Una
organización llamada Defenzoores, bajo el título "Comunicado a la opinión pública" publicó en su blog una
nota en la que acusa al Profesor Manuel Elkin Patarroyo de incumplimiento a las
leyes colombianas, de maltrato a los animales y de "intimidarlos mediáticamente". Publican, para empezar su nota, la fotografía
de un mico supuestamente traficado desde el Perú y al final otra de una cría
alimentándose en malas condiciones y al parecer enfermo de dermatofilosis pues
tiene la cola pelada, fotografías que NO corresponden a animales colectados por la FIDIC.
Para
responder a las acusaciones mentirosas de esas personas, no para intimidarlos:
Su
nota es, desde la fotografía con que la presentan hasta la de la cría
abandonada, una falacia. Como deberían saberlo, ya que hablan tanto de la ley,
no hubo tal tráfico de micos, estos son autóctonos, siempre han estado en
territorio colombiano, hecho científicamente demostrado por el Instituto de
Genética de la Universidad Nacional, IGUN, Corpoamazonia y el Ministerio de
Ambiente, que son las verdaderas autoridades ambientales en Colombia. Si les
consta el tráfico de micos debe ser porque los traficaron ustedes, no hay otra
forma.
Zona destinada a la recepción y cuidado de los micos colectados por la FIDIC. Foto de archivo.
La foto de la cría abandonada pudo haber sido
tomada en cualquier lugar, de manera que presentarla como si fuera un animal de
los colectados por la FIDIC, es de una bajeza rayana en lo delictuoso. Esa
fotografía no tiene nada que ver con las condiciones en que se mantienen los
animales en la FIDIC. Es bueno y sano que
presenten sus argumentos, pero háganlo ceñidos a la verdad y sin pretender
despertar la sensibilidad de la gente que no conoce suficientemente el asunto,
con base en fotografías de animales que no están ni han estado en la FIDIC.
Los
monos colectados se tratan antes y después de las pruebas y se liberan en las
mismas zonas en que se capturaron, en buenas condiciones de salud y debidamente
identificados para no volverlos a utilizar. Por supuesto hay alguna dosis de sufrimiento y
de estrés en los animales utilizados, pero que ni remotamente se compara con el
sufrimiento de las personas, casi siempre niños, que se enferman y mueren por
enfermedades prevenibles, no solamente por malaria.
Tristemente, para ustedes todo se reduce
al dinero, se dejaron ver el cobre “La respuesta es simple: -dicen sin rubor
alguno- los costos. Si hoy la FIDIC adquiriera monos nocturnos legalmente para
su investigación, debería pagar aproximadamente $1.000 dólares por animal,
precio que incluye los permisos de importación y demás requerimientos legales.”
Para mencionarles una sola de las muchas razones por las cuales el zoocriadero que
exigen es inconveniente: los animales criados en cautiverio no son capaces de
sobrevivir por si mismos en la selva, un medio altamente hostil, por lo tanto
tendrían que mantenerse encerrados de por vida o ser sacrificados. Hay más
razones, pero si les interesan deben estudiar el tema con mayor profundidad. Los
animales siempre se han adquirido legalmente y la FIDIC ha cumplido con todo lo
ordenado, como se demostró irrefutablemente, esa es la razón por la que el
Consejo de Estado revocó su propio fallo, ¿o creen que lo hizo por simpatía?
No dudo de la buena fe de sus
intenciones ni de su sensibilidad, pero por mucho que me esfuerce no logro comprender
que personas a las que supongo con un nivel de formación bueno, superior a la
media colombiana y bastante sensibles, protesten con tanta vehemencia por los
micos, pero no digan una palabra sobre la minería que devasta el país, acaba con
los páramos y contamina nuestras aguas. O que guarden sepulcral silencio ante
la cantidad de niños malnutridos y sin protección médica que mueren por miles
solo en Colombia. Debe ser porque los de la minería, la industria farmacéutica
y los políticos corruptos que se roban la plata de la salud si intimidan,
realmente. Patarroyo lo único que ha hecho, y eso en los últimos tiempos, a
fuerza de recibir garrote y acusaciones infundadas de personas como ustedes, es
responder cada una de sus acusaciones por la misma vía. Entonces, ¿Por qué lloran?
Intimidar
significa amenazar, hacer sentir miedo, infundir terror. Lo menos que cabe
esperar de un órgano de información es, además de veracidad,
un uso correcto del lenguaje, para no caer en situaciones macondianas y
exageradas. Les recomiendo la lectura del
artículo que publicó la REVISTA SEMANA bajo el título “David contra Goliat”, para que tengan una idea precisa de lo
es intimidar y de sus posibles fuentes.
Velásquez,
dice SEMANA, a primera vista no tiene el perfil de un hombre amenazado. Se
trata del director del programa mundial de medicamentos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Pero es uno de los acérrimos defensores del derecho
de los países pobres a acceder a medicamentos contra enfermedades como el sida
y la malaria. El colombiano es una de las figuras más visibles de la batalla
que este organismo internacional está librando desde hace cuatro años contra la
globalización irracional y las nuevas reglas de propiedad intelectual que
favorecen a las multinacionales farmacéuticas. Esa es la lucha que parece
haberlo puesto en grave peligro.” Les
recomiendo no citar este organismo para reforzar sus argumentos, no sean que se
vean como cómplices de una organización intimidante de verdad.
La investigación
para desarrollo de vacunas es, señores y señoras, un proceso lento y costoso
para el cual se requieren una disciplina y persistencia poco comunes. Desde esa
perspectiva, el trabajo que Patarroyo ha venido realizando desde 1987, según ustedes, en realidad empezó antes, debería
tomarse como ejemplo, pero veo que es difícil para ustedes entenderlo así. No
caigan en el inmediatismo que llenó nuestro país de traquetos y delincuentes,
de gente ávida de dinero y éxito fácil, así no funciona esto.
Si
haber producido la primera vacuna químicamente hecha en el mundo y la primera
contra un parásito no les parece importante, entonces su miopía intelectual es
preocupante, pero eso es asunto suyo. Las pruebas en monos han producido
niveles de protección cercanos al 90%. Si en lugar de estar respondiendo
acusaciones y asistiendo a audiencias Patarroyo puede dedicar su tiempo a
trabajar, es probable que en un plazo relativamente breve produzca el resultado
por el que todos claman, especialmente la gente pobre que si se muere y sufre,
aunque a ustedes les parezca cháchara. Compruébenlo, la prensa e Internet están
llenos de esa clase de información.