noviembre
20, 2015 - 8:54 am
Tiene mucha razón la comunidad científica nacional al
protestar por la desidia con que el gobierno nacional administra los recursos
para investigación en el país. No es que no existan, sino que se distribuyen mal
y caprichosamente, con base en consideraciones de cualquier clase, excepto por los
méritos de cada investigador. Meritocracia es un concepto exótico dentro de esa
en esa maraña de leyes, decretos,
artículos e incisos con los que se justifica todo, hasta lo injustificable.
Para citar un solo ejemplo: el Instituto Amazónico
de Investigaciones Científicas, Sinchi, cuya directora, Luz Marina Mantilla
Cárdenas es un ejemplo de longevidad en el cargo, lleva 20 años en el, obtuvo
para la vigencia de 2015 47.200
millones de pesos, debidamente legalizados y justificados, claro, cuyo producto
tangible es la financiación de algunas cartillas interesantes pero con poco o
ningún impacto en la producción científica del país. El resto de los grupos de
investigación nacionales registrados ante Colciencias, 8280, que son los que
producen los artículos con alto factor de impacto, deben repartirse exiguos 28
mil millones, un poco más de tres millones de pesos en promedio por grupo/año. A
ese ritmo el país será por siempre –ya lo es– un obligado comprador de tecnologías
extranjeras costosas y no siempre aptas para suplir nuestras necesidades.
En cambio Patarroyo y su grupo, autores una parte más que significativa de la producción científica del país reciben "cero de presupuesto de Colombia desde hace 6 años, cero es
cero absoluto". Ese es el Renault 4 que el
gobierno puso a competir contra los Fórmula 1 europeos y norteamericanos, que sí
saben como lograr que sus investigaciones en ciencia produzcan retornos muy
importantes en términos científicos y económicos. Nosotros, mientras tanto, nos
dedicamos a torpedear y espantar cuanto proyecto amenace ser exitoso e
importante, para beneplácito de sus competidores extranjeros, como si esa fuera
nuestra misión.
Fernando Márquez
Foto: RCN
Radio
Los
científicos colombianos Manuel Elkin Patarroyo, creador de la vacuna contra la
Malaria y Jorge Reynolds, padre del Marcapasos, lamentaron el poco apoyo que el
gobierno nacional le ha dado a la ciencia y la investigación en Colombia.
Patarroyo,
aseguró que no solo no ha recibido ni un solo centavo del gobierno para
continuar con sus investigaciones, sino que, además le quitaron, hasta la sede
donde adelantaba los estudios contra la Malaria. “En este
instante, tenemos cero de presupuesto de Colombia desde hace 6 años, cero es
cero absoluto. En julio 25 apareció un artículo en la principal revista de
ciencia del mundo que se llama The New England Journal Of Medicine,
sorpréndase, para desarrollar vacuna contra la Malaria y la Tuberculosis en los
últimos 20 años han invertido 42 billones de dólares, el primer sorprendido fui
yo. Aquí nos han dado, como, compitan para ganar la fórmula 1 dándonos un
Renault 4, en esencia es algo absurdo. Pero acuérdese que a nosotros nos
quitaron la sede hace 15 años en el Hospital de San Juan de Dios, pero aparte
de eso también nos quitaron los micos”.
Por su
parte el científico Jorge Reynolds, creador del marcapasos que ha salvado
millones de vidas en todo el mundo, aseguró que le ha tocado ser un quijote de
la ciencia. “Yo no he
tenido un apoyo de un solo centavo de Colombia, la única que me ha colaborado
logísticamente ha sido la Armada Nacional. Creo que la ciencia y la tecnología
es algo que no tiene ninguna cabida dentro de nuestra legislación actual y un
país que no tiene su propia ciencia y tecnología es un país que no puede salir
del subdesarrollo. Hemos sido unos quijotes de la ciencia”.
Más de
100 mil personas han sido vacunadas contra la malaria en Colombia y unos 78
millones de personas utilizan el marcapasos en el mundo, gracias a los
científicos colombianos que afortunadamente han recibido apoyo económico del
exterior.
El
pronunciamiento fue hecho en el marco de un foro adelantado en el Centro de
Convenciones Julio César Turbay Ayala, para celebrar los 100 años de la Cámara
de Comercio de Cartagena.
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