domingo, 12 de octubre de 2014

'El virus del ébola llegó para quedarse': Patarroyo


>> Leer en ELTIEMPO.COM

"Manuel Elkin Patarroyo, el inmunólogo colombiano más destacado, asegura que la ausencia de vacunas y medicamentos para enfrentar al virus no se relaciona con dificultades científicas, sino con el desdén de Occidente. “A pesar de que había gente muriendo en África, en distintos brotes, apenas ahora se le pone atención porque salió de ese continente y nos está llegando (...) Esto debe ser un llamado de atención para que volteemos la mirada a esa región del mundo, a la que tenemos abandonada."


El párrafo anterior pone de manifiesto la lógica inhumana con que la industria farmacéutica aborda estas pandemias: Si ocurre en remotos países africanos, llenos de gente pobre y sin recursos para pagar tratamientos costosos, no se justifica la inversión en investigación y desarrollo de medicamentos o vacunas porque no obtendrán ganancias o serán muy pocas comparadas con los milles de millones de dólares que obtienen cada año. El negocio se torna interesante y amerita grandes despliegues periodísticos y publicitarios solo si empiezan a verse afectadas otras poblaciones, como las de Europa y los Estados Unidos.  ¿Recuerdan el alboroto que armaron para vender la vacuna contra el virus AH1N1?

Sirve también para explicar la tozuda determinación de Patarroyo respecto a la investigación para desarrollar vacunas químicamente hechas, de bajo costo y alto cubrimiento para las poblaciones más vulnerables del mundo, aunque ello le signifique enfrentarse al poder económico y mediático de esa industria, que en Colombia, lamentablemente y para desgracia de la humanidad, encuentra servidores obsecuentes entre quienes deberían financiar una investigación que no produce dividendos multimillonarios ni réditos políticos pero salva millones de vidas. 

Fernando Márquez

El reconocido inmunólogo dice que Colombia aún no está preparada para enfrentar esta enfermedad.

Manuel Elkin Patarroyo, inmunólogo.
Foto: Archivo particular.  Manuel Elkin Patarroyo, inmunólogo.
Manuel Elkin Patarroyo, inmunólogo conocido por sus investigaciones sobre la Malaria, trabajó en sus inicios con Ronald Mackenzie, quien fue el descubridor del virus de la fiebre hemorrágica de Bolivia (Machupo), pariente del virus ébola, que causó en ese momento 10.000 enfermos y 5.000 muertos. De allí su interés en el tema. (El miedo por amenaza del ébola se extiende por Europa y América)

¿Qué diferencia tiene este brote frente a los registrados en años anteriores?
La mortalidad sigue siendo igual; en esencia, del 50 al 60 por ciento de las personas infectadas. Solo que agarró los sistemas sanitarios de tres fronteras, que son los países Sierra Leona, Liberia y Nigeria. La gente huía de un país a otro, pensando que de esa manera iban a evitar la infección.  Esa es una razón, la migración abrupta de la gente. Pero también hay otra característica. Se debe a que masivamente nos estamos entrometiendo en el territorio del virus. Usualmente son territorios selváticos donde el virus está en equilibrio con los animales de esas áreas. Pero al pasar al humano ya se vuelve extremadamente patogénico.

¿Qué ha fallado desde el punto de vista sanitario?
Médicos sin Fronteras está trabajando muy activamente en el Congo, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil. Lo que pasa es que son unas condiciones sanitarias muy pobres. No hay manera de tener un buen aseo cuando se recoge un muerto que se ha reventado en la calle.

¿Cuál cree que sea la respuesta adecuada para que esta epidemia sea prevenible?
Desarrollar vacunas. Fármacos para estos virus realmente no funcionan. El único camino que queda son unas medidas de sanidad, con escafandras, hospitales de presión positiva, unos métodos de aislamiento únicos, un sistema de recolección y transporte de los enfermos absolutamente asépticos.
Una parafernalia bárbara que es costosa (...) Y hay que alertar de una vez que aparecerán nuevos virus que tendrán características más virulentas que el del ébola y para los cuales no vamos a estar preparados. De esta manera la humanidad tiene que ponerse a trabajar de forma obsesiva en el desarrollo de vacunas.

¿Colombia está preparada para afrontar este brote?
Yo no creo que estemos tan listos, porque conozco los sistemas hospitalarios, y áreas de seguridad máxima no las he visto todavía en ningún sitio. Colombia debería apoyar el desarrollo de vacunas para impedir que se desarrolle la enfermedad. Pero si llegara en este momento necesitaríamos crear una infraestructura bárbara, como la que tiene Estados Unidos y Europa. (En Colombia no hay casos sospechosos de ébola, reitera el Minsalud)

Se teme que el ébola se convierta en el próximo ‘sida’ del Mundo. ¿Cree que pueda llegar a ese nivel?
No creo que llegue a ese nivel, pero sí va a ser un gran problema de salud pública del mundo. Y no pretendo con esto ser alarmista, ni causar pánico, pero conociendo los virus de las fiebres hemorrágicas, te puedo afirmar que el ébola llegó para quedarse. No hablo de que se produzca una epidemia ni una pandemia. Sino brotes esporádicos que pueden ir in crescendo.
EL TIEMPO


jueves, 9 de octubre de 2014

Se pudo evitar la expansión del ébola: Patarroyo

Leer en ELCOLOMBIANO.COM


Efe | España | Publicado el 8 de octubre de 2014

El inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo aseguró este miércoles que se podía haber evitado la expansión del ébola si se hubieran destinado más fondos para investigar esta enfermedad y no se hubiera tomado como un problema africano sin interés en Europa.

En una entrevista, Patarroyo denunció que el virus del ébola se conoce desde hace varias décadas y su genoma desde hace al menos 15 años y sin embargo no se le puso atención hasta que se confirmó un caso de contagio fuera de África, en España.

La ausencia de vacunas y medicamentos no se relaciona con la dificultad para tratar el virus sino que esta enfermedad empezó a ser importante cuando llegó a Europa, señaló Patarroyo, quien trabajó en sus inicios con el descubridor de la fiebre hemorrágica de Bolivia, Ronald Mackenzie. 



Se pudo evitar la expansión del ébola: Patarroyo
FOTO ARCHIVO
 
"Ahora se le pone atención porque ha salido de África y nos está llegando a nosotros, mientras tanto había gente muriéndose en África en distintos brotes", criticó el científico.

En su opinión, el dinero destinado a llevar personas a Europa para curarlas, algo que consideró fundamental, se podía haber empleado en llegar a una solución.

Sobre el contagio de ébola ocurrido en España, el director del Instituto de Inmunología de Colombia indicó que el sistema de salud español está preparado en un alto grado para dar respuesta, aunque el personal sanitario no tiene experiencia.

El experto dijo que no cree que Europa corra riesgo de epidemias de ébola como las que ha sufrido África y confía en que se pueda controlar el problema, teniendo en cuenta además que se trata de un virus autolimitante.

Se trata de una enfermedad autolimitante porque se transmite por fluidos, por la orina, sangre, saliva, sudor y materias fecales, y la difusión de estas excreciones es limitada y no va más allá del contacto que se pueda tener.

Por este motivo, no ve razones para una pandemia, si bien alertó de la alta mortalidad de esta enfermedad debida a que en su mayoría el ser humano no ha estado expuesto a este virus y no ha desarrollado sistemas de reconocimiento ni respuesta inmune frente al ébola.

Patarroyo señaló además que aunque no existen tratamientos con garantías reales de curación, la única solución que ve es sacar suero de las personas que se han curado para tratar de prevenir la enfermedad en los pacientes que tengan los primeros síntomas.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Patarroyo dijo que puede encontrar vacuna contra el ébola y otras enfermedades


>> Leer en ELCOLOMBIANO.COM

Patarroyo está convencido que con esa metodología, que ya ha presentado en conferencias internacionales, puede encontrar una vacuna contra el ébola, que ha causado más de un millar de muertes en África.
"Si nos dejan trabajar con los monos le garantizo que tendremos pronto una respuesta, digo pronto porque las reglas de juego para hacer las vacunas están dadas", afirmó.

FOTO ARCHIVO
 
Efe | Bogotá | Publicado el 20 de agosto de 2014
El inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo considera que el descubrimiento de nuevas vacunas para la malaria, el ébola o diferentes tipos de cáncer puede lograrse en corto tiempo con una metodología desarrollada por su equipo de científicos en Bogotá.

Patarroyo, de 68 años y director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), descubrió en 1987 la primera vacuna contra la malaria, cuya protección fue del 40 por ciento, y desde entonces busca ampliar su efectividad al 100 por ciento, así como desarrollar una fórmula madre para diferentes vacunas.

"Hoy en día -agregó- tenemos capacidad de protección del orden del 80 por ciento" en la vacuna de la malaria, proceso que se ha retrasado por una denuncia de ambientalistas que acusaron a su equipo de "tráfico ilegal" de monos en la región amazónica de la triple frontera de Colombia con Brasil y Perú.

Esa denuncia, acogida por el Consejo de Estado es, según el científico, "injustificada" y "absolutamente absurda", pues no es siquiera por maltrato o muerte de los animales, sino porque supuestamente los monos son capturados a unos metros de la frontera selvática, donde prácticamente no hay límites entre los tres países.

"¿Qué intereses negros, oscuros hay detrás de todo eso? A mí sí me gustaría que algún día alguien los descubriera", explicó Patarroyo, y lamentó que de no ser por este problema, que ya dura cuatro años, la vacuna mejorada contra la malaria habría estado lista hace dos años.

Una vacuna contra la malaria beneficiará a unos 3.500 millones de personas en todo el mundo, y la de la tuberculosis serviría para 4.200 millones de personas, un negocio millonario para las multinacionales farmacéuticas.

En 2013 hubo en el mundo 207 millones de casos de malaria y unas 700.000 muertes, el 95 por ciento de las cuales fueron niños menores de cinco años, aseguró.

Patarroyo donó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la patente de su primera vacuna, que tenía un coste de producción de siete centavos de dólar (unos cinco céntimos de euro) y se quejó de que "la quieran cobrar a cien euros las multinacionales farmacéuticas".

"Pero durante ese tiempo no nos hemos quedado quietos. Hemos venido buscando el desarrollo de otras vacunas" mediante "una metodología lógica, racional, de tipo físico, químico y matemático para sintetizarlas", y ese es el programa en el que trabaja.
El programa de nuevas vacunas consiste en descubrir las "manitas" con las cuales los microbios se pegan a las células que van a infectar y, a partir de la estructura molecular de esos organismos, fabricarlas químicamente.

"Y con esas reglas del juego descubiertas, que ya tenemos la mayoría de ellas, se puede desarrollar cualquier otra vacuna contra la tuberculosis, el ébola, la hepatitis, el linfoma de Burkitt y muchísimos cánceres, puesto que ya se sabe que cerca del 50 por ciento de los cánceres están inducidos o causados por virus, bacterias o parásitos", añade.

Esta investigación, reitera, también podría ir más adelantada si no tuviera el impedimento de usar los monos de la especie Aotus, cuyo genoma es idéntico al de los humanos.

"Puede que a mí me detengan un rato, pero los que están pagando (...) son los seres humanos por ese retraso", alertó.

Patarroyo está convencido que con esa metodología, que ya ha presentado en conferencias internacionales, puede encontrar una vacuna contra el ébola, que ha causado más de un millar de muertes en África.
"Si nos dejan trabajar con los monos le garantizo que tendremos pronto una respuesta, digo pronto porque las reglas de juego para hacer las vacunas están dadas", afirmó.

Patarroyo recordó que su vida científica comenzó a los 19 años "trabajando con los virus hermanos del ébola" de la mano de su maestro, el profesor estadounidense Ronald Mackenzie, descubridor en 1963 del virus de la fiebre hemorrágica de Bolivia.

Pese a que ha sido reconocido mundialmente con premios como el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1994), y en el mismo año con el Robert Koch, el más prestigioso galardón científico de Alemania, desde hace cuatro años el Gobierno colombiano no aporta dinero a su centro de investigación.

El Instituto funciona con la ayuda que recibe de España, particularmente de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid) y la regional Agencia Vasca de Cooperación, mientras que la Universidad del Rosario de Bogotá paga los salarios de la plantilla.

"A nivel nacional, tengo que decir tristemente, el apoyo es cero por parte del Estado a lo largo de los últimos cuatro años", precisó.

El inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo aborda la alarma sanitaria del ébola en una entrevista concedida a CanariasRadio, La Autonómica.


>> Leer en RTVC.ES

Patarroyo: "El ébola se podía haber evitado hace mucho tiempo"

Canarias - 08/10/2014 Redacción CanariasRadio, La Autonómica

Imagen de la noticia Fotogama RTVC. Manuel Ekik Patarroyo, en los estudios de CanariasRadio, La Autonómica
La vacuna del ébola podría haber estado disponible ya si se hubiera prestado más atención al problema en Africa.

Una falta de Interés de los países desarrollados y de las farmacéuticas, según ha declarado el inmunólogo colombiano y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1994) Manuel Elkin Patarroyo, en una entrevista concedida a CanariasRadio, La Autonómica.

“Si por esencia no se es solidario, hay que serlo por negocio, porque resulta mucho más costoso, en vidas y económicamente, resolver los problemas cuando ya nos llega a nosotros que cuando los tienen otros en África. Esa es mi súplica a los países desarrollados. Enfermedades como el ébola se podían haber evitado hace mucho tiempo”, ha asegurado.

El colombiano ha defendido la repatriación de los dos misioneros enfermos desde Africa, por una cuestión de solidaridad, ya que hay que luchar, ha dicho, por salvar cada vida a cualquier precio. Además, ha insistido en que éste es sólo el primer toque de atención, y que continuarán apareciendo enfermedades ya que los seres humanos “se están entrometiendo en lugares propios de los animales”.

Patarroyo ha lanzado un mensaje de tranquilidad sobre el contagio de la auxiliar de enfermería de Madrid, Teresa Romero y ha pedido que no se genere "alarmismo" con una enfermedad que puede ser atendida con todas las garantías en los centros hospitalarios españoles.

Patarroyo clausurará este viernes el seminario internacional ‘CampusÁFRICA’, que se celebra en Tenerife desde el 26 de septiembre, con una conferencia titulada ‘Hitos y retos en la lucha contra la malaria’. 


Enfermedades como el ébola se podían haber evitado hace mucho tiempo






Patarroyo no prevé una "pandemia" aunque advierte de que el ébola "puede mutar"

    Foto: COLPRENSA

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto de Inmunología de Colombia y descubridor de la vacuna contra la malaria, Manuel Patarroyo, ha afirmado este miércoles que no prevé una "pandemia" de ébola, aunque sí ha advertido de que "puede mutar", de hecho, "ya lo está haciendo".

En una entrevista concedida a 'Canarias Radio La Autonómica' y recogida por Europa Press, ha señalado que "siempre existe el riesgo de la mutación de los microbios", pero la "ventaja" en este caso es que es un virus "autolimitante", porque se transmite por fluidos.

Sobre la intervención en África, ha sido claro: "Si por esencia no se es solidario, hay que serlo por negocio, porque resulta mucho más costoso, en vidas y económicamente, resolver los problemas cuando ya nos llega a nosotros que cuando los tienen otros en África. Esa es mi súplica a los países desarrollados. Enfermedades como el ébola se podían haber evitado hace mucho tiempo".

Patarroyo, que participa estos días en 'Campus África', ha dicho que "uno de los problemas" para combatir el ébola es que no se sabe la cantidad de anticuerpos que son necesarios para "neutralizar" el virus, y además, "tienen un tiempo de vida muy corto".

Asimismo, "sin ningún alarmismo", ha apuntado que Canarias "debe estar preparada" porque podría producirse algún caso en las islas, pero ha insistido en lanzar un mensaje "con toda la prudencia y sin alarmismo".

Acerca de la malaria, ha afirmado que la vacuna ya está al 80% de eficacia, y cree que se llegará al 100% dentro de un año. "Lo más importante es que sentará las reglas para hacer otras vacunas como, por ejemplo, la del ébola, que vendría a continuación", ha destacado.

Patarroyo sostiene que la vacuna ya debería haber llegado hace dos años, y ha advertido del impacto de ese "retraso" porque cada año mueren un millón de personas en el mundo por malaria.

PIEDRAS EN EL CAMINO
Sobre el cambio climático, ha apuntado que está impulsando  "modificaciones epidemiológicas" ya que los mosquitos están llegando a mayores alturas. "Tenemos que armarnos desarrollando vacunas. Es lo más rentable desde el punto de vista del sufrimiento humano, pero también desde un prisma económico y de políticas de salud", ha señalado.

En cuanto a los obstáculos que ha tenido que sortear en su carrera, ha dicho que cuando hay convicción, "nada te descentra", pero en todo caso, los toma "como piedras en el camino" que hay que superar.

"Lo que más me duele, y lo digo con todo el sentimiento, es el hecho de que por querer obstaculizar a Patarroyo, por intereses económicos de las multinacionales o por lo que sea, sufra la Humanidad", ha apuntado.








martes, 7 de octubre de 2014

Habla el científico que halló el virus del papiloma humano


>> Leer en ELTIEMPO.COM

 

'Mitad de cánceres están relacionados con virus y bacterias', explicó Harald Zur Hausen en Bogotá.



¿Qué más conoce de Colombia?
He seguido de cerca el trabajo del profesor Manuel Elkin Patarroyo y cada vez tiene más avances. Creo que lo que él ha hecho debe ser conocido globalmente. En su laboratorio se han realizado grandes cosas.

¿En el laboratorio de Patarroyo?
Sí. Lo escuché en una conferencia hoy mismo y encontré unos resultados fuera de serie."


Durante su visita, el Nobel Harald Zur Hausen se reunió con el científico colombiano Manuel Elkín Patarroyo.
Foto: Carlos Ortega / EL TIEMPO
Durante su visita, el Nobel Harald Zur Hausen se reunió con el científico colombiano Manuel Elkín Patarroyo.
Amable, con una sencillez que contrasta con los alcances de sus descubrimientos, Harald Zur Hausen, Premio Nobel de Medicina en el 2008 –tras descubrir que el virus del papiloma humano (VPH) causa el cáncer de cuello uterino– visita por tercera vez el país para compartir su experiencia científica.
El nobel, que asegura que el futuro está en prevenir infecciones y así evitar el desarrollo del cáncer, asistió a un foro en el Gimnasio Moderno y compartió con investigadores y estudiantes de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia.

Usted descubrió que el VPH causaba el cáncer de cuello uterino. ¿Qué otros virus causan cáncer?
No solo los virus. Se estima que la mitad de los cánceres están relacionados con algún tipo de microorganismo, como virus, bacterias y parásitos. Exactamente en el 21 por ciento de los casos está confirmada esta teoría, y en el resto hay serios indicios.

¿En qué tipo de tumores malignos es más clara esta relación?
Las dos terceras partes del cáncer están vinculadas con virus; la tercera parte, con bacterias, y al menos el uno por ciento de los casos, con parásitos.

¿Puede darme ejemplos?
Algunos linfomas están relacionados con el Epstein-Barr, que causa la enfermedad del beso, que también es responsable del 10 por ciento del cáncer gástrico y del cáncer de nariz y tráquea. El VPH también responde por el 25 por ciento del cáncer de la boca y ya es conocido que el 80 por ciento del cáncer de estómago está relacionado con la bacteria Helicobacter pylori; el 80 por ciento del cáncer hepático está relacionado con el virus de las hepatitis B.

¿Y en eso trabaja usted actualmente?
Sí. Tengo varias líneas de investigación, donde se ha hallado una relación entre el consumo de carnes y pescado mal cocido con el cáncer gástrico; también, la asociación de algunos virus presentes en la leche y el suero con la esclerosis múltiple.

¿El mundo científico sí se ha preocupado por eso?
El futuro está en prevenir estas infecciones y así evitar el desarrollo del cáncer. Hay muchos grupos de investigación dedicados a esto y poco a poco se obtendrán los resultados, pero aún falta mucho. En Colombia, además de los virus 16 y 18 del VPH, se ha confirmado que existe una alta prevalencia de otros, como el 31, el 35 y el 53. Se ha confirmado que la vacuna del VPH previene el 80 por ciento del total de las infecciones, incluso en Colombia. Frente a los otros es necesario ampliar todas las medidas de protección para evitar estas infecciones.

¿Qué más conoce de Colombia?
He seguido de cerca el trabajo del profesor Manuel Elkin Patarroyo y cada vez tiene más avances. Creo que lo que él ha hecho debe ser conocido globalmente. En su laboratorio se han realizado grandes cosas.

¿En el laboratorio de Patarroyo?
Sí. Lo escuché en una conferencia hoy mismo y encontré unos resultados fuera de serie.

Es la tercera vez que usted viene a Colombia. ¿Qué opina del país?
Es un país que me gusta mucho, al igual que otros latinoamericanos; es una lástima que no hable español.

¿Cuándo regresa?
Cuando tenga una invitación grata como esta.

CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO


lunes, 6 de octubre de 2014

Colombia, enfocada en la medicina


>> Leer en ELTIEMPO.COM


 
Avanzar del concepto de vacuna biológica a vacuna sintética tomó más de un siglo, el tiempo que va de Pasteur a Patarroyo. Este cambio de enfoque significa que las limitaciones que tienen la producción y el almacenamiento de vacunas, como la necesidad de mantenerlas a muy bajas temperaturas, lo cual es imposible en muchos lugares del planeta, desaparecen para dar paso a compuestos químicos mucho más estables y fáciles de preservar, distribuir y aplicar. 

En la actualidad disponemos de 15 vacunas biológicas cuando son más de 500 las enfermedades que podrían prevenirse mediante vacunación, lo cual representa 17 millones de muertes evitables cada año.  Resolver ese problema es un logro de tan descomunales dimensiones que solo el tiempo permitirá apreciar en toda su magnitud. 

El de la ciencia es un camino largo y espinoso, con muchos fracasos y pocos éxitos, pero que resultan vitales para el bienestar y la supervivencia de la especie humana, idea que parece muy lejana a las posibilidades de entendimiento de quienes gobiernan el sector salud en Colombia. A veces resuenan en los medios las voces “autorizadas” que reclaman “la vacuna ya”, incluido el actual señor ministro de salud, para quien los 30 y pico de años de investigación han sido un desperdicio, lapsus apenas mitigado por el hecho de que él no es científico, no se preparó para saber de seres humanos, parásitos, virus o bacterias sino de concreto y hormigón armado.  ¿Que dirá de Harald Zur Hausen, que tiene 78 años y le ha dedicado toda su vida a investigar?  

Algo parecido sucedió con los magistrados del Consejo de Estado, que le impusieron unas condiciones difícilmente alcanzables para que pueda reanudar su trabajo, paralizado hace 4 años, para el cual los micos son vitales. Los magistrados produjeron el fallo con lo que a su leal saber y entender constituye “tráfico de especies animales”, por el dicho de interesados, sin consultar a los que saben, a la comunidad científica, y desconociendo estudios serios que demuestran que los micos utilizados son colombianos. 

El hecho triste y muy lamentable es que desde el gobierno Uribe se le ha negado sistemáticamente a Patarroyo y la FIDIC todo apoyo financiero, se le acusa, descalifica y estorba con argumentos teñidos de verde, cosa que debe tener muy feliz a la industria farmacéutica que ve en él un obstáculo enorme para sus pretensiones de llenarse los bolsillos a costa de la enfermedad y el dolor de la humanidad.
Cuando el país entienda que la industria farmacéutica es un negocio canibalesco, en el que todo vale, todo se compra y todo se vende a quien pueda pagarlo, podrá apreciar en lo que vale el trabajo de un hombre que no solo le ha aportado más que nadie a la ciencia de punta hecha en Colombia sino que, además, ha tenido que hacerlo en contra de las trampas, la incredulidad y el escepticismo de nosotros mismos. 

Fernando Márquez

Inmunología, cardiología y maternidad se han beneficiado con aportes de investigaciones nacionales.


Las vacunas sintéticas han sido uno de los avances científicos más destacados a nivel internacional.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Las vacunas sintéticas han sido uno de los avances científicos más destacados a nivel internacional.

Quizás el avance científico colombiano que ha alcanzado una mayor resonancia internacional es el del médico y químico tolimense Manuel Elkin Patarroyo, quien en 1987 desarrolló la primera vacuna sintética contra la malaria.

Este aporte significa uno de los hallazgos en medicina inmunológica más importantes de los últimos años; y los alcances de su investigación, a lo largo de los años, han servido para establecer los parámetros para la elaboración y producción de vacunas en laboratorio. Con este método se deja de lado la forma tradicional, con el microbio causante de la enfermedad infecciosa entero, mutado, muerto o con un fragmento de este.

De acuerdo con Patarroyo, este avance “representa un cambio de paradigma en la medicina” y abriría las puertas para la prevención y el manejo, por medio de vacunas, de más de 500 males infecciosos, que afectan a dos terceras partes de la humanidad y matan cada año a cerca de 17 millones de personas.

Este tipo de estudios en inmunología se han prolongado por más de 30 años, tiempo en el que el científico ha analizado más de 38.000 moléculas del parásito Plasmodium, que mata a más de medio millón de niños menores de 5 años anualmente en zonas como el África subsahariana y Suramérica. 

El trabajo de Patarroyo es avalado por más de 330 publicaciones en revistas científicas de la categoría de Science, Nature, The Lancet y Chemical Reviews (la más importante del mundo en el campo de la química).

Una versión 'nano' del marcapasos
En el 2011, el ingeniero electrónico colombiano Jorge Reynolds anunció la creación de una versión nanotecnológica del marcapasos electrónico que él mismo inventó en 1957.
Se trata de un dispositivo del tamaño de un cuarto de grano de arroz, cuyas pruebas médicas ya han sido hechas en animales y que se espera pueda ser utilizado en humanos en los próximos años, lo que lo convertiría en la versión superoptimizada.

La invención original de Reynolds cumplía exactamente las mismas funciones de su versión minimizada, pero se ‘sonrojaría’ al saber las dimensiones de su modelo actual.
El primer marcapasos electrónico externo consistía en un aparato de 50 kilogramos con un tocadiscos de 78 revoluciones y electrodos conectados a una batería de carro de 12 voltios que, con el tiempo, fue evolucionando, principalmente en cuanto a sus dimensiones.

Esta transformación ha hecho que aquel enorme aparato que los pacientes arrastraban en una canasta con rodachinas sea ahora una unidad del grueso de 3 monedas juntas, con la que son salvadas 70 millones de personas cada año –se calcula que cada diez minutos alguien recibe el implante de un marcapasos–.

A comienzos de siglo, Reynolds empezó a diseñar el nanomarcapasos, el cual prolonga la vida útil de la batería considerablemente.

Con este novedoso modelo se pasa de los 12 años de duración actual a por lo menos 50 años. Además, provee nuevas funciones y características, como la posibilidad de que los pacientes y sus médicos tengan información detallada sobre sus funciones cardíacas en dispositivos móviles, a partir de alertas actualizadas.

El nobel que evitó la muerte de miles de mujeres

>> Leer en ELTIEMPO.COM



Harald zur Hausen halló que el virus del papiloma produce cáncer de cuello uterino. Está en Bogotá.

Harald zur Hausen está este lunes en el país por invitación del Gimnasio Moderno de Bogotá, donde será el conferencista principal de un evento académico. Su agenda la complementan reuniones con periodistas y autoridades de gobierno, no antes de un desayuno con el equipo de Manuel Elkin Patarroyo, viejo amigo suyo.


El nobel alemán Harald zur Hausen compartirá sus experiencias con estudiantes de Bogotá.
Foto: AFP
El nobel alemán Harald zur Hausen compartirá sus experiencias con estudiantes de Bogotá.
Su nombre es sinónimo universal de lucha contra el cáncer de cuello uterino. Toda una vida de investigación sobre la relación entre los virus y el cáncer le permitieron al médico alemán Harald zur Hausen descubrir que el virus del papiloma humano (VPH) integraba material genético al de las células del útero y las transformaba en cancerosas. Este hallazgo, que le dio un nuevo rumbo a la forma de estudiar causas y tratamientos de las enfermedades malignas en el mundo, lo hizo merecedor del Nobel de Medicina en el 2008.
A sus 78 años, zur Hausen sigue brindando sus aportes científicos a la relación de los microorganismos con la producción del cáncer, al punto de que hoy puede plantear con certeza que el origen de casi la mitad de los tumores está vinculado con algún agente infeccioso, como virus, bacterias o parásitos.
Pero no todo fue fácil para este disciplinado alemán. En la década de los setenta y en contra de las teorías científicas que se imponían, zur Hausen se atrevió a postular que el VPH tenía un papel protagónico en el desarrollo del cáncer uterino, principalmente en mujeres con actividad sexual frecuente.
Se abrió paso entre los detractores y asumió que, si las células de los tumores habían sido afectadas por un virus, el material genético (ADN) viral tendría que haberse escondido entre el genoma (ADN) de las células del útero y desde allí les ordenaría –a estas últimas– que se multiplicaran sin parar, dándole origen al cáncer. Era un vuelco en un mundo que solo aceptaba que a las células entraban virus completos o partes de estos para dañarlas.
Y no paró. Durante los diez años siguientes se dedicó a investigar uno por uno los más de cien tipos de VPH conocidos hasta entonces, y no descansó hasta que les esculcó todas las intimidades de su ADN. Ya familiarizado con estas, las empezó a buscar en biopsias tomadas a mujeres con cáncer cervical.
En 1983 encontró el ADN de los tipos 16 y 18 del VPH, camuflado, muy orondo, entre el de las células cancerosas: por primera vez se hallaba la causa del cáncer en un virus. Al año siguiente, logró reproducir los resultados a partir de procesos de clonación. No había duda.
Los escépticos bajaron la cabeza y, desde entonces, gracias a su teoría se han dado saltos gigantescos en la comprensión de este tumor y de los factores que predisponen a las infecciones y a la permanencia prolongada de los virus en las células y su papel en los mecanismos de malignización. Hoy, el mundo científico piensa distinto. No en vano, estos avances permitieron el desarrollo de la vacuna contra el VPH, disponible desde el 2006.
Una vida de ciencia
Harald, como lo llaman sus amigos, entre ellos el inmunólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo, nació en Gelsenkirchen (Alemania) el 11 de marzo de 1936 y se graduó de médico después de estudiar en Bonn, Hamburgo y Dusseldorf.
Se inició como catedrático en el Instituto de Microbiología de la Universidad de Dusseldorf, y después de tres años se trasladó a Filadelfia (Estados Unidos), donde su afición por los virus lo llevó a trabajar en el laboratorio viral del Children’s Hospital y como profesor asistente de esta materia en la Universidad de Pensilvania. En 1969 volvió a Alemania y se vinculó al Instituto de Virología y como profesor de la Universidad de Wurzburgo.
La ‘terquedad científica’ lo ubicó tres años más tarde en la recién fundada Universidad de Erlangen-Núremberg y en la Universidad de Friburgo, en 1977, donde sus investigaciones alcanzaron la cima. Desde 1983 hasta su jubilación, en marzo del 2003, fue presidente y miembro del consejo directivo de la fundación del Centro Alemán de Investigaciones Oncológicas (DKFZ, por su sigla en alemán).
Pero en ese trasegar por laboratorios, el nobel no ha estado solo. Entre sus coequiperos está Ethel-Michelle de Villiers, su esposa, microbióloga experta en clasificación taxonómica de virus, con quien tiene dos hijos, también dedicados a la ciencia.
Su carrera le convirtió en una grata costumbre recibir los galardones más reputados de la ciencia, incluido el Nobel. En su galería cuenta, entre otros, con los premios Robert Koch (1975); Paul Ehrlich y Ludwig Darmstaedter (1994); Charles Rodolphe Brupbacher (1999), y Raymond Bourgine (2006). Esto, sin contar múltiples doctorados honoríficos de prestigiosas universidades.
Su tercera visita al país
Harald zur Hausen está este lunes en el país por invitación del Gimnasio Moderno de Bogotá, donde será el conferencista principal de un evento académico. Su agenda la complementan reuniones con periodistas y autoridades de gobierno, no antes de un desayuno con el equipo de Manuel Elkin Patarroyo, viejo amigo suyo. El alemán visitó a Colombia por primera vez en los setenta, cuando vino al Instituto Nacional de Cancerología y al Instituto de Inmunología de la Universidad Nacional. Volvió en el 2011 para recibir un doctorado honorífico de la Universidad de Santander.

CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO

sábado, 4 de octubre de 2014

Manuel Élkin Patarroyo visitará el Huila


Actualidad /

titulo noticia
  
En el marco de la Quinta Semana de la Ciencia, la Tecnología e Innovación, la Universidad Surcolombiana organiza el primer Congreso Departamental de Energías Sustentables y Sostenibles, evento que se desarrollará en la ciudad de Garzón – Huila los días 15, 16 y 17 de octubre de 2014. 
 
El día 15 de octubre habrá ponencias relativas al temario del congreso; el 16 se realizará el primer encuentro de unidades operativas de la Universidad Surcolombiana (Pitalito, Garzón y La Plata) con una muestra cultural y deportiva.

El viernes 17 de octubre, en horas de la tarde, se ofrecerá una conferencia a los jóvenes de la región motivándolos hacia la Investigación, dicha conferencia estará a cargo del científico colombiano Manuel Élkin Patarroyo, que ha confirmado la asistencia al evento para dicho día.