jueves, 3 de noviembre de 2011

Barranquilla debe despertar hacia la investigación científica: Patarroyo


02 de Noviembre de 2011 - 10:17 pm >> Leer artículo en EL HERALDO

Manuel Elkin Patarroyo recordó a los estudiantes la importancia de trazarse metas e investigar desde el inicio de los primeros semestres universitarios, y no olvidar nunca el compromiso social.

En una ceremonia académica realizada en las instalaciones del Teatro José Consuegra Higgins, la Facultad de Medicina de la Universidad Simón Bolívar otorgó el título Doctor Honoris Causa en Ciencias Médicas al científico tolimense Manuel Elkin Patarroyo.




El reconocimiento concedido al científico colombiano fue un homenaje a su vida y obra, motivado por sus aportes a las ciencias médicas y a su labor como uno de los humanistas más comprometidos con la supervivencia de la especie.

Con aplausos, los asistentes al evento agradecieron en nombre de Barranquilla al investigador que ha puesto en alto el nombre de Colombia en la esfera científica mundial.

Patarroyo, quien con su sencillez y carisma recibió el título como un nuevo compromiso para continuar con la búsqueda de soluciones a los males físicos que aquejan al hombre, se refirió al nuevo método contra el cáncer de útero, como un avance significativo para el bien de las mujeres.

Describiéndose como una persona radical, Patarroyo hizo un llamado a la juventud barranquillera para que luche por la investigación, recordando que la falta de apoyo no es excusa para dejar a un lado los proyectos médicos que persigan el bienestar colectivo.

El título se suma a una larga lista de galardones obtenidos por Patarroyo.

“En Barranquilla deben olvidar el concepto de provincia, asumir su identidad y raíces para proyectarse hacia el mundo”, dijo Patarroyo al referirse a los avances de la medicina desde ciudades como la nuestra.

“Soy como las cometas, me elevo contra el viento, entre más fuerte, más arriba, siempre más arriba”, recordando fragmentos del poema que su padre le enseñó desde pequeño, y del cual nunca ha podido desprenderse. Patarroyo invitó a los futuros investigadores de la Región Caribe a que apunten a soluciones, no a alternativas, mirando siempre hacia arriba.

Con relación al Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad 2011 que recibió en España en el mes de julio, afirmó que “nada justifica el hecho de querer abultar nuestros bolsillos a expensas de la vida de las personas” y que “el ceder la patente de la vacuna contra la malaria a la Organización Mundial de la Salud no fue un gesto humanista, si no un deber moral”.

De su faceta como padre suele hablar poco, sin embargo la satisfacción del deber cumplido le brota por los poros al referirse a la educación y logros de sus hijos: Manuel Alfonso, María Cristina y Carlos Gustavo, pues ya sea por herencia genética o por el destino, dos de ellos han seguido sus pasos.

Manuel, quien se dedica a la medicina química, ya alcanzó las 100 publicaciones internacionales en revistas de investigación científica, lo que lo hace creer en que la educación en países subdesarrollados debe ser una cadena que sea impulsada de generación en generación.

El evento sirvió de espacio para la presentación de los libros: Historia del lupus y del síndrome antifosfolipídico, autoría del médico barranquillero Antonio Iglesias, y La medicina en la historia y la sociedad de Barranquilla, escrito por los médicos investigadores Emilio Quevedo Vélez y Jairo Solano.

Por Éel María Angulo H

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