jueves, 27 de octubre de 2011

Honoris causa



Hoy, a las 4 p.m. la universidad Simón Bolívar entrega el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Médicas, al Profesor Manuel Elkin Patarroyo.

sábado, 15 de octubre de 2011

El científico Manuel Elkin Patarroyo habla sobre las enfermedades, la medicina preventiva y las vacunas.

Ismael Cala, CNN, entrevista a manuel Elkin Patarroyo

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¿Drogarse para crear?


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Por: NICOLA STORNELLI* | 7:12 p.m. | 14 de Octubre del 2011
Nicola Stornelli*

Es una locura la insinuación de Alejandro Gaviria según la cual consumir éxtasis puede incentivar la creatividad.

¿Puede un prestigioso profesor, de una de las más afamadas universidades del país, incitar al consumo de drogas para estimular la creatividad? Eso fue lo que hizo Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes, en su columna del domingo 9 de octubre en 'El Espectador' (http://bit.ly/qNN8Tv).

Sí, drogarse para estimular la creatividad, algo que el hombre descubrió en los albores de la humanidad. Sí, hay restos arqueológicos que demuestran el uso de ciertas sustancias psicotrópicas en algunas comunidades africanas que tienen más de un millón de años. El consumo de una serie de plantas que estimulaban la "conversación" con los dioses, con las fuerzas de la naturaleza y que ayudaban a curar es algo que se encuentra en las culturas más antiguas del planeta.

Hay varios estudiosos y apologistas del consumo de drogas que establecen una línea de represión del uso de sustancias psicoactivas en la aparición del monoteísmo cristiano, que vio en ellas una costumbre pagana. Es así como solo hasta el s. XIX se vuelve a hablar de ciertas experiencias psicodélicas; cuando Freud estimula el uso de la cocaína ya se venían usando la morfina y la atropina.

Pero si bien es cierto que el consumo de ciertas drogas estimula el cerebro y pueden, en algunos casos, estimular la creatividad, la pregunta es si, hoy en día -que no es una época de chamanes y de mamos sino de narcotraficantes y de jíbaros- debemos asumir una actitud proclive al consumo de ellas.

¿Qué estarán pensando las élites privilegiadas del país que envían sus muchachos a estudiar a la universidad privada más respetada y más costosa de Colombia? Después de vivir todos nuestros 'pablos escobares' y todas nuestras 'rosarios tijeras', a cualquiera con cinco centavos de sentido común le debe parecer una absoluta locura la insinuación de Gaviria de consumir un poco de éxtasis para incentivar la creatividad, y qué tal la falta de respeto con Manuel Elkin Patarroyo.

Quien escribe consumió marihuana y vivió las bondades de ella para estimular la creatividad. Con ella vivimos una etapa de febril producción literaria en los años 80. Pero un día, a los 22 años, nos dimos cuenta de que nuestra creatividad no podía estar supeditada al consumo de marihuana.

Se puede vivir sin alcohol y sin drogas; se puede ser creativo, estimulándose de otras maneras. Somos un ejemplo de ello.

Qué mal le hacemos a nuestra sociedad diciendo que esa es una vía para salir de la rutina y poder crear.

Desde aquí nos atrevemos, públicamente, a pedirle la renuncia a Alejandro Gaviria. Larry Summers se fue de la presidencia de Harvard por un comentario sexista que no tenía la peligrosidad que encierra un consejo para consumir drogas.

* Gestor del Puerto Digital de Valledupar y de Cesar Digital

@puertodigital

domingo, 9 de octubre de 2011

El Nobel de Medicina que murió esperando ser premiado


Lesley Steinman, Claudia Steinman, Adam Steinman y Alexis Steinman, la familia de doctor canadiense Ralph Steinman.
Foto: EFE

Por: REDACCIÓN SALUD | 1:39 a.m. | 09 de Octubre del 2011

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El premio llevaba décadas 'cerca' de Ralph Steinman, por sus aportes a la inmunología moderna.
El último episodio en la lucha contra el cáncer de páncreas que libró el profesor canadiense Ralph Steinman desde el 2007, fue su hospitalización, a finales de septiembre pasado.

Cuatro décadas atrás, Steinman había hecho un hallazgo de tales dimensiones en el laboratorio de fisiología celular e inmunología de la Universidad de Rockefeller (Nueva York), que superadas las dudas iniciales, tanto él como sus colegas confiaban en que un día le significaría el Premio Nobel de Medicina.

Manuel Elkin Patarroyo, inmunólogo colombiano, también compartía esa creencia, entre otras razones porque tuvo la posibilidad de trabajar con Steinman y dos de sus colaboradores, los doctores Gilla Kaplan y David Weinstein, en 1984.

El equipo estudió durante un mes, entre Agua de Dios (Cundinamarca) y Bogotá, "el papel de la respuesta inmune celular y de las células dendríticas en pacientes con lepra lepromatosa", explica el inmunólogo.

Ese año los resultados de dicho trabajo, del que Patarroyo, Steinman y su equipo son coautores, fueron publicados en una de las revistas de mayor impacto en ciencia en el mundo: el 'Journal of Experimental Medicine'.

Patarroyo cuenta que en 1973, mientras Steinman estudiaba las células que destruyen y digieren a los microorganismos (los macrófagos), descubrió un tipo particular de células con muchas ramificaciones, que por esa razón denominó dendríticas, "con el correr del tiempo, él demostró su papel crítico en la regulación de la respuesta inmune; actuaban, nada más ni nada menos, que como directoras de orquesta de las defensas del cuerpo", explica Patarroyo.

Con el correr de los años su hallazgo tuvo enormes repercusiones en el desarrollo de vacunas, "con grandes posibilidades terapéuticas para un sinnúmero de enfermedades catastróficas, como el cáncer", afirma el inmunólogo colombiano.

'Tengo que aguantar'

Alexa Steinman, hija del profesor de 68 años de edad, conocía a la perfección los alcances de los aportes hechos por su padre, así que esa última semana de septiembre, ella y la familia le infundían ánimos con la perspectiva de la siempre esperada proclamación de los ganadores del Nobel de Medicina.

"Le decíamos: 'Papá, sabemos que las cosas no van bien, pero van a anunciar el Nobel el próximo lunes (3 de octubre)'. Y él respondía: 'Sé que tengo que aguantar. No te dan el Nobel si has muerto. Tengo que aguantar'". El 30 de septiembre el profesor Steinman perdió, finalmente, la batalla sin haberse enterado de que el Instituto Karolinska, de Estocolmo, lo había galardonado, junto al estadounidense Bruce A. Beutler y el francés Jules A. Hoffmann, con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2011.

Se trata de un caso atípico en la historia de los galardones, toda vez que sus estatutos prohíben expresamente otorgar premios póstumos, salvo que el fallecimiento ocurra en el periodo transcurrido entre la concesión y la entrega del Nobel.

Y aunque ese no fue el caso de Steinman, la Fundación Nobel decidió mantener el premio, tras destacar que en el otorgamiento se obró "de buena fe", ignorando que el científico había fallecido.

Su familia y sus colegas se duelen de que hubiera muerto sin haberlo recibido, "sabíamos que era candidato desde hacía mucho tiempo, incluso se había convertido en un chiste viejo para nosotros. Él sólo habría querido el reconocimiento -recuerda Sarah Schlesinger, directora clínica de la Universidad de Rockefeller-, pues para él todo giraba en torno a su trabajo".

REDACCIÓN SALUD
CON INFORMACIÓN DE REUTER

miércoles, 5 de octubre de 2011

Premio Nobel de Medicina para comprensión del sistema inmunológico


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Cadavid destaca la contribución de los avances en esta materia al desarrollo de vacunas para la hepatitis B, la varicela e incluso las vacunas sintéticas en las que trabaja el inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo.


Luis Fernando Cadavid, director del Instituto de Genética de la UN, explica los avances en el desarrollo de vacunas gracias al trabajo de los galardonados con el Premio Nobel de Medicina.

Los científicos Bruce Beutler, Jules Hoffmann y Ralph Steinman fueron premiados con el Nobel de Medicina 2011 por descubrir principios clave para el entendimiento del sistema inmunológico del cuerpo humano.

Beutler y Hoffmann hallaron proteínas receptoras que pueden reconocer los patógenos (virus, bacterias y parásitos) que atacan al sistema y activar la inmunidad innata (el primer paso de la respuesta de autodefensa).

Por su parte, Steinman, fallecido el pasado 30 de septiembre, trabajó en células de la inmunidad adaptativa llamadas dentríticas, encargadas de regular la inmunidad activa, es decir, el paso posterior a la respuesta inmunológica durante el cual los patógenos son removidos del cuerpo.

Con referencia a este último trabajo, Cadavid resalta que Steinman “nos dio a entender el principio general bajo el cual actúan todas las vacunas”.

De acuerdo con el docente, “es posible imitar los antígenos naturales conocidos como toda sustancia que despierta una respuesta inmunológica, y hacer que las células dentríticas presenten estos antígenos a los linfocitos T (células encargadas de realizar la cooperación para desarrollar todas las respuestas inmunes, como la producción de anticuerpos por los linfocitos B), de forma que activen una respuesta inmunológica en contra de la vacuna, que no es otra cosa que una imitación de un patógeno”.

De esta manera, cuando el patógeno real infecte el organismo, el sistema inmune estará preparado para responder más rápido e intensamente en la defensa del cuerpo.

Cadavid destaca la contribución de los avances en esta materia al desarrollo de vacunas para la hepatitis B, la varicela e incluso las vacunas sintéticas en las que trabaja el inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo.

Los descubrimientos de los tres próceres del sistema inmunológico impulsaron la creación de varios grupos de investigación de la UN que se ocupan de problemas de inmunología, como el grupo de Fisiología Celular y Molecular de Jean Paul Vernot, el grupo de Biología de los Macrófagos de la bióloga Marcela Camacho y el grupo que trabaja los aspectos evolutivos de mecanismos de respuesta inmune, del profesor Luis Fernando Cadavid.

“Con Hoffman y Beutler, el estudio del sistema inmune innato dio un salto impresionante porque dejó de ser considerado una serie de mecanismos inespecíficos, para convertirse en un componente altamente específico que regula muchísimos aspectos del organismo humano”.

Cómo funciona el sistema inmune

Se trata de una red compleja de moléculas, células y tejidos que funcionan para mantener la integridad fisiológica y genética de los organismos. Se distinguen en este la inmunidad adaptativa y la innata.

La primera consiste en células llamadas linfocitos, que se clasifican en B y T. Los B se encargan de la respuesta inmune humoral, es decir, mediada por anticuerpos, y los T permiten la respuesta inmune celular.

“Este brazo de la inmunidad adaptativa reconoce y destruye e inactiva células que puedan estar infectadas por virus o parásitos intracelulares, así como células viejas o tumorales”, explica el Director del Instituto de Genética.

Por otro lado, la inmunidad innata es la que posee todo cuerpo desde que nace. Se compone de una gran gama de mecanismos, muchos de ellos no relacionados entre sí, que incluyen barreras anatómicas y fisiológicas como la piel y las mucosas, y barreras fisicoquímicas como el PH y la temperatura.



UN

martes, 4 de octubre de 2011

Steinman: Un trabajador incansable


Tomado de EL TIEMPO, Martes 4 de Octubre, pag. 16


El científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, quien trabajó con Steinman en el Departamento de Inmunología Celular de la Universidad de Rockefeller, aseguró que el investigador canadiense puede catalogarse como uno de los padres de la inmunología celular. Lo describió como un hombre con buen sentido del humor y un trabajador incansable.

lunes, 3 de octubre de 2011

En Montería, Manuel Elkin Patarroyo lamentó muerte del premio Nobel de Medicina


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El científico Manuel Elkin Patarroyo, lamentó el fallecimiento del premio Nobel de Medicina, el biólogo canadiense Ralph Steinman, con quien trabajó durante los años 1984 y 1985 en Europa.

“Me estaba llamando la prensa de Europa para saber sobre mi vínculo con él, y no había podido dialogar al respecto, ahora me encuentro con esta noticia. El gran problema ahora es que los premios nobel no pueden ser otorgados póstumos. Hay una gran discusión en el comité nobel de qué hacer con ese premio”, precisó el científico.

Patarroyo asistió esta mañana como conferencista en la Universidad del Sinú, sobre los avances de la vacuna contra la malaria, en el marco de la semana de la ciencia y la tecnología en ese centro del saber.

Ralph Steinman falleció a los 68 años, víctima de un cáncer de páncreas.

Montería.

Patarroyo dijo que la ‘piñata’ de Colciencias retrasa cinco años vacuna contra la malaria



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Un contundente pronunciamiento hizo el científico colombiano e inventor de la vacuna contra la malaria Manuel Elkin Patarroyo hacia el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias, del Gobierno nacional, al que sindicó de ser una ‘piñata’ que va de mal en peor.

“Si nosotros que somos el paradigma, el símbolo, el ejemplo, el portaestandarte no se nos da nada, imagínense a los más pequeños”, precisó el científico.

Patarroyo se refirió así en rueda de prensa en la Universidad del Sinú de esta ciudad, minutos previos de iniciar una conferencia sobre el avance de la vacuna contra la malaria, en el marco de la semana de la ciencia y la tecnología del citado centro del saber.

Llamó piñata a Colciencias porque en su concepto no hay reglas definidas para la repartición de los dineros, y aclaró que la ciencia no es arbitraria como para avanzar sin recursos.

“Este es el instante donde no hemos recibido un solo centavo del Gobierno nacional y ya estamos en el décimo mes. Se abrió licitación para el 15 de diciembre, lo que significa que ningún investigador recibió un centavo en todo el año, eso significa la muerte para algunos grupos incluyendo el nuestro”, precisó.
Dijo que por la falta de apoyo del Estado es mucho lo que se ha dejado de hacer y eso tiene grandes repercusiones enormes sobre la salud mundial.

“En esencia nosotros debimos entregar la vacuna hace tres años y todavía vamos colgados en por lo menos dos años. Ha habido un retraso significativo en el desarrollo de las vacunas en nuestra área, y en los otros proyectos de investigación científica de otros grupos. No solo somos nosotros los que estamos sufriendo una ausencia de políticas de Estado para la ciencia”, reseñó de manera vehemente.

Recientemente el director del Colciencias Jaime Restrepo Cuartas, dijo que el Estado solo está invirtiendo el 0, 16 % del Producto Interno Bruto (PIB) en la investigación para el desarrollo, mientras que lo que se requeriría es el 1 %.

El científico Patarroyo advirtió que su pronunciamiento no es para quejarse, “porque yo puedo decir que me ha ido bien gracias a Dios a los españoles y a la Universidad del Rosario”.

Destacó el que llamó generoso apoyo de España, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional, que está asumiendo los costos de la investigación, al igual que la alianza establecida con la Universidad del Rosario.

Sostuvo que no hay un cronograma establecido para avanzar en el trabajo de la vacuna, por los grados de incertidumbre que existen ante la falta de recursos.

Por Eduardo García