Rafael Orduz 10 Feb 2014 - 9:40 pm
“¿Vencido? ni aun vencido”, le decía su padre de cara a las vicisitudes. A sus 67 años, edad de retiro, Manuel Elkin Patarroyo, nacido en Ataco (Tolima), sigue metido en sus laboratorios, investigando, creando escuela, publicando en las mejores revistas de ciencias en el mundo.
Por: Rafael Orduz
En un país afecto a admirar el ombligo propio, Patarroyo ha jugado siempre en la escena global de la ciencia. Desde muy joven se vinculó con la meca de la investigación biomédica, la Universidad Rockefeller, campus de notables ganadores del Nobel en medicina y química. A sus 19 años trabajó con el director del programa de investigación virológica de ese centro en Colombia. Desde entonces, Patarroyo manifestó su pretensión de hacer vacunas químicamente y no por la vía clásica, la biológica. Becado entre el 68 y el 71, ha mantenido el contacto estrecho con la Rockefeller, de la que es profesor adjunto.
Ha construido escuela de investigación. En su entorno se han formado alrededor de mil científicos colombianos, de los que unos 450 están laborando hoy en prestigiosos centros de investigación como el Instituto Karolinska (Estocolmo), en la U. de Uppsala, en las universidades de Berlín, Göttingen, Passau, en el Instituto Scripps (California), en Suiza. En Colombia se han otorgado 35 títulos de doctorado y 123 de magíster a discípulos suyos.
Él y su equipo cuentan con, al menos, 315 publicaciones en revistas científicas de primer nivel. Un ejemplo es la Chemical Reviews, una revista de la American Chemical Society, catalogada por ISI* como la cuarta del mundo en impacto científico, en la que ha publicado tres veces (de América Latina, en 80 años, ha habido, en total, diez artículos), luego de superar el filtro implacable de pares científicos de primer nivel. Igual en revistas de excelencia como Lancet, Nature y Science.
Hablé con MEP el viernes pasado. En medio de la charla, llegó la comunicación de una nueva publicación aprobada por pares y disponible a partir de ayer en redes de acceso abierto.
Es titular de nueve patentes otorgadas por la Uspto, la oficina de patentes de los Estados Unidos, número equivalente a lo que Colombia, en conjunto, obtiene en un año promedio.
La investigación científica es maratónica. Los avances de la ciencia resultan de esfuerzos sostenidos, de prueba y error, resultantes de siembras de generaciones enteras, de paciencia, tenacidad y colaboración. Las investigaciones que se le publican a Patarroyo en la actualidad están dedicadas a establecer metodologías lógicas y racionales para el desarrollo de vacunas.
¿Pretencioso? Mucho. Cada año se generan 300 millones de casos de malaria en el mundo y 1,3 millones de muertes. Al buscar la comprensión del parásito, la manera en que impacta el organismo y el desarrollo de vacunas químicamente sintetizadas, Patarroyo aspira a romper la cadena mortal de la malaria.
Patarroyo es orgullo de Colombia.
Rafael Orduz* Information Sciences Institutes / Journal Citation Report, 2013. / | Elespectador.com
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