de la zona han comprobado, hasta la saciedad, que las conductas de Patarroyo son las adecuadas, los monos son devueltos a su habitat, en buenas condiciones, certificadas por veterinarios externos al grupo de Patarroyo.

Solo queda entonces el chisme, la difamación, el canibalismo moral de personajes que como parásitos quieren nutrirse de la relevancia que ha alcanzado Patarroyo sin tener más meritos que su oportunismo para fijarse en un objetivo que por su altruismo, se abstiene de responderles con la misma moneda.

La doctora Maldonado, tan guerrera, no denuncia la deforestación del narcotrafico en el amazonas, el tráfico de madera, el tráfico de peces ornamentales y otros asuntos más relevantes, con nombres y apellidos, por la sencilla razón de que su guerrerismo no le alcanza para tanto. La discusión sobre si existe o no la especie X o Y es una discusión académica, que se arregla con estudios serios en la zona.

No existen "cientos" de artículos, es más, los pocos estudios que existen no son concluyentes. Así que, todo se reduce a un grupo de gente, ecólogos de escritorio, administradores de su ego, que se han dedicado a atribular a uno de los pocos colombianos que sí saca la cara. No con bulla, no con premiecitos de pacotilla, sino con trabajo y hechos. Gente envidiosa, que como Goebels, difaman y difaman, para que algo quede. Y quedo... Tiquetes para pasear a cuanto congresito, los vítores de una exministra con una gestión irrelevante, una académica que poco de bueno, y mucho de mediocre tiene, y un Whitley. Felicitaciones.

Por biretia en EL ESPECTADOR

jueves, 16 de diciembre de 2010

EL SINDROME DE JANE DE LA SELVA



A estas alturas es clarísimo que existe toda una conspiración en contra de Patarroyo, su grupo y su trabajo, larga, sistemática y bien financiada, a la que ha querido dársele incluso carácter internacional al involucrar terceros países y hacer publicar artículos en influyentes periódicos extranjeros, con la vana esperanza, quizá, de cerrarle las puertas en otras latitudes ya que las del país hace años que se cerraron para él, así saldría de la competencia un aguerrido luchador para quien mantener vivo su laboratorio es toda una aventura llena de trampas y obstáculos.

Lo que no resulta tan claro pero que más temprano que tarde se sabrá, es quien mueve los hilos tras bambalinas y que utilidad espera obtener de toda esta urdidumbre, tan insistente y corrosiva que pese a existir varios pronunciamientos oficiales exonerando a Patarroyo y a la FIDIC, los desconoce e incita a condenar lo que ya las autoridades colombianas han decretado lícito y ceñido al ordenamiento jurídico del país, como si hubiese personas o entes superiores a la majestad de la ley. Talvez no pase mucho tiempo antes de que, hartos de mentiras y del desgaste que implica responder cada cosa que se les ocurra, decidan demandar a sus demandantes, con toda la razón y con todos los argumentos.

El 16 de junio de 2010 la Fiscalía seccional 03 de Leticia emite un fallo que en su parte resolutiva dice, “PRIMERO: Proferir RESOLUCIÓN INHIBITORIA en el presente diligenciamiento previo por los delitos de ILICITO APROVECHAMIENTO DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES y EXPERIMENTACION ILEGAL EN ESPECIES ANIMALES O VEGETALES a favor de MANUEL ELKIN PATARROYO MURILLO, de conformidad con lo expuesto en la motivación y dado que se ha demostrado la atipicidad de la conducta denunciada, en aplicación de lo normado por el artículo 327 del C. de P.P.

Más tarde, el 1º de Julio de 2009 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, MAVDT, expide la Resolución 1252, “POR LA CUAL SE DECLARA LA CESACIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN ADMINISTRATIVA DE CARÁCTER AMBIENTAL Y SE TOMAN OTRAS DETERMINACIONES”, evento que con toda seguridad no ocurrió por simpatía sino por un análisis técnico y profundo de las pruebas y testimonios aportados por la FIDIC, las cuales le demostraron a este organismo oficial la inexistencia del delito imputado.

Un año más tarde, el 10 de Julio de 2010, el diario Los Angeles Times publica un artículo titulado “In Colombia, activist works to preserve monkeys”, en el cual el personaje central es la Doctora Ángela Maldonado, artículo largamente preparado pero que no tuvo ningún efecto por una razón muy sencilla: ella hace apenas una liviana descripción de lo inteligentes y carismáticos que le parecen los monitos y acusa a Patarroyo de traficarlos, sin aportar ninguna prueba.

Esto para una sociedad que ha vivido escándalos como Watergate, la burbuja inmobiliaria y Wikileaks, pletóricos de mensajes, correos, cifras, cartas y demás a través de los medios de comunicación, carece de todo interés, no porque el tema no sea importante sino porque al carecer de soportes resulta obvio que todo se reduce a la percepción sesgada y confusa de una persona, bien intencionada probablemente, pero pésimamente dirigida, que no tiene pruebas porque no existen y acusación sin prueba es mentira. O chisme.

Sugiere que se establezcan criaderos de monos, ignorando las muy bajas tasas de reproducción que tienen estos animalitos en cautiverio y, sobre todo, que los monos utilizados en la FIDIC son tratados y devueltos a su hábitat una vez realizadas las pruebas necesarias, lo cual difícilmente sería posible con animales que nunca han estado en libertad y que por esa razón serían incapaces de procurarse el alimento y el territorio que necesitan. Este tipo de problemas es complejo y requieren una mirada integral y objetiva de todas y cada una de las variables involucradas, aquí no se puede pensar con el deseo.

Previamente, el 9 de Abril de 2010, en la reunion de la International Primate Protection League’s que tuvo lugar en, Summerville, South Carolina, Maldonado no tuvo reparo alguno en sugerir que Patarroyo obtuvo “permiso legal” para utilizar 50.000 monos entre los años 1984 a 2006, especula que incluso podrían ser más del doble y todo porque dizque es amigo del presidente, ni él se salva!! Semejante afirmación pone las cosas en un contexto diferente, más parece un episodio agudo de Delirium Tremens que un documento serio, pensado por alguien en sus cabales, un caso evidente de desinformación objetiva. ¿Habrá alguien en este país libre de las sospechas y acoso de la Doctora Maldonado? Tanto encarnizamiento está adquiriendo ribetes verdaderamente patológicos que es conveniente tratar.

Pero eso no es todo: según el mismo reportaje a Patarroyo le entregan más del 80% del presupuesto nacional para investigación y lo tilda de “vaca sagrada”. Para quienes no lo sepan, el Instituto de Inmunología funciona en unas instalaciones arrendadas ya que fue despojado de las que tenía en el antiguo Hospital San Juan de Dios en Bogotá, por deudas que eran del hospital, no de la FIDIC, pasa meses sin pagar el arriendo ni servicios y perdió, junto con el país, un invaluable capital humano que se aburrió de esperar meses por unos sueldos que llegaban con cuentagotas y que resultaron insuficientes para retener un buen numero de Doctorados que pese a su excelencia académica, su experiencia y conocimiento perdía sus casas, carros y hasta la familia por incapacidad física para mantenerlos, hecho que constituye una verdadera vergüenza para el país.

Parece que tanto congreso y tanto viaje (¿financiados por quien?) la está privando del buen juicio; el solo hecho de mencionar sin sonrojarse cifras tan absurdas da lugar a pensar que esta moderna Jane de la Selva debería tomarse unas buenas vacaciones, irse a un retiro o algo así, que le permita poner en orden sus ideas y la tranquilice un poco, de tal manera que pueda, con serenidad y ponderación, dedicar todo su ímpetu a lo fundamental, que es cómo salvar la vida de tres millones de personas que la malaria mata cada año.

domingo, 12 de diciembre de 2010

PREMIO A UNA MENTIRA



Nuevamente y con el auspicio esta vez de una Ex-Ministra de Estado, la Doctora Ángela Maldonado arremete nuevamente contra la FIDIC y Patarroyo, basada, según lo reconoce ella misma, en lo dicho por algunos miembros de una comunidad indígena que no se sabe bien cual es, sin aportar un solo dato concreto que permita verificar la autenticidad de sus afirmaciones. No es sano ni legítimo andar por ahí haciendo denuncias de tan profundas implicaciones con base en especulaciones y supuestos, a menos que sea una estrategia bien calculada para generar dudas, quien sabe con que objeto, o para aprovechar el prestigio de Patarroyo para hacerse notar.

En una comunicación del 18 de Mayo de 2010, firmada por el Presidente, el Coordinador y la Secretaria General de las autoridades indígenas de Aticoya, se dice sin dejar lugar a dudas que: “Ninguna comunidad indígena está capturando primates de manera ilegal en zona fronteriza ni mucho menos en el país vecino Perú …”

También dicen que “Para la colombiana que ganó el Oscar Verde, Ángela Maldonado, esta organización desconoce la investigación que hizo en esta zona fronteriza, en especial dentro de este resguardo indígena Ticoya, porque no existe ningún permiso por esta organización ni mucho menos autorización alguna para que haga la investigación sobre el Asai, el Asai para los pueblos indígenas Ticuna, Cocama y Yagua es una planta silvestre, comestible y artesanal, le solicitamos que ninguna persona o investigador puede patentar dicha planta …” es decir, el interés de la Doctora Maldonado va mucho más allá de la preservación de los monos. ¿Puede alguien, por prestigioso que sea, pretender patentar bienes sagrados de las comunidades indígenas y de todos los colombianos?

No obstante, dice el artículo de EL ESPECTADOR: “Esta posición refleja su estatura moral” y señala que la Doctora Maldonado está siendo sometida a “una especie de chantaje” al no permitírsele realizar las tales investigaciones, lo cual explica perfectamente la razón por la cual no aporta dato alguno que sustente sus ataques.

Pero la Doctora Maldonado “es guerrera,” por eso la emprende también contra CORPOAMAZONIA, la entidad oficial que vigila permanentemente el manejo y la posterior liberación de los monos, e ignora un fallo de la Fiscalía Seccional 03 de Leticia que dice textualmente: “PRIMERO: Proferir RESOLUCIÓN INHIBITORIA en el presente diligenciamiento previo por los delitos de ILICITO APROVECHAMIENTO DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES y EXPERIMENTACION ILEGAL EN ESPECIES ANIMALES O VEGETALES a favor de MANUEL ELKIN PATARROYO MURILLO, de conformidad con lo expuesto en la motivación y dado que se ha demostrado la atipicidad de la conducta denunciada, en aplicación de lo normado por el artículo 327 del C. de P.P.

SEGUNDO: En firme esta decisión archívense las diligencias, sin perjuicio de lo normado por el artículo 328 del C. de P.P.”


Es decir, para la Doctora Maldonado carecen de todo valor tanto las autoridades indígenas como las colombianas. Ella tiene razón porque sí, por sospecha.

Siguiendo con el texto del artículo, Ángela no solo dice cosas “políticamente incorrectas” sino que dice cosas que ya las autoridades han demostrado que son completamente falsas. Aquí no solo las autoridades indígenas y judiciales son corruptas, según ella, también el Ministerio del interior lo es, mejor dicho, pareciera que solo ella y su coro de áulicos son pulcros, rectos e inteligentes en este país.

Amenaza con que hará su investigación en el Perú si aquí no logra el permiso. Lo lógico sería hacer primero la investigación que en Colombia no ha hecho para después, si es el caso, formular con pruebas y documentos las denuncias a que haya lugar, lo contrario es un chisme, nada más.

Ignora la Doctora Maldonado, u omite en el mejor de los casos, que los monos en cautiverio tienen tasas bajísimas de reproducción y que por esta razón no es tan sencillo crear “fábricas de micos”, como propone, pero debemos ser comprensivos con ella, al fin de cuentas solo ha publicado un artículo científico –uno– a diferencia de Patarroyo que ha publicado en las revistas científicas más importantes del mundo más de 300 artículos científicos de primer nivel.

Y no podemos olvidar ni por un instante que cada año se reportan 500 millones de casos de malaria y mueren más de 3 millones de personas, la mayoría niños; un niño muere por malaria cada 12 segundos, ese es el verdadero problema a resolver y es esa la dirección en la que todos deberíamos marchar. No es sensato ni válido invocar la ecología o la protección ambiental, con toda la importancia que tienen, para torpedear el esfuerzo de muchos años de un hombre cuyo único delito comprobado es el de no haber caído nunca en la trampa de las grandes utilidades, el halago ni la dádiva.

LOS OTROS MICOS DE PATARROYO (los que también merecen vivir y ser protegidos)



A Manuel Elkin Patarroyo Murillo, médico inmunólogo colombiano, creador de la primera vacuna químicamente hecha en el mundo, la SPf66 o vacuna Colombia contra la malaria, le ha salido muy cara su osadía de concebir la medicina, la ciencia y la investigación como instrumentos de servicio a la humanidad y no como factor de enriquecimiento personal, lo que le ha costado no pocos dolores de cabeza a él y a su grupo de investigadores.


QUE ES LA MALARIA

La malaria o paludismo es una enfermedad de alto poder epidémico, causada en humanos por cuatro especies del género plasmodium: falciparum, vivax, ovale y malarie, que se trasmite por la picadura de un mosquito hembra infectado del género Anopheles. Es endémica en partes de Asia, África, América Central y del Sur, Oceanía y ciertas islas del Caribe, se caracteriza por cansancio extremo asociado con episodios agudos de fiebre alta, sudoración, escalofríos con temblores y anemia.

Causa más de 500 millones de casos clínicos y mata entre 3 y 5 millones de personas cada año, la mayoría niños, especialmente en los países del África Subsahariana, mientras que en 21 países de Centro y Suramérica es un importante problema de salud pública. Ha incrementado su prevalencia debido al calentamiento global, a la resistencia desarrollada por el parásito al tratamiento, al incremento de la resistencia de los mosquitos y al aumento de los viajes hacia las zonas de riesgo.

The Lancet en su editorial de Abril y la ONG Médicos sin Fronteras denunciaron que la situación es ahora peor que antes y que aunque en los últimos años se han desarrollado más de 20 productos para tratar la malaria, estos no son suficientes. Este año se han distribuido 50 millones de dosis de Artemisina, uno de los medicamentos más efectivos contra la malaria Africana, que sin embargo sólo alcanzan para cubrir el 10% de la población enferma.

En Colombia se reportaron en el 2005 107.866 casos de malaria de los cuales 63% fueron causados por Plamodium vivax, 35% por falciparum, la forma más virulenta, que se ha venido extendiendo, y 2% se clasificaron como infecciones mixtas, cifras que según expertos es mucho mayor debido al subregistro ocasionado por las dificultades de comunicación y transporte que padecen zonas de alta incidencia como el Chocó. Aproximadamente 25 millones de personas que viven en Colombia en zonas ubicadas por debajo de los 1500 metros sobre el nivel del mar están en alto riesgo de contraer esta enfermedad.

UN POCO DE HISTORIA

Las vacunas biológicas, de las cuales existen apenas 12, están compuestas por los agentes patógenos debilitados o muertos mediante procedimientos de laboratorio sumamente costosos, lo que hace muy difícil su producción, especialmente para los países no desarrollados, ofrecen grandes dificultades de transporte y almacenamiento ya que requieren estar refrigeradas permanentemente para conservar su eficacia, lo que dificulta su utilización en zonas apartadas, habitadas generalmente por grupos con un alto grado de vulnerabilidad, socialmente excluidos y muy pobres, factores que convierten esta enfermedad en un renglón poco atractivo para la industria farmacéutica, que se enfoca en perfeccionar los tratamientos a base de quinina y cloroquina, que funcionaron bien inicialmente, pero que en los últimos años han visto reducida su efectividad por la resistencia que desarrolló el parásito a estos medicamentos.

Son 517 las enfermedades que podrían prevenirse desarrollando un método que permita producirlas a bajo costo, sin las dificultades de conservación que implican las vacunas biológicas, razones por las que Patarroyo y su grupo se embarcaron en la monumental tarea de diseñarlo para poderlas producir químicamente.

Escogió la malaria como modelo debido a su muy breve periodo de incubación, de apenas una semana, su alta tasa de mortalidad, sus efectos devastadores, su prevalencia y a la facilidad que ofrecía el contar con un modelo animal apropiado, los monos Aotus, propios de la región Amazónica, cuyo sistema inmune es similar al humano en más del 90%, y que desarrollan el mismo tipo de malaria.

En 1988 Patarroyo, quien obtuvo el título de Médico en la Universidad Nacional de Colombia, se especializó en parasitología en la Universidad de Yale y trabajó en inmunología en la Universidad Rockefeller, crea la primera vacuna químicamente hecha en el mundo, la SPf66, por cuya patente recibió ofertas multimillonarias de la industria farmacéutica, las que rechazó para donarla en 1993 a la OMS, con la condición de que esta fuera producida en Colombia a un costo que permitiera hacerla accesible a los países más pobres que de otra manera no podrían pagarlas. Este gesto humanitario es, paradójicamente, la raíz de todos los cuestionamientos hechos a Patarroyo y su grupo.

La SPf66 es una molécula sintética constituida por cadenas de aminoácidos, idénticos a los utilizados por el Plasmodium Falciparum para invadir los glóbulos rojos. Los estudios de campo en América Latina mostraron que la vacuna era eficaz para un 40% de los pacientes, subiendo hasta un 60% de eficacia si el paciente era menor de cinco años. En Gambia y Filipinas el porcentaje fue menor debido a la gran variabilidad genética de la población, por lo que aún hoy en día se continúa investigando para que pueda hacer frente a un mayor número de variedades de malaria y durante cualquiera de los estadíos por los que atraviesa durante su ciclo vital el parásito, que se llaman esporozoito, la fase más temprana en la cual es inoculado por el vector, trofozoito, esquizonte y merozoito, que es la forma que ocasiona la enfermedad.

De autorizarse su aplicación, alrededor de 200 millones de personas se librarían de esta enfermedad y por lo menos 800.000 se salvarían de morir, pero esto poco significa para empresas cuyo único objetivo parece ser el lucro.

La segunda generación de la SPf66 se llama Colfavac, la cual ha demostrado 95% de protectividad en monos Aotus y está diseñada para proteger en cualquier estadío de desarrollo del parásito. Aunque el postulado sobre el que Alonso basa su trabajo es interesante, el de inhibir la reproducción desde la fase más temprana, desconoce la enorme complejidad de la biología del parásito, que lleva millones de años adaptándose a diversas circunstancias en tanto que las investigaciones sobre él y la enfermedad que causa han tenido lugar únicamente durante los últimos 25 ó 30 años, por lo que basta con que un número reducido de ellos logre evadir la acción protectora de la vacuna para que se produzca la enfermedad, con el agravante de que las sucesivas generaciones del parásito se harán cada vez mas resistentes.

EL CONTEXTO EN QUE SE MUEVE LA INVESTIGACIÓN

Dicho en términos muy crudos pero realistas, la industria farmacéutica vive de la enfermedad, sin ella no hay negocio y sin negocio no hay utilidad. Desde esta perspectiva, todo lo que sirva para conservar la salud o para prevenir enfermedades, como las vacunas, es contrario a sus intereses, a menos que estas sean producidas por ellos o bajo sus patentes.

Informes recientes señalan cómo condiciones normales debidas al envejecimiento natural de las personas han sido convertidas en enfermedades, para las que se ofrecen, respaldadas por intensas y costosas campañas publicitarias, patrocinios a eventos médicos y mensajes comerciales en toda clase de medios de comunicación los medicamentos que le permitirán curarse de estas “enfermedades”

El artículo Mitos farmacéuticos de Marcia Angell, Médica y Editora Jefe del New England Journal of Medicin e, posiciones que le permiten conocer de primera mano el funcionamiento de esta industria, “permite comprender fenómenos recientes como el incremento exponencial del consumo de medicamentos en la infancia como tratamiento para diversos transtornos y el incremento de niños con diagnósticos psiquiátricos”

Las grandes farmacéuticas, dice, “gastan relativamente poco en Investigación y Desarrollo (I y D), mucho menos de lo que gastan en mercadeo (gastos comerciales) y administración, e incluso menos de lo que les queda como utilidades (beneficios). Por ejemplo, en 2002 las principales diez compañías farmacéuticas estadounidenses tuvieron ventas por 217 mil millones de dólares. Según sus propias cifras, gastaron en I y D un 14% de los ingresos por ventas. No obstante, gastaron más de dos veces esa suma (un enorme 31%) en mercadeo (gastos comerciales) y administración. Y, aún así, obtuvieron un 17% de utilidades (beneficios)”

“En sus declaraciones públicas, esta industria niega esto al incluir sólo cuatro actividades específicas como mercadeo (visitas comerciales a los médicos, el valor de las muestras gratis, publicidad directa a los consumidores y publicidad en revistas médicas). No obstante, de hecho, los presupuestos médicos cubren mucho más que esto. El elemento más importante que queda afuera es la “educación” de los médicos (que les enseña a recetar más medicamentos)”

Por décadas las compañías farmacéuticas de los Estados Unidos han tenido utilidades más altas que las de ninguna otra industria, incluso después de haber pagado toda la I y D y todos sus demás gastos. El 17% de las utilidades de las 10 principales empresas farmacéuticas de los estados Unidos en el 2002 fue muy superior al 3.1% para todas las demás industrias incluidas en el listado de Fortune 500

El 10 de Noviembre de 2007, el médico Carlos F. Fernández, asesor en temas médicos del diario EL TIEMPO de Bogotá, analiza la tesis del periodista Alemán Ray Moynihan, editor invitado del British Medical Journal, planteada en su libro “Medicamentos que nos enferman”, que ha provocado una creciente y agria discusión que involucra grupos de investigación, laboratorios y científicos.

Enfermedades inventadas, según Moynihan, “son el resultado de transformar procesos naturales o de etapas normales de la vida en algo que debe tratarse con medicamentos, como la menopausia”. Existen, continúa Moynihan, “varias formas para ampliar el espectro de enfermedades: Por ejemplo, si se reducen las cifras anormales de presión arterial, de un día para otro, muchas personas que un día estaban sanas amanecen convertidas en hipertensas, por lo que deben tomar medicamentos.

“Otra vía es convertir los síntomas en un problema de salud, como ocurre con el colesterol: nadie se enferma del colesterol, porque es un factor de riesgo, pero lo tratan como si fuera eso, una enfermedad. Una tercera táctica es convencer a la gente de que condiciones normales, como la menopausia o el embarazo, son patologías que hay que medicar”.

Estas dolencias son creadas principalmente por empresas farmacéuticas y grupos de médicos que aumentan síntomas o crean dolencias. “Es un negocio. Para cada droga inventan un mal. Procesos normales como el envejecimiento, el embarazo, el parto, la infelicidad o la muerte tienen un fármaco a su servicio” dentro de esta categoría están, entre otras, la calvicie, la timidez, la tristeza, la baja estatura, la pereza, la disfunción eréctil, la disfunción sexual femenina, el aumento de peso, la osteoporosis, la andropausia y la menopausia”.

“Es un proceso complejo y bien planeado por las corporaciones farmacéuticas, con el apoyo de algunos y publicaciones de corte científico, que luego soportan grandes campañas de publicidad. El objetivo es el lucro a través de la venta de medicamentos”.

Los médicos, según el artículo, son la base del negocio: “sin ellos no hay enfermedad: unen síntomas, recogen datos, alimentan estadísticas y producen informes (casi siempre financiados por la industria), que luego se difunden en congresos patrocinados por esas mismas drogas. Por ejemplo, en el consenso que unificó los parámetros para definir la disfunción sexual femenina en 1998, en Boston (E.U.), 18 de los 19 autores declararon tener vínculos con la industria farmacéutica. Habla de publicaciones. Los médicos se fijan en lo que leen para tomar decisiones...”

En Colombia existe también una discusión en la que las EPS están siendo severamente cuestionadas, incluso por sus propios profesionales, debido a la utilización de métodos que bajo la denominación de “indicadores de gestión” coartan el ejercicio médico al restringir la cantidad, calidad y oportunidad con que debieran ordenarse medicamentos, análisis o procedimientos, motivando así una aguda congestión de los despachos judiciales a los que los colombianos acuden cada vez en mayor cantidad para proteger su salud y la de sus familiares. Otro negocio fabuloso.

Moynihan dice no estar en contra de los medicamentos, sino a favor de una cultura lógica y ética, que preserve la salud y no promueva la enfermedad. Hoy, dice, “un niño de 2 años sin estar enfermo ha sido visto por más médicos que los que han visitado en conjunto sus padres. Es necesario dejar de confiar en la información patrocinada por empresas farmacéuticas sobre enfermedades que tratan de catalogar la mayor cantidad de personas saludables como enfermas. Para eso se necesitan médicos justos, una comunidad informada y encontrar rápido fuentes de información independiente”

No son la Doctora Angell y el periodista Moynihan los únicos en poner al descubierto el modus operandi de las farmacéuticas. La revista Nature divulgó los resultados de un estudio según el cual el 70 por ciento de los grupos médicos que elaboraron guías para tratar enfermedades, tenían conexiones financieras con laboratorios. De esto no se escapan las revistas científicas prestigiosas; por ejemplo, un artículo de Jama, la revista médica más respetada en Estados Unidos, publicó en 1999 que el 43 por ciento de las mujeres, entre 18 y 59 años, padecían disfunción sexual. La cifra se volvió oficial, y con ella se dispararon los tratamientos. Los autores revelaron tardíamente que tenían relación con un laboratorio.
Germán Velásquez, líder de políticas de medicamentos de la Organización Mundial de la Salud, dice que sería negativo reforzar la defensa de patentes

¿LAS FARMACÉUTICAS SON ACTORES DEL SECTOR?

Creo que no. Son elementos importantes con los cuales tenemos que jugar, pero no tienen fines de salud pública. Son grandes comerciantes, y esa es la contradicción con la que tenemos que jugar ahora. Debe haber un cambio radical: el Estado deberá tomar en su mano la investigación y el desarrollo de productos. En la medida en que el privado participe, sería con base en una agenda fijada por el Estado y no por intereses comerciales.

¿ESTÁ FIJADA POR INTERESES COMERCIALES?

Sin lugar a dudas. No se está investigando en lo que constituyen las causas de mortalidad y morbilidad de la población, sino invirtiendo sumas gigantescas en el desarrollo de medicamentos donde existe un mercado potencial.

SOLO NEGOCIOS, NADA PERSONAL

Debe resultar ahora más claro cuales son las verdaderas razones de la embestida emprendida desde la sombra y con el apoyo de algunos medios de comunicación contra la FIDIC, la institución que dirige Patarroyo, duramente cuestionada por supuesto “tráfico y maltrato de animales” que son según los denunciantes, entre ellos una ex-colaboradora y una bióloga de la Universidad Nacional, “son capturados en Perú y Brasil, mantenidos en malas condiciones se les extraen los ojos y se esplenectomizan”, lo que ha provocado reacción por parte de entidades ambientalistas, protectoras de animales, estudiantes y personas que desconocen el verdadero fondo del asunto, que es sin duda eminentemente comercial y muy probablemente orquestado por alguna farmacéutica para la que el trabajo de este Instituto es visto como una amenaza a sus utilidades. La investigación en malaria no requiere ningún tipo de análisis que involucre los ojos y solo a un reducido número de monos se les extrae el bazo.

La FIDIC ha obtenido de Corpoamazonia, la entidad a cargo, todos los permisos necesarios para efectuar las pruebas en estos monitos, que son además necesarios en razón a que la experimentación en humanos no es legal, moral ni éticamente posible, que después de las pruebas son tratados y liberados en su ambiente natural, lo que hace muy difícil su utilización por investigadores de otros países, aunque las razones invocadas sean de corte ambiental y ecológico.

En Octubre de 2004 el médico español Pedro Alonso, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates, que le entregó muchos millones de dólares para la investigación, más una significativa suma de la OMS/WHO, anunció haber desarrollado con el concurso de varias universidades, Institutos de investigación y una compañía farmacéutica (GlaxoSmithKline), una vacuna contra la malaria.

Los resultados provisionales muestran una prevención de un 30% en un año para nuevos casos de malaria, llegando al 45% en el caso del P. falciparum, y un 58% en los casos más graves. Esta vacuna, denominada RTS,S/ASO2A, impide la reproducción del parásito en las células del hígado, (es decir, durante su estadío esporozoitico o larval, no en los posteriores) y, aunque supone una importante esperanza, el trabajo de desarrollo de una vacuna por parte de este equipo, según sus propias declaraciones, no llegará antes de 2010.

Las pruebas con SPf66 en América Latina mostraron que la vacuna era eficaz para un 40% de los pacientes, subiendo hasta un 60% de eficacia si el paciente era menor de cinco años, es decir, siguiendo el camino trazado por Patarroyo, Alonso produjo una vacuna cuya eficacia es, en el mejor de los casos, igual a la alcanzada por este y su grupo hace 20 años.

“La propiedad intelectual de la RTS,S/ASO2A será múltiple pues sus orígenes se remontan a mediados de los 80, en Estados Unidos. Son Casi dos décadas de trabajo de mucha gente, Pero la patente será de GlaxoSmithKline” dijo el investigador Español.

Cabe también una consideración final sobre la manipulación que este tipo de información ejerce sobre los sentimientos de las personas del común, sobre las entidades ambientalistas y protectoras de la fauna, estudiantes y otros grupos de investigación, que ven así desmoronarse la idea de científico recto y ético que tienen de Patarroyo, con el clarísimo objeto de minar su credibilidad para entrar a disputarle los exiguos recursos asignados para su investigación, pero sin los cuales estaría condenado a desaparecer.

Esto explica porque son objeto de toda clase de trapisondas que van desde el supuesto gasto de los recursos en comida, flores y tapetes, en la adquisición de costosas obras de arte, (que han sido donadas por los artistas), en lucro personal o, como ahora con la historia de los micos, de manera tan calculada que coincide siempre con esta época del año, en la que normalmente se firman los convenios y contratos con los cuales subsiste la Institución. Que maravilla sería para algunos sacar del juego al único que en lugar de llenarse los bolsillos donó el fruto de su trabajo.

Que funcione la vacuna de Patarroyo, la de Alonso, la de Sócrates Herrera o cualquiera otra siempre que la consideración fundamental sea la resolución de una enfermedad tan grave como la malaria y no el enriquecimiento, la fama o el provecho propio o de terceros; que la discusión se de sobre bases científicas, lejos de chismes y de ataques personales que solo contribuyen a que cada minuto que pasa mueran más seres humanos por causa de esta enfermedad.
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RECURSOS: 1. OSORIO, Lyda. El control de la malaria en la costa Pacífica colombiana. Biomédica, set. 2006, vol.26, no.3, p.313-316. ISSN 0120-4157.

2. El Asesino De La Indiferencia: http://javarm.blogalia.com/historias/30121

3. Muchas enfermedades nuevas son invento de industria farmacéutica mundial para vender medicamentos: http://www.eltiempo.com/salud/noticias/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3810813.html

4. Presión de la industria farmacéutica en E.U. por el TLC es brutal: http://www.bilaterals.org/article.php3?id_article=3279


juankperezz@gmail.com

COLFAVAC, 95% DE FECTIVIDAD

Hace pocos días anunció Patarroyo una vacuna con una eficacia del 95% cuando ya, como ha sucedido en otras ocasiones, aparecen algunos acusándolo de cualquier cosa, de tráfico de monos esta vez, acusación de la que ha sido reiteradamente absuelto, según lo informó, entre otros medios, Caracol. (Ver: “Archivan investigación contra Manuel Elkin Patarroyo por presunto ... Patarroyo era investigado por los delitos de ilícito aprovechamiento de ... patarroyo y de la fundación que dirige es que hoy resulta absuelto de este ... www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1319896 –“

Los monos son necesarios para probar los péptidos candidatos a vacuna, por eso hay varios grupos de investigación tratando de establecer en otros lugares –Iquitos, por ejemplo– centros donde puedan llevar a cabo este tipo de pruebas. Los monos que se utilizan en la FIDIC son tratados, curados y devueltos a su hábitat en óptimas condiciones, además de hacerlo cumpliendo estrictos protocolos internos y con entera sujeción a la ley.

No debe dejarse llevar el país por sentimientos inducidos, detrás de los cuales hay muchos intereses, económicos principalmente, que son los grandes motivadores de este tipo de alegatos. Existen empresas para las cuales la enfermedad es un negocio y por lo tanto las vacunas, a menos que sean vendidas por ellos, van en contravía de sus negocios e ingresos.