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viernes, 24 de junio de 2011

A PATARROYO SE LE APARECIÓ LA VIRGEN

Foto de EL ESPECTADOR

Las autoridades indígenas del Amazonas se pronunciaron respecto a la acción popular incoada por la Doctora Ángela Maldonado contra Manuel Elkin Patarroyo y la FIDIC por los supuestos delitos de tráfico y uso indebido de especies animales para experimentación, por los cuales ya lo ha denunciado siete veces y ha sido exonerado en cuatro, por falta de sustento probatorio y posible falsedad ideológica, según se desprende de la Resolución 02, emitida por la Asociación de Autoridades Indígenas Aticoya, de Puerto Nariño, Amazonas, fechada el 10 de Junio de 2011.

Dicen los indígenas en los considerandos de la Resolución 02 que la Doctora Maldonado violó el convenio No. 169 de la OIT, que obliga a consultar y concertar con las autoridades indígenas cualquier actividad que se desarrolle en sus resguardos, la acusan de abusar de la buena fe de las personas entrevistadas, la mayoría de las cuales lo fueron en territorio peruano y la acusan de explotar sus necesidades ofreciéndoles dinero por sus declaraciones, lo que además, según ellos, no les ha cumplido aunque si ha tergiversado y utilizado poniendo en boca suya palabras no dichas.

Tal proceder, dicen los indígenas, lesiona significativamente el sustento de las personas y familias resguardadas que se dedican a la captura y manejo legalmente autorizado de los primates del género Aotus en el territorio colombiano y perjudican gravemente la imagen de las autoridades indígenas de las 21 comunidades que conforman el Reguardo ATICOYA.

En respuesta a los actos que denuncian, las autoridades indígenas resuelven que “Les queda PROHIBIDO el ingreso al territorio del Resguardo de ATICOYA y a todas sus comunidades a la señora ANGELA MALDONADO, los miembros de la Fundación Entropika, de la ASOCIACIÓN PRIMATOLÓGICA COLOMBIANA, fundaciones, (ONGs), empresas privadas y/o particulares que sin la previa consulta y concertación con las Autoridades Tradicionales indígenas pretendan realizar actividades de estudio, investigaciones, documentales, biografías o similares que involucren la fauna, flora y cultura en el territorio del Resguardo de ATICOYA.”
Esta sanción en la práctica equivale a expulsarlos del Amazonas por mentir y deshonrar a la población indígena de la zona.

La transgresión del artículo primero amerita estricta sanción acorde al reglamento interno de la Asociación de Autoridades indígenas de Aticoya, dicen en su Resolución. No especifican si la sanción consiste en una fuetera o en algún otro castigo que le ponga freno al comportamiento enfermizo de la imputada, que debe estar esperando con ansiedad una respuesta de Patarroyo que le permita ganar algo de notoriedad, lo cual seguramente no sucederá en escenarios distintos a los estrados judiciales y no será para darle ningún premio sino para sancionarla por sus costosos exabruptos.

Y para que a nadie le queden dudas de las mentiras y manipulaciones de Maldonado y su grupo, la Autoridad Indígena compulsa copias a las autoridades competentes, CORPOAMAZONIA, Policía Nacional, Alcaldía de Puerto Nariño, Gobernación del Amazonas, ACITAM, AZCAITA, Fiscalía, Defensoría del pueblo, Personería Municipal de Puerto Nariño, Procuraduría y Contraloría Departamental.

Mejor dicho, a Patarroyo se le apareció la Virgen de los monos, despeinada, con botas pantaneras, cuatro lagartos y un Whitley Gold, premio que se devaluó cuando se lo entregaron porque premiar mentiras no es algo que exalte a nadie.

martes, 21 de junio de 2011

ACCIÓN POPULAR CONTRA PATARROYO

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Las autoridades indigenas del Amazonas descalifican tajantemente a Ángela Maldonado, la acusan de mentirles y engañarlos, de haber obtenido testimonios ofreciendo dinero, aprovechándose de sus necesidades y le PROHIBEN a ella, su fundación y asociados ingresar a los territorios de las 21 comunidades del Amazonas, es decir, los expulsan por mentirosos. Que verguenza.


viernes, 10 de junio de 2011

OS MACACOS DE PATARROYO: Obsessão, defesa dos recursos naturais ou apenas uma estratégia de COMÉRCIO?


Estranho é uma palavra suave para descrever o início de sete acusações contra o cientista colombiano Manuel Elkin Patarroyo pela Dra. Angela Maldonado e seu grupo, quatro das quais já foram absolvidas, enquanto os outros continuam a sua proposta legal previsível, com resultados provavelmente semelhantes. O queixas são devidos, de acordo com Maldonado, por o tráfico e uso indevido de espécies de primatas em pesquisas biomédicas.

Parece que ela não sabe ou não quer saber que Patarroyo possuem licenças emitidas por Corpoamazonia, a autoridade colombiana, licenças que são supervisionados por uma comissão de autoridades ambientais, profissionais veterinários e membros da comunidade que estão presentes durante a captura, testes de vacina, tratamento e lançamento dos macacos Aotus.

Processar sete vezes pelo mesmo motivo, organizar simpósios com a participação de apenas 15 pessoas e preencher os assentos do auditório com os alunos da escola, a convidar um grupo grande, mais de 25, de Curacas do Amazônia para uma reunião que contou com a participação apenas por três deles, a publicação de artigos agressivos em jornais americanos e colombianos em que Patarroyo e la FIDIC são acusados de cometer graves irregularidades ambientais, queixas ja suficientemente analisadas e rejeitadas pelas autoridades colombianas, requer algumas reflexões sobre o verdadeiro espírito por trás destas pessoas e seus atos. Eles pensam que mencionar o nome de Patarroyo torna-se um negócio lucrativo para eles? Será que eles geram "rating"? ou dinheiro? Seria bom saber.

Bem-vinda a defesa do património biológico, se é realmente a sua ideia, mas sem perder de vista a tragédia humanitária que representam 500 milhões de casos e mais de três milhões de pessoas, principalmente crianças, mortos por malária a cada ano, o que não pode ser visto como menos importante que os macacos que eles dizem proteger nem como apenas um grande mercado para tirar vantagem das necessidades das pessoas mais pobres.

Você precisa olhar com cuidado o alaridos em torno da caça legal, que não pode ter outro fim que pare de investigação de Patarroyo, baseada em macacos Aotus, eles são essenciais por causa de seu elevado grau de semelhança com os humanos.

Sem Patarroyo e sua idéia de concepção e produção de vacinas de baixo custo, seria aberto o caminho para aqueles que, com muito poucas excepções, fican interessados na produção e comercialização de vacinas e medicamentos, que são para eles apenas um negócio lucrativo, não havendo lugar para altruísmo ou compaixão pela maioria das pessoas mais pobres do mundo, que estão precisando urgentemente de soluções e uma chance de viver.

Impedir uma investigação, qualquer que seja, que busca maneiras de salvar vidas, é um acto criminoso que deve ser parado agora. Obrigado pela sua atenção.

C. Fernando M. Márquez
Ex-chefe do Departamento de sistemas FIDIC

jueves, 19 de mayo de 2011

¿FUNDACION ENTROPIA?

Bogotá, 18 de Mayo de 2011

Doctora
ÁNGELA MALDONADO
Miembro de FUNDACIÓN ENTROPIA


Me atengo al concepto físico según el cual entropía es la cantidad de energía que se pierde y no se convierte en trabajo)


Teniendo en cuenta sus reiterativos ataques al al Dr. Patarroyo y a la FIDIC y como conocedor del trabajo que desarrollan, me permito sugerirle la inclusión de un punto en la agenda del, que será eso, ¿seminario?, ¿congreso? dejémoslo en “evento”, que podría ser el último o inmediatamente después del refrigerio, que podría llamarse “Obsesiones y compulsiones: caso de estudio” en el que podría intentarse un análisis de lo que pasa en la psiquis de este tipo de personas, en particular de las que convierten la persecución de otra en su objetivo de vida.

También le pediría el favor de tener en cuenta que durante la hora y cuarenta minutos que al parecer durará su intervención en el evento en mención se habrán capturado 0.015 micos y habrán fallecido por malaria alrededor de 200 personas, la mayoría de ellos niños.

Espero que este pensamiento la distraiga bastante de sus estrategias y obsesiones, a ver si construye en lugar de destruir.

Ni servidor ni amigo,

Fernando Márquez
CCNM (Ciudadano Colombiano No Manipulable)

domingo, 15 de mayo de 2011

EL DECÁLOGO DE PATARROYO Y LAS MANIOBRAS DE LAS FARMACÉUTICAS


El pasado 12 de Mayo, ante la Academia Nacional de Medicina y un auditorio compuesto en su mayoría por científicos y académicos, presentó Manuel Elkin Patarroyo su decálogo para la fabricación de vacunas sintéticas. Fue una presentación objetiva, expuesta en términos muy sencillos, que puso al alcance de todos uno de los temas más complejos que hayan sido abordados por científico alguno en muchos años, la solución a la carencia de vacunas para más de 500 enfermedades infecciosas que ocasionan más de 17 millones de muertes por año.

Es una buena noticia, sin duda, excepto para quienes han hecho de la enfermedad su fuente de ganancias, como la industria farmacéutica, cuyas utilidades trillonarias dependen de que la gente enferme. Sin enfermos no hay ganancia, por lo tanto las vacunas, que se crean para evitarlo, van en contravía de sus intereses, a menos que sean patentadas y comercializadas por ellos, a sus precios y con poca o ninguna consideración por quienes las necesitan. En este negocio, por duro que suene, la vida y la salud son un objeto de comercio, nada más, los ejemplos están a la vista de quien quiera verlos.

No es exageración: recientemente el Vicepresidente Angelino Garzón denunció que algunos laboratorios venden (los medicamentos) al doble y hasta 5 ó 10 veces el precio con el que son vendidos a otros países como Ecuador, Perú y Venezuela y aseguró que se tomarán acciones legales contra estas compañías. No pueden aumentar sus utilidades en miles de millones de pesos a costa de la vida de la población de Colombia, dijo.

La preocupación por mantener boyante su negocio explica muchos de los ataques de que han sido objeto Patarroyo y su equipo, los que en ningún caso han sido de orden científico sino por “Ilícito aprovechamiento de recursos naturales renovables y experimentación ilegal en especies animales o vegetales”, para mencionar un ejemplo, delitos por los que ha sido denunciado y exonerado en repetidas ocasiones sin que sus demandantes se detengan a considerar la necesidad urgente de proteger la vida de los seres humanos que enferman y mueren por causa de estas enfermedades, 500 millones de enfermos y tres millones de muertos, solo por malaria, cada año.

Después de escuchar la presentación de Patarroyo, en la que además de péptidos, aminoácidos, proteínas, polaridades, núcleos y masas aparecen como protagonistas los monos aotus que por sus similitudes con el ser humano juegan un papel crucial en la investigación, se entiende el interés por bloquear la utilización de estos animales para la realización de pruebas, lo cual supondría un frenazo devastador y de costosas consecuencias en términos de calidad de vida para las poblaciones afectadas pero de incremento o de conservación, en el peor de los casos, de las extravagantes utilidades de los laboratorios farmacéuticos, extranjeros en su gran mayoría.

Ya estos han demostrado suficientemente que no vacilan a la hora de apelar a prácticas reñidas con la ética y con la ley en muchos casos, como el financiar estudios que demuestren las bondades de sus productos, no siempre tan buenos como dicen, de convertir en enfermedades que deben ser medicadas algunos procesos naturales, de modificar cifras como las de tensión arterial, lo que hace que de la noche a la mañana aumente el número de hipertensos clientes, el patrocinio de congresos y seminarios hechos a su medida, la publicación de artículos pagados, la financiación de viajes y el otorgamiento de “premios” y “reconocimientos especiales” a sus obsecuentes servidores, cuyo lema pareciera ser “Yes, sir”.

Por eso parece tan sospechoso el extenso informe de 28 páginas de Ángela Maldonado, titulado TRÁFICO DE MONOS NOCTURNOS AOTUS SPP, que pese a estar plagado de cifras, cuadros, estadísticas y nombres técnicos, resulta desvirtuado por una carta de media página de los curacas de la zona, en la que dicen con toda claridad que “Para la colombiana que ganó el Oscar Verde, Ángela Maldonado, esta organización desconoce la investigación que hizo en esta zona fronteriza, en especial dentro de este resguardo indígena Ticoya, porque no existe ningún permiso por esta organización ni mucho menos autorización alguna para que haga la investigación sobre el Asaí.”

Conviene pues mirar un poco más allá de los alegatos ambientalistas de ciertos grupos y personas que, de buena fe la mayoría y por intereses oscuros los otros, resultan comprometidos en el crimen de lesa humanidad que constituye impedir o retardar el desarrollo de vacunas para la protección de un número tan grande de seres humanos cuya vida debería resultarles por lo menos tan valiosa como la de los micos que dicen proteger y que de todas maneras son devueltos a su hábitat en buenas condiciones, bajo la supervisión de las autoridades competentes y de un comité de bioética, lo que invalida de entrada la afirmación de manejos indebidos por parte de la FIDIC y convierte en grandísimos mentirosos a sus propaladores.

Así de simple es la cuestión, y así de grave para todos; aquí no puede tener cabida la ya famosa frase de que se trata solo de negocios, nada personal, porque de caer en esta trampa más temprano que tarde nos resultará impagable el precio que nos impongan los verdaderos traficantes, los que con banderitas verdes comercian con la vida y la salud de todos nosotros.

Fernando Márquez

domingo, 10 de abril de 2011

CARTA ABIERTA A ANGELA MALDONADO


Desconozco las razones de su inquina contra el Dr. Patarroyo, no me interesan e ignoro su alcance, que no debe ser mucho a juzgar por las últimas noticias en torno al trabajo de él y su grupo, la FIDIC, en las que se menciona el desarrollo de un método para la producción de vacunas, más de 500, pero por ninguna parte ni su nombre ni los micos que representa. Le recomiendo cambiar de objetivo o por lo menos de estrategia, talvez así pueda tener una mayor figuración.

Es obligación de todos proteger el ambiente, el agua, la flora y la fauna, recursos valiosos sin ninguna discusión, pero sin histeria y con un adecuado balance entre la importancia de los micos, para poner sobre la mesa el tema que tanto la desvela, y la que tienen los seres humanos, que también merecen ser protegidos. Ese ecologismo ciego que obstruye y destruye no puede ser bienvenido en ningún escenario.

De lo que se trata el trabajo de Patarroyo es de preservar la salud y por extensión la vida de seres humanos que se cuentan entre los más vulnerables del planeta, y que, supongo, tienen para usted por lo menos tanta importancia como la de los monos que protege con inusitada vehemencia.

Desde siempre y por muchísimo tiempo mas será necesario emplear animales para experimentación, cobayas, ratones, patos, cabras, cerdos, etc. sin que ello implique falta alguna, simplemente es necesario usarlos para poder probar y desarrollar vacunas y medicamentos sin los cuales las tasas de morbi-mortalidad serían inmanejables. A menos, claro, que quienes tan obsesivamente se oponen a esta práctica decidieran, en un arranque de coherencia, ofrecerse como voluntarios.

De otra parte, NO ES CIERTO que la de los monos aotus sea una especie en vía de extinción, como lo plantea, ni que mueran durante o después de las pruebas, a excepción de un pequeño porcentaje, cosa que usted sabe, como sabe también que estos animalitos se tratan y liberan en su hábitat natural en buenas condiciones, lo que no sería posible hacer con monos criados en cautiverio, que no sabrían como sobrevivir en un medio tan hostil como la selva. Eso sí que sería condenarlos a una muerte cruel, lenta y dolorosa, situación que usted parece no haber percibido cuando habla del establecimiento de criaderos de micos. ¿No tendrían estos los mismos derechos que los monos nacidos en la selva?

Siguiendo su propia lógica debería ser más grave que las tribus amazónicas los cacen y se los coman. Son, como otras especies, una fuente de proteína muy importante en su dieta y no habrá Whitley que los reemplace. Esos, los capturados para comer, no tienen la menor opción de retornar vivos a su hábitat, pero guardo la esperanza de que no por eso tenga la ocurrencia de demandar a los indígenas. A propósito, uno que sí está en alto riesgo de desaparecer y que habita en la zona en que usted se mueve, el pirarucú, no se menciona por ninguna parte en sus escritos y denuncias. Cuente con mi apoyo y el de muchos otros si decide defenderlos.

La invito a que de manera tranquila piense en las consecuencias de obstaculizar y retardar la necesaria investigación, en la pérdida de tiempo y recursos que constituye poner en marcha el aparato judicial para que meses más tarde se produzca un nuevo fallo absolutorio, como reiteradamente ha ocurrido. Todo este despliegue es digno, con toda seguridad, de mejores y más urgentes causas.

Si para usted es más importante impedir que se utilicen monos para la realización de pruebas que preservar la vida del enorme número de personas que la malaria mata cada año, está en su derecho, aunque dudo mucho que por esa razón llegue a ocupar un puesto en la historia de los benefactores de la humanidad pero si en la de quienes de buena fe, probablemente, cometieron errores de apreciación tan grandes que por eso se citan frecuentemente para ilustrar la miopía intelectual y la falta de visión, como le pasó a Robert Sarnoff, presidente de la RCA en 1920 que dijo: “La radio no tiene valor comercial. ¿Quién pagaría por un mensaje enviado a nadie en particular?”

Acaso usted diría: ¿A quién le interesa una vacuna creada para el lucro de nadie en particular? Espero que no, porque sin ninguna duda es por ahí que Patarroyo le resulta extremadamente incómodo a cierto generoso Workgroup que usted conoce muy bien.

Fernando Márquez