sábado, 11 de mayo de 2013

Patarroyo y su lucha contra la malaria

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Nacional |10 Mayo 2013 - 10:00 pm

Postulado al Nobel de Química en dos ocasiones

Este científico, creador de la primera vacuna sintética contra el paludismo, trabaja en la fórmula para combatir otras 517 enfermedades infecciosas.

Por: Redacción Gente

El inmunólogo colombiano Manuel  Elkin Patarroyo. / Óscar Pérez - El Espectador
 
El inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo. / Óscar Pérez - El Espectador
 
Manuel Elkin Patarroyo, director del Instituto de Inmunología de Colombia, fue el primero en desarrollar una vacuna sintética contra la malaria, enfermedad que cobra la vida de un niño cada minuto y que cada año se transmite a 216 millones de personas en el mundo. El descubrimiento fue suficiente para que en tres ocasiones lo postularan al Nobel: dos veces en química y una en medicina, y para que los colombianos lo vieran como referente de la ciencia en el país.

A los ocho años, la violencia obligó a su familia a huir de Ataco, al sur del Tolima, y desplazarse a Girardot, donde comenzó su obsesión por las vacunas. Su padre, viéndolo sin oficio en el nuevo hogar, le regaló un cómic sobre la vida de Luis Pasteur, titulado Descubridor de vacunas, benefactor de la humanidad. Luego llegaron Robert Koch y su lucha contra la tuberculosis, Armauer Hansen y su lucha contra la lepra y Ronald Ross y su batalla contra la malaria. Desde entonces, Patarroyo decidió que quería convertirse, como sus héroes animados, en científico y desarrollador de vacunas.

De ahí en adelante, el tolimense se graduó de médico, obtuvo un doctorado en medicina y cirugía de la Universidad Nacional, cursó una especialización en virología en la Universidad de Yale y otra en inmunología de la Universidad Rockefeller y el Instituto Karolinska de Estocolmo.

El momento clave de su carrera llegó en 1986, en el laboratorio que montó en el Amazonas para hacer moléculas y ensayarlas en micos. Allí, entre experimentos y fórmulas fallidas, el sueño de infancia por fin se hizo realidad: descubrió la primera vacuna contra la malaria, denominada SPF-66, y tras realizar ensayos en más de 50.000 individuos de distintos países se verificó su efectividad entre un 30 y 50%.

En 1996 cedió la patente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero su nueva obsesión fue hallar una vacuna mucho más efectiva, y así fue: en 2011, dio a conocer la Colfavac, de la que había comprobado una efectividad superior al 90% en monos y que ahora está probando en humanos.
En la prestigiosa revista estadounidense Chemical Reviews publicó que había encontrado los principios químicos que permitirán crear vacunas sintéticas para prevenir prácticamente todas la enfermedades infecciosas existentes en el mundo: tuberculosis, papiloma humano, dengue, hepatitis C, lepra y cientos más.

La labor incansable de este investigador lo ha hecho acreedor de importantes premios y reconocimientos: doctorados honoris causa por las universidades Nacional, del Tolima y Metropolitana de Barranquilla; el Premio León Bernard que otorga la OMS; el nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, y, entre las condecoraciones, las de Caballero de la Orden de San Carlos y Simón Bolívar, ambas de Colombia.
De culminar su investigación sobre principios químicos que permitan crear vacunas para cientos de enfermedades infecciosas, no sería extraño que el Nobel de Química o Medicina por fin quede en Colombia.


 

jueves, 9 de mayo de 2013

Patarroyo contra el mundo

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El científico denuncia que su vacuna, a la que atribuye eficacia contra la malaria y ciertos tumores, lleva tres años paralizada

09.05.2013 | 02:22

Manuel Patarroyo, durante su conferencia de ayer. En primera fila, el rector y varios miembros de su equipo.
Manuel Patarroyo, durante su conferencia de ayer. En primera fila, el rector y varios miembros de su equipo.
Oviedo, P. ÁLVAREZ

Un científico colombiano desarrolla una vacuna contra la malaria. Un coronel del Ejército de los Estados Unidos boicotea su avance y tres meses más tarde anuncia una vacuna propia. El científico perfecciona su estrategia y consigue una vacuna eficaz no sólo para la malaria, sino también para otras enfermedades infecciosas e incluso para algunos tipos de cáncer. Pero una denuncia de un grupo ecologista, que lo acusa de tráfico ilegal de los monos con los que investigaba, tiene paralizado el proyecto desde hace tres años, y sin visos de solución.

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que sólo la malaria (o paludismo) continúa cobrándose cada año unas 660.000 vidas en todo el mundo, en su mayoría menores de 5 años del África subsahariana, y que afecta anualmente a más de 200 millones de personas.

Ésta es, de forma muy resumida, la apasionante historia que ayer relató el investigador colombiano Manuel Elkin Patarroyo en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo. Si fuera convertida en un guión cinematográfico, muy probablemente podría llevar por título «Patarroyo contra el mundo», o algo parecido. Porque, por el medio, están otros desarrollos de vacuna antimalaria con financiadores de la talla de Bill Gates. Una pugna en la que interviene de forma destacada el médico de origen asturiano Pedro Alonso, responsable del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB).

Tanto Alonso como Patarroyo han recibido el premio «Príncipe de Asturias», pero hoy por hoy las relaciones entre ambos no son precisamente pacíficas. «El resultado de todos estos estudios, en los que se han invertido billones de dólares es, y discúlpenme que diga esto, cero», precisó el investigador sudamericano en alusión a sus competidores.

El recinto universitario estaba al completo, con el rector, Vicente Gotor, y varios miembros de su equipo de gobierno en primera fila. «Hemos desarrollado una metodología lógica y racional para una vacuna que evitaría la muerte de cerca de 17 millones de personas a causa de enfermedades infecciosas», señaló Patarroyo.

El inmunólogo concretó que, si fuera aplicada de forma universal -a unos 3.500 millones de habitantes de las áreas más depauperadas del planeta-, el coste de cada dosis de la inmunización podría rondar los tres céntimos de euro. «Todo está publicado, hemos desarrollado una vacuna que protege totalmente al menos durante tres años», enfatizó Patarroyo, quien en varios momentos de su disertación reiteró su gratitud a la Reina Sofía y a la Fundación Príncipe de Asturias.
 

miércoles, 8 de mayo de 2013

60 millonarios distribuirán gratis la vacuna contra la malaria

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Salud / Tratamientos

 El científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo tiene garantizada la distribución gratuita de la nueva vacuna contra la malaria en la que trabaja gracias a la colaboración de sesenta multimillonarios de distintas partes del mundo, algunos de ellos españoles, que financiarán las plantas donde se produzca.

Manuel Elkin Patarroyo, en Oviedo
Manuel Elkin Patarroyo, en Oviedo Efe
En una entrevista con la agencia Efe, Patarroyo, descubridor de la primera vacuna contra la malaria cuyos derechos cedió a la Organización Mundial de la Salud (OMS), garantiza que para la gente a la que se suministre la vacuna el precio no será superior al de su coste de producción, que cifra en unos diez céntimos de euros.

Asegura no sentirse "arrepentido" del gesto de ceder su vacuna a la OMS, pero que no volvería a hacerlo de la misma forma ni con este organismo y dice no estar preocupado por que se le reconozca o no el crédito de su investigación contra una enfermedad que causa más de un millón de muertes al año. "La inmortalidad no me trasnocha", subraya.

Patarroyo agradece la labor filantrópica de este grupo de potentados, cuyos nombres prefiere no hacer públicos, y que "no quieren recuperar ni un céntimo" a cambio de la inversión que realizarán para construir las plantas donde producir la vacuna.

El científico colombiano ha lamentado además la sentencia judicial que le impidió seguir realizando sus experimentos con una especie de monos del Amazonas cuyo AND es muy similar al de los humanos y en los que la nueva vacuna ya había demostrado una eficacia que ronda el 90 por ciento.

Una vez que pueda continuar su investigación con los primates, Patarroyo pronostica que en un periodo de un año podría iniciar las pruebas con seres humanos, un proceso que, a su juicio, será rápido dado que se trata de un camino "ya recorrido" con su anterior vacuna lo que les permite saber "donde están los baches y los problemas".

Aunque asegura sentirse "una piedra en el zapato" de la industria farmacéutica, Patarroyo afirma no querer retar a un conglomerado económico "demasiado poderoso" al que vincula al asedio que han ido sufriendo sus investigaciones, incluida la última sentencia judicial por tráfico de animales al capturar los monos con los que experimenta en territorio brasileño.

"Estamos en el Amazonas, en mitad de ninguna parte, y a poco más de 300 metros de la frontera brasileña....pero si los monos recorren cada días catorce kilómetros", afirma Patarroyo, que recuerda además que los ecologistas denunciantes hicieron comparecer en el Congreso de su país para hablar sobre este asunto a un exdirectivo de una multinacional farmacéutica dedicada a la fabricación de vacunas.

El científico ha agradecido además que el Gobierno de su país desbloqueara los fondos para sus investigaciones tras varios años de recortes que hicieron que éstas fueran financiadas desde España con la colaboración de la Agencia de Cooperación Internacional, del Gobierno vasco, de la Fundación para la Investigación Solidaria de Navarra y de la Universidad del Rosario (Bogotá).

"Ahora sólo vine a dar las gracias", afirma Patarroyo, que este miércoles pronunciará una conferencia en el Aula Magna del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, tras recordar "la proyección mundial" que dio a sus estudios el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994.

Según el científico colombiano, en aquel momento los resultados de sus investigaciones "eran buenos, pero eran una apuesta" y, ahora, cuando considera que está "al final" del camino para el diseño de una vacuna definitiva contra la malaria vuelve a España "a mostrar los resultados, a compartirlos y a decir gracias".

 

«Si me dejan usar monos tendré la vacuna contra la malaria en un año»


Con un gesto afable constante y una sonrisa dibujada en la cara, Manuel Elkin Patarroyo, Premio Príncipe de Investigación en 1994 por sus investigaciones sobre la vacuna de la malaria, quiere dejar claro que ha vuelto «para dar las gracias», un mensaje que dirige a la Fundación Príncipe, cuyo galardón supuso «un paso más allá». Ahora regresa para que sepan qué ha sido de su premio, «los avances que hemos conseguido». Hoy a las 19.30 horas estará en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo para exponer sus conocimientos sobre la nueva vacuna.

-Van a cumplirse 20 años desde que se le concedió el Príncipe de Asturias por sus investigaciones sobre la malaria. ¿Qué ha cambiado desde entonces en la lucha contra esta enfermedad?

-Cuando me concedieron el premio en 1994, la vacuna todavía estaba en una fase temprana. A partir de ahí se catapultó y logró un grado de desarrollo altísimo. Se le dio resonancia mundial a nuestro trabajo y, afortunadamente, durante bastantes años el presupuesto que nos dieron fue, como se dice, a toda leche. Los avances no pararon de llegar.

-Y a nivel personal, ¿qué supuso?
-Es un compromiso muy grande, un peso importante a las espaldas debido a la necesidad de responder correctamente a algo tan importante. Pero, sin duda, las ayudas y el prestigio fueron fundamentales.

-Un estudio publicado recientemente en 'The Lancet' cifra en 1,2 millones las muertes por malaria al año, casi el doble que las cerca de 700.000 que calcula la OMS, ¿qué cifra se aproxima más a la realidad?
-Yo pienso que lo correcto es una entre ambas. Casi un millón de muertes al año es lo real.

-¿Será posible erradicarlas en un futuro?
-Controlarlas sí. Erradicarlas es una palabra que no utilizo porque los microbios son muy listos. 

Cuando se descubrió la penicilina, por ejemplo, se habló de acabar con las enfermedades infecciosas, pero no es tan fácil. Lo que podemos hacer es reducirlo a unos mínimos, tenerla controlada.

-Ultima lo que será la 'vacuna definitiva', ¿en qué parte del proceso de implantación se encuentra?
-La hemos estudiado en los monos, hasta que un grupo de ecologistas, sin medir las consecuencias, lo han boicoteado. Aún me pregunto qué oscuros intereses persiguen.

-Entonces, ¿en qué fase están?
-Estamos parados, sin la posibilidad de recibir un solo mono. Seguimos haciendo la parte atómica, y nos ha ido muy bien, pero necesitamos a los monos. Estamos a la espera de que la Ley dé su veredicto final, que estoy seguro será a favor. Si me dejarán usar los monos, tendría la vacuna contra la malaria lista en un año.

-Están probándose otras vacunas.¿Qué resultados espera?
-Tengo que decir, no sin tristeza, que las otras vacunas fracasaron. Esta es la única vía.

-¿Y qué la diferencia de las otras?
-En esta hemos aplicado todo el conocimiento de la química, mientras que las otras son biológicas.

-¿Confía en el éxito?
-Por supuesto. La hemos probado en más de 44.000 monos y los resultados han sido espléndidos.

-En el Tercer Mundo, ¿es mayor el problema económico que el científico a la hora de salvar vidas?
-Pienso que es algo que va simultáneo. La comunidad científica sabe que la salida pasa por la química, y eso es algo baratísimo.

-¿Cuánto costaría una campaña de vacunación?
-Cada vacuna cuesta 10 céntimos de euro, mientras que la vacuna contra el papiloma ronda los 150 euros. El gasto no puede ser un freno.

-¿Cómo afecta la situación económica a la investigación?
-En Colombia, la economía, no es boyante, pero no está mal, así que no afecta demasiado.

-Pero usted se ha visto privado de los fondos para sus investigaciones hace años.
-Sí, pero hay ayudas. En medio de la crisis, España, por ejemplo, nos apoya mucho. Hay tres instituciones aquí que nos subvencionan.

-¿Qué nivel observa en España?
-La ciencia está en un nivel no bueno, sino muy bueno. Solicito a los Gobiernos que no reduzcan el presupuesto, sino que lo incrementen. Hay mucho por hacer y hay quien lo haga.

martes, 7 de mayo de 2013

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Manuel Patarroyo hablará de la vacuna contra la malaria

07.05.2013 | 02:21
Manuel Patarroyo hablará de la vacuna contra la malaria
  






















Manuel Elkin Patarroyo, premio «Príncipe de Asturias» de Investigación Científica y Técnica, impartirá mañana, miércoles, a las 19.30 horas, en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo, la conferencia «La nueva vacuna contra la malaria», en la que presentará las últimas investigaciones en la lucha contra esta enfermedad. La entrada será libre hasta completar
aforo.









 

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SOCIEDAD | Visita a Euskadi

El lehendakari recibe a Patarroyo, el creador de la vacuna contra la malaria

Urkullu y Manuel Patarroyo. | EfeUrkullu y Manuel Patarroyo. | Efe
  • El científico agradece el apoyo del Gobierno vasco al programa para luchar contra el cáncer de útero en Colombia.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha recibido esta mañana en Vitoria al científico colombiano Manuel Patarroyo, quien le ha agradecido el apoyo del Gobierno vasco a un programa para luchar contra el cáncer de útero en el país americano.

Según ha explicado Patarroyo al término del encuentro, este programa sanitario tiene por objetivo actuar con 55.000 mujeres colombianas que viven en zonas especialmente desfavorecidas, por lo que la colaboración del Ejecutivo vasco es especialmente importante.

Patarroyo es el descubridor de la primera vacuna sintética contra la malaria, cuyos derechos cedió a la Organización Mundial de la Salud. Fue galardonado en 1994 con el premio Príncipe de Asturias por su labor científica y en 2010 recibió el Premio Sabino Arana.

viernes, 3 de mayo de 2013

MALARIA, YA BASTA



El canal público Señal Colombia emitió recientemente (Abril-25-2013) un documental titulado “La vacuna según Bill Gates, ya basta malaria”, realizado por la empresa francesa ZED y coproducido por canales de Francia, República Checa, Portugal, Irlanda Brasil y Colombia, en el que se analiza el estado actual de algunas de las más prometedoras vacunas contra la malaria: RTS,S, Colfavac, que en su primera etapa se llamó SPf66,  GMZ2 y MSP3.

 

La malaria, también llamada paludismo, es una enfermedad causada por un parásito, el Plasmodium, que se transmite de persona a persona mediante la picadura de la hembra del mosquito anopheles infectada. El parásito, al ingresar al cuerpo humano llega rápidamente –una hora–  al hígado, donde cumple la llamada fase hepática.


Luego, después de entre 5 y 10 días, ingresa al torrente sanguíneo, invadiendo los glóbulos rojos, los cuales destruye, multiplicándose aceleradamente. Esta es la fase sanguínea, momento en el que se presentan los síntomas típicos de la malaria: fiebres altas, escalofríos, sudoración profusa y, de no tratarse oportunamente, malaria cerebral y la muerte. Los tipos de parásito más frecuentes son el Plasmodium Vivax y el Plasmodium Falciparum, que es el más letal. 

Esta enfermedad, que en el 2010 atacó a 200 millones de personas y mató un millón de ellas, la gran mayoría niños, obliga moral y perentoriamente a los investigadores de todo el  mundo a desarrollar una vacuna que le permita a estas poblaciones, pobres y vulnerables, protegerse, sino gratuitamente, por lo menos a un costo ínfimo que puedan asumir quienes malviven con menos de dos dólares diarios, como el África subsahariana y las regiones más pobres de Colombia y otros países latinoamericanos. 260 mil muertos por hambre en Somalia son una prueba irrefutable de la gravedad de la situación.

La compra  de medicamentos para tratar la malaria no es una opción viable  para personas tan pobres, pero la venta a gobiernos y organizaciones interesadas si constituye un vasto mercado para las empresas comercializadoras, negocios de los que obtienen multimillonarias ganancias. El problema, dice Germán Velásquez, es que si van a morir cien mil niños y se pueden salvar 50 mil hay que hacerlo, pero, ¿Cuál es el costo?, es decir, es un problema económico, no de humanidad.

Es aquí, justamente, donde empiezan los cuestionamientos a la candidata a vacuna RTS,S, cuyo objetivo es proteger durante el estadio hepático del parásito. Para desarrollarla se han invertido hasta el momento 500 millones de dólares provenientes de la Fundación Bill & Melinda Gates y de la gigante multinacional farmacéutica Glaxo SmithKline, GSK, que han aportado 200 y 300 millones de dólares respectivamente. 

Las vacunas son una de las mejores inversiones que podemos hacer, dice Gates. La frase refleja a la perfección el sentido comercial de la investigación que desarrollan en colaboración con el Walter Reed Army Institute, centro de investigaciones médicas del ejército de los Estados Unidos, que busca proteger los soldados que cumplen misiones fuera del territorio norteamericano en los que la malaria es endémica.  

 No hay ningún interés, según el presidente de GSK, en producir vacunas de bajo costo porque ello “desincentiva la investigación”, lo cual automáticamente excluye de sus posibles beneficios a millones de personas sin capacidad de pago. Un hecho bastante llamativo para los realizadores del documental es que el anuncio haya sido hecho por empresarios como Bill Gates, no por científicos o investigadores. El ofrecimiento de “ayudas para revisar la salud” a la población objetivo para que permita la realización de las pruebas es, según los realizadores, una fuente de distorsión del proceso.

También hay serios cuestionamientos de tipo técnico y científico. De acuerdo con un artículo publicado en noviembre del 2012 por el New York Times, esta vacuna produjo “resultados decepcionantes”.  La decepción se debe a la publicación de su desarrollo sin completar las pruebas y sin aportar datos, grave pecado científico, numerosos casos de meningitis asociados a su aplicación,  pérdida de efectividad en un breve lapso de tiempo y a la disminución de su protectividad casi a cero cuando se aplicó mezclada con la vacuna contra la polio. El prematuro anuncio constituyó una evidente jugada con ribetes políticos y económicos a los ojos de la comunidad científica internacional.   

Las fundaciones como la de Bill Gates se utilizan, dice Patrick Zylberman, miembro del Centre de recherche médecine, sciences, santé, santé mentale société, para lavar la imagen de grandes empresarios y corporaciones cuando estas se ven afectadas ante la opinión pública, y que mejor pretexto para ello que la salud pública, afirma. Por esa época Microsoft enfrentaba una demanda en la cual se le acusaba de ejercer actividades monopolísticas que amenazaban los intereses de otras empresas desarrolladoras de software.     

 

El economista colombiano Germán Velásquez, quien dirigió durante un tiempo el Programa de Acción de Fármacos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, se retiró después de denunciar varias veces su falta de independencia en las decisiones.  “Las decisiones que están siendo tomadas no son de carácter estrictamente técnico sino que hay implicadas consideraciones de tipo político, industrial y económico; se ha vuelto un organismo que está en manos del sector privado en gran parte, hasta el 80%”, dice.  

Que la OMS dependa de intereses particulares para su funcionamiento -léase industria farmacéutica-  lo convierte en un organismo fácil de presionar y cuyas decisiones necesariamente deben responder a los intereses de sus financiadores. Se investiga y desarrolla solamente aquello para cual la industria aporta recursos, no lo que necesitan grandes masas de población sin capacidad de pago.

La MSP3, creada por Pierre Duilhe, probada en Malí, se enfoca en la fase sanguínea de la enfermedad. Su estrategia consiste en estudiar las personas que con el tiempo han desarrollado algún grado de inmunidad frente a la enfermedad para entender como se protege su organismo e inyectar esos anticuerpos a niños expuestos con lo cual se espera alcanzar un grado de protectividad que justifique su producción.  
Parece que reduce los episodios de malaria severa hasta en un 40% pero no hay evidencia alguna de protección.  Está conformada por un polipéptido sencillo, 90 aminoácidos, diluido en hidróxido de aluminio como adyuvante.  En su desarrollo se han invertido 3 millones de Euros.

La GMZ2 es, básicamente, la MSP3 mezclada con otra proteína denominada GLURP (Plasmodium Falciparum Glutamate Rich Protein). Fue creada por el científico danés Michael Theisen a pedido de la European Malaria Vaccine Initiative's (EMVI) y mediante contrato firmado en 2003 con la empresa biotecnológica Henogen. En 2005, también bajo la figura de un contrato con la Universidad de Tübingen, se desarrollaron las pruebas clínicas en Burkina Faso. Ha costado a la fecha 10 millones de Euros.

En Colombia la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, FIDIC, grupo que dirige el colombiano Manuel Elkin Patarroyo, desarrolló la segunda etapa de la SPf66, la primera vacuna químicamente hecha y la primera contra un parásito en el mundo, a la cual llamó COLFAVAC, por Colombian Falciparum Vaccine, que en pruebas realizadas ha alcanzado niveles de protectividad de hasta el 95% en monos y es multiestadio, es decir, ofrece protección durante las fases hepática y sanguínea del parásito. 

El dinero invertido en la investigación durante 30 años es de alrededor de 40 millones de dólares, provenientes en su mayoría de donaciones. Patarroyo se ha negado sistemáticamente a establecer alianzas con la industria farmacéutica. El que pone el dinero pone las condiciones, dice, y eso nos privaría de producir vacunas a razón de 20 centavos de dólar por dosis, lejos de los 25 dólares que costaría la de GSK, si es que llega a producirse, dice.

El paso a la fase clínica de la vacuna se encuentra bloqueado debido a falta de financiación por parte de los organismos competentes en Colombia y a presiones de diversa índole, incluso jurídicas, que han obligado al cierre del centro de experimentación que el Profesor Patarroyo tiene en Leticia, Colombia.

La SPf66, donada a la OMS en 1993, fue archivada con el argumento de que no ofrecía niveles de protección que justificaran su producción. Esos niveles, entre 30 y 50% según la literatura médica, serían suficientes para proteger y salvar la vida de muchos miles de personas en todo el mundo, pero las condiciones impuestas por Patarroyo, básicamente su producción al costo para hacerla accesible a todos los grupos de población, se han convertido en el mayor obstáculo para su aplicación porque no hay ganancias, ni grandes ni pequeñas, para nadie.  

Se deduce del documental que las inversiones en tiempo y dinero para el desarrollo de esta vacuna son enormes y, sobre todo, que es una competencia feroz en la que priman consideraciones de tipo político, industrial, estratégico, militar y económico antes que razones humanitarias.

Fernando Márquez

lunes, 29 de abril de 2013

“El costo económico de la malaria es causa de subdesarrollo”: Patarroyo


>> Leer artículo en VANGUADIA - MEXICO

Sociedad - Salud

Inmerso en una pelea para poder continuar sus investigaciones sobre la vacuna contra la malaria, Manuel Elkin Patarroyo concede una entrevista a EFE.

Fuente: EFE

sábado, 27 de abril del 2013
El inventor de la vacuna de la malaria, el colombiano Manuel Elkin Patarroyo no podrá seguir experimentando su antídoto con monos amazónicos, según una sentencia judicial que se traduce en la paralización de sus investigaciones tras 32 años. Foto EFE/Leonardo Muñóz
                             
El inventor de la vacuna de la malaria, el colombiano Manuel Elkin Patarroyo no podrá seguir experimentando su antídoto con monos amazónicos, según una sentencia judicial que se traduce en la paralización de sus investigaciones tras 32 años. Foto EFE/Leonardo MuñózMadrid, España.-
 
La malaria o paludismo mata a “un millón y medio de personas al año, de las que el 75% son niños menores de cinco años que viven, principalmente, en el África subsahariana”, destaca Manuel Elkin Patarroyo,director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia y descubridor de la primera vacuna contra esta enfermedad.
 
Asimismo, el científico colombiano señala que doscientos millones de personas se enferman de malaria anualmente y asegura que "una vacuna totalmente efectiva reduciría drásticamente estas cifras".
 
"Además, el coste económico de la malaria es causa de subdesarrollo en los países pobres”, declara. 
En este sentido, el investigador explica que aquellos países en los que la malaria es endémica ven muy disminuida su productividad, ya que la enfermedad reduce la capacidad de trabajo de las personas. 
 
"A esto hay que añadir el gasto en medicamentos, en fumigaciones con insecticida y en mosquiteras impregnadas con dicho producto. De este modo, se calcula que el coste económico para África es de aproximadamente unos doce mil millones de dólares al año”, indica el científico.
 
Patarroyo trabaja desde hace años en una vacuna para combatir esta enfermedad. No obstante, sus investigaciones han sufrido un parón pues el especialista ha sido acusado de tráfico y maltrato de animales. De hecho, la estación de experimentación donde su equipo trabaja con monos se encuentra cerrada desde hace varios meses. “Es el cuarto cierre de nuestra estación, lo que ha significado por lo menos tres años de retraso en el desarrollo de la vacuna”, subraya.
 
El investigador asegura que con dicha vacuna no pretende obtener dinero ni poder. “Yo no aspiro a sacar nada diferente al placer y la alegría de resolver el problema para bienestar de toda la humanidad”, destaca. “El que no se muera un niño más debido a la malaria será mi felicidad”, recalca.
 
VACUNAS QUÍMICAS Y BIOLÓGICAS
 
Patarroyo apuesta por una vacuna química para poner freno a la malaria, pues considera que este tipo de vacunas ofrecen ciertas ventajas sobre las biológicas. Según explica, "en una vacuna química se pueden modificar las moléculas para aumentar la eficacia y quitarle efectos secundarios".
 
Además, el investigador precisa que es posible producir grandes cantidades a bajo precio y señala que se trata de un producto estable a temperatura ambiente, "por lo que se puede enviar sin cadena de frío a cualquier lugar".
 
El científico considera que una vacuna protege contra la malaria si su eficacia es del 100%, es decir, si no hay ni un solo parásito en la sangre.
 
El parásito causante de esta enfermedad se transmite a través de la picadura de ciertos tipos de mosquito. Una vez en el organismo humano, se multiplica en el hígado y más tarde infecta los glóbulos rojos.
 
El colombiano precisa que este parásito "puede reproducirse unas cincuenta veces cada cuarenta y ocho horas. Así, si hay un solo glóbulo rojo de cada mil infectado, en dos días podría haber ya cincuenta de cada mil y en cuatro días la cifra sería de unos 2.500, lo que representa un número imposible de manejar”.
 
"De este modo,  que hubiera un glóbulo rojo de cada mil infectados por el parásito de la malaria, sería como si en una manifestación de mil personas hubiera un terrorista. Esa es la analogía, porque el terrorista puede destruir lo que hay alrededor”, apunta.
 
Para Patarroyo, la única vía para conseguir una vacuna eficaz contra esta enfermedad es la química y asegura haberlo demostrado en los monos. 
 
El investigador insiste en que por el camino biológico “no hay salida”. En este sentido, afirma que ya se han ensayado “192 vacunas distintas con cero resultados. Algunas tienen consecuencias secundarias negativas, pues pueden inducir anemia, vasculitis o incluso shock".
 
Manuel Elkin Patarroyo, galardonado con el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994, se muestra dispuesto a luchar para proseguir con sus investigaciones, pese a las adversidades.
 
“Nosotros teníamos al año un promedio de 3.900,000 de dólares para nuestro funcionamiento, pero estamos en cero hoy en día”, se lamenta.
 
Precisamente, el 25 de abril se conmemora el día mundial de la malaria, con el lema: “Invierte en el futuro. Vence al paludismo”. En este sentido, Patarroyo señala: " la crisis económica se ha dejado notar en las investigaciones relativas a la malaria. ¿Por qué se pone dinero para salvaguardar los bancos pero no las vidas?”.
 
DESTACADOS:
 
+++“¿Por qué se pone dinero para salvaguardar los bancos pero no las vidas?”, se pregunta Manuel Elkin Patarroyo,director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia.
 
+++ “El que no se muera un niño más debido a la malaria será mi felicidad”, recalca el investigador.
+++ El 25 de abril se conmemora el día mundial de la malaria, con el lema: “Invierte en el futuro.
 
Vence al paludismo”.
 
Por Purificación León/EFE-Reportajes

miércoles, 24 de abril de 2013

Conferencia en San Gil, Santander.

>> Leer artículo en Vanguardia Liberal

Miércoles 24 de Abril de 2013 - 12:01 AM

Patarroyo: “la ciencia requiere disciplina, pero es apasionante”

Con éxito y gran acogida por parte de estudiantes y comunidad en general se desarrolló la conferencia ‘Trazando caminos en la Ciencia’, del científico Manuel Elkin Patarroyo, en el auditorio de Unisangil.
 
Conferencia en la cual el científico contó su experiencia al iniciar en el mundo de la ciencia y dialogó sobre las actitudes frente al conociendo que desde luego no se establecen de un día para otro, sino que lleva su tiempo.

Presentó las ventajas que se tienen hoy día con el desarrollo de las comunicaciones para acceder al conocimiento de manera rápida pero enfatiza en la necesidad de crear la actitud hacia la ciencia, especialmente, en niños, asunto que toma varias generaciones.

“Es insertar la ciencia en la mentalidad de los niños para cuando lleguen a la universidad tengan una idea clara de qué hacer con y en la ciencia. Esos niños en su adultez tendrán un desarrollo económico, político y social y por la misma razón al tener un conocimiento van a apoyar la ciencia”, afirmó Patarroyo.

Añadió que “esto implica una actitud, una disciplina de estudio, de trabajo, de pensamiento y es mostrarles que esto es grato, apasionante, es rentable no solo en lo económico sino prestigio y cariño de la gente. Es una actividad grata”.

Sobre sus investigaciones
Sobre sus investigaciones de la vacuna contra la malaria y su aplicación en seres humanos informa que lleva cuatro años cerrados, cuatro años de atraso debido a las demandas que se tienen por la utilización de micos para probar la vacuna. “Llevamos cuatro años sin acceso a los micos. Nos permiten que trabajemos un rato, luego nos cierran. En total por una cuestión de una aparente trasgresión legal porque los micos están en la mitad del amazonas y se habla de tráfico ilegal. Eso es una actitud extremadamente negativa que incide sobre la vida de 1’500.000 persona que mueren por año y llevamos cuatro años de retraso”.

Respecto al apoyo económico, Patarroyo sostuvo que contó con mucho apoyo hasta el Gobierno anterior, pero “por razones oscuras, les han interesado que no saquemos la vacuna contra la malaria. El gobierno desde hace 3 años no nos dan un solo centavo, el apoyo es de España, pero no tiene presentación que la vacuna colombiana la financie España”.


Nota: Cada minuto muere un niño por causa de la malaria, 1440 cada día.  Es una cifra aterradora y cruel que, lamentablemente, carece de sentido para quienes obstaculizan con argumentos más que discutibles el trabajo de Patarroyo y la FIDIC. 

¿Como se puede ser indiferente a la magnitud del problema que representa la malaria?  ¿Que intereses son superiores a la necesidad de hallar una solución?  ¿A quienes interesa la parálisis de este trabajo? ¿A quienes conviene?  La vida de muchas personas depende de las respuestas a estas preguntas.





martes, 23 de abril de 2013

Señalcolombia estrena el documental 'Ya basta malaria'

En el Día mundial contra la malaria, señalcolombia presenta el documental 'La vacuna según Bill Gates, ya basta malaria', coproducido con los más prestigiosos canales europeos y que bien podría definirse como un "thriller científico".

Los protagonistas: tres grupos científicos que están desarrollando la vacuna para frenar este mal que mata a casi un millón de personas cada año, en medio de las controversias que se esconden tras la filantropía, egos e inmensas ganancias económicas.

El documental, de 52 minutos de duración, que se realizó en África, Europa y América –Colombia es uno de los escenarios principales– se estrena en señalcolombia, este jueves 25 de abril a las 9:30 de la noche.

Todo lo que se teje alrededor de uno de los avances médicos más perseguidos en las últimas décadas se podrá ver en el lanzamiento de 'Ya basta malaria', un documental acerca de la búsqueda frenética, desde hace 50 años, de una cura para esta enfermedad.

Con 250 millones de casos y casi un millón de muertos cada año, la cura contra la malaria o paludismo se convirtió en una obsesión y desde hace medio siglo se desarrolla una carrera científica a escala mundial para hallar una vacuna.

El documental, de 52 minutos de duración, muestra cómo hoy existen tres vacunas candidatas, una de las cuales responde al nombre código "RTS,S", en cuyo desarrollo Bill Gates, el multimillonario de la computación, invirtió 500 millones de dólares en colaboración con GlaxoSmithKline (GSK), el gigante laboratorio británico-estadounidense. En 2011 Gates anunció al mundo que la RTS,S estaba cerca de la aprobación, por su uso global, para ser comercializada en un futuro, lo cual se constituyó en primicia.

Sin embargo, la RTS,S está en el centro de una polémica con tintes políticos y científicos en la que toman parte los equipos competidores por el hallazgo de una vacuna, y que pone en entredicho su eficacia y siembra un manto de duda acerca de supuestas presiones. A pesar de ello, puede ser la primera en ser comercializada.

El documental fue realizado por la productora francesa ZED y coproducido con los canales Arte France, y TV5 – Monde, de Francia; Czeska TV, de República Checa; RTP, de Portugal, TG4, de Irlanda; Canal Futura, de Brasil y señalcolombia, canal público de nuestro país.

La producción, realizada en lugares de África, Europa y América, es de interés nacional por mostrar el trabajo y experiencia del científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, fundador del Instituto Colombiano de Inmunología, quien ha recibido grandes recursos para el desarrollo de la que, en su momento, se presentó como la que sería la primera vacuna sintética del mundo.

También presenta el testimonio calificado del economista en salud, el colombiano Germán Velásquez acerca de la competencia que se ha desatado, y recoge voces como la de Vasee Moorty, de WHO, Grupo Experto en Vacunas Contra la Malaria; Patrick Zylverman, historiador de la Escuela Francesa de Altos Estudios en Salud Pública; Daniel Berman, de Médicos sin Fronteras; Joe Cohen, inventor de la RTS,S; Pierre Duilhe, inventor de la MSP3, y Andrew Witty, director de GlaxoSmithKline, entre otros.

'Ya basta malaria' representa la mejor oportunidad de conocer de cerca los intereses económicos, los celos científicos y las frustraciones que se esconden tras el desarrollo de una vacuna que salvaría millones de vidas.


 Nota: Resulta claro que hay una gran competencia en torno al desarrollo de la vacuna contra la malaria debido, principalmente a las "inmensas ganancias económicas." que su desarrollo representa para la industria farmacéutica, no para Patarroyo, cuyo aspiración es producir una vacuna que cueste 15 ó 20 centavos de dólar por dosis, que por lo tanto no representa un centavo de utilidad para nadie, pero si la posibilidad de vivir a quienes no tienen como pagar los 25 o más dólares que cuesta una sola dosis producida por la industria farmacéutica.

En el desarrollo de la RTS, S se han invertido más de 500 millones de dólares, (seguro que son muchos más),  con resultados que a duras penas se aproximan a los obtenidos por Patarroyo y su grupo hace más de 20 años.  

No sobra recordar que en 30 años de trabajo Patarroyo ha recibido 40 millones de dólares, un poco más de un millón por año, que comparados con la inversión de Mr. Gates son una bicoca, pese a lo cual en ciertos círculos y momentos se ha armado un escándalo de enormes proporciones que solo demuestra un desconocimiento absoluto acerca los costos que en tiempo y dinero tiene el hacer ciencia, o peor aún, de la mala fe con que actúan los escandalosos. 


Los artículos cuyos links se encuentran abajo pueden arrojar aún mayores luces para los interesados. 

Las negrillas y subrayados son míos.   

 Fernando Márquez


Malaria Vaccine Candidate Gives Disappointing Results

 

PEDRO ALONSO Y LA RTS ANTIMALÁRICA: RESULTADOS INCOMPLETOS, SESGADOS Y POLITICAMENTE OPORTUNISTAS