jueves, 10 de diciembre de 2015

ANIMALISTAS PROPONEN EXPERIMENTAR EN HUMANOS



El amor exagerado por los animales, la ANIMAFILIA, su endiosamiento, ha dado lugar a una nueva escala de valores según la cual los seres humanos somos malos, destructivos y “menos puros” que los animales; eso se llama HUMANOFOBIA.  Por eso deben castigarse todas las actividades que, a su juicio, los afecte, moleste o incomode de cualquier manera. 
Deben protegerse, desde luego, pero darle más importancia al probable estrés de un mico que a la muerte real y comprobable de centenares de miles de seres humanos, es de una incoherencia brutal, enfermiza. Una cosa son los espectáculos en los que se lesionan sus derechos para diversión del público, como las corridas de toros, las riñas de gallos, las peleas de perros, los espectáculos circenses en los que se maltratan, y, otra, distinta, la necesidad de probar medicamentos y vacunas destinados a proteger la salud y la vida de los seres humanos sin exponerlos a mayores daños que los que se busca solucionar.
Fotografía de la-reaccion.blogspot.com.co
 
Una demostración puntual de la mala utilización del concepto se encuentra en los esfuerzos que se hacen desde diversos frentes y con similares argumentos para privar a Manuel Elkin Patarroyo y la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, FIDIC, del derecho –y deber- a utilizar micos para realizar investigación científica en Colombia. La Asociación Primatológica Colombiana, APC, celebra en su página web que la Secretaría General del Consejo de Estado declarase “Nulo” un fallo favorable al investigador  y que ordenara “repetir el estudio del caso”. Una persona, un niño casi siempre, muere por malaria cada minuto en el mundo por falta de vacunas y medicamentos, o mejor, por falta de dinero para pagarlos.  Sus defensores, o los de los niños que mueren a diario en la Guajira colombiana, ¿dónde están? 

“La Asociación Primatológica Colombiana (APC) felicita esta decisión, que vela por el cumplimiento de lo establecido en el fallo emitido el 12 de diciembre de 2014 por la Sección Cuarta del Consejo de Estado, en el que se ordena la suspensión temporal de los permisos otorgados a la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) para la investigación en malaria, y en el que se establece que, para que tenga efecto el levantamiento de la suspensión provisional de estos permisos, la FIDIC debe primero dar cumplimiento a las condiciones exigidas para su otorgamiento”, dice la APC.  Este párrafo fue modificado por ellos. En su versión anterior se refería a que fue “revocado el permiso de caza”.

LOS MONOS NO SE CAZAN, SE COLECTAN.

NO SE LES DISPARA NI SE LES MATA.

Las condiciones a que se refiere la APC, son, probablemente, las mismas por las que el Consejo de Estado le impuso una multa de 10 salarios mínimos mensuales a Corpoamazonia. En el texto del fallo sancionatorio se lee que: “De acuerdo con lo expuesto, como es evidente que en el Concepto Técnico CT-SAA 017 CORPOAMAZONÍA excedió el alcance de la orden de tutela que se le impartió, en la medida en que agregó requisitos adicionales a los que le exigió a la FIDIC en las Resoluciones 0028 de 13 de mayo de 2010 y 00632 del 29 de junio de 2010, la Sala concluye que hay lugar a sancionarla por desacato, disposición que adoptará al decidir el presente incidente”. Si el exceso se debió a negligencia, mala fe o animalismo de los funcionarios encargados, corresponde decidirlo a las autoridades competentes.

La “nulidad” que tanto alborozo le produce a la APC es un asunto de simple mecánica jurídica: El Consejo de Estado multó a Corpoamazonia por incumplir parte de lo ordenado en el fallo que le devolvió a Patarroyo la posibilidad de emplear monos Aotus para la realización de pruebas biomédicas. No se imponen multas a las entidades sino a quienes las dirigen, por eso la redacción del fallo debe cambiarse para que diga  que la multa se le impone a un funcionario específico de Corpoamazonia, con nombres, apellidos y número de cédula, pero no a la entidad.

La APC aprovecha la coyuntura para “informar” que en la actualidad existen métodos alternativos al uso de primates para la investigación en malaria. Pese a ser expertos primatólogos, desconocen las implicaciones de utilizar con ese propósito animales criados en cautiverio: bajísimas tasas de reproducción, debilitamiento de su sistema inmunológico, mayor probabilidad de apareamiento entre consanguíneos, –endogamia- y condena a cautiverio de por vida o eutanasia, como ya lo han propuesto, porque estos animales no serían capaces de sobrevivir en un medio tan hostil como la selva si se liberan.

Pero van mucho más allá. La APC sugiere también, como la cosa más normal del mundo, realizar las pruebas en voluntarios humanos. En su página web dicen que “En la actualidad existen métodos alternativos al uso de primates para la investigación en malaria. Entre otros, se ha demostrado que pruebas controladas de infección realizadas en voluntarios humanos muestran un perfil de seguridad consistente. Esto basado en pruebas realizadas en la Universidad de Oxford, el Centro Médico Nijmegen de la Universidad de Radboud, y el Programa de la Vacuna para la Malaria del ejército de los Estados Unidos. Adicionalmente, se ha sugerido que las pruebas realizadas en humanos pueden acelerar el desarrollo de vacunas para la malaria”.


LA EXPERIMENTACIÓN EN HUMANOS ES UNA PRÁCTICA REPROBABLE

No es un asunto menor sino una postura de profundas implicaciones éticas que merece un análisis muy detallado. Para los estudios de las más de 100 vacunas contra la malaria que se han ensayado hasta el presente, cerca de cien mil seres humanos han sido usados, con consecuencias no solo negativas sino desafortunadas, en muchas oportunidades. He aquí unos pocos ejemplos:

                               14 bebés muertos en Argentina. Multa a Glaxo por ensayos irregulares.

En Julio del 2008 la reconocida revista científica Plos One (Volumen 3, e2636) publicó un artículo sobre las pruebas realizadas con dos prototipos de vacuna, la Pfs25 y Pvs25, que resultaron, según el artículo, “inesperadamente reactogénicas para su posterior desarrollo. Este es el primer reporte de que la formulación está asociada a eventos sistémicos adversos, incluyendo eritema nodoso”, una lesión de los vasos sanguíneos que consiste en la presencia de nódulos inflamados y dolorosos localizados predominantemente en las extremidades inferiores, acompañados por dolores articulares, fiebre, malestar general y dolor de cabeza.

Otro estudio de los mismos autores, publicado en 2012 (Plos One Vol. 7, e46094), da cuenta de la exclusión de las pruebas de cuatro voluntarios debido a que experimentaron “severas reacciones sistémicas” como schock mientras que los demás voluntarios desarrollaron reacciones adversas menores. Antes, otro estudio publicado en la revista Vaccine en el 2009, (Vol. 27, pg 3090) había descrito que el uso de otra vacuna contra la malaria aplicada en niños menores de 5 años había inducido anemia y así,  muchos ejemplos más.

Más aun: desde el punto de vista de la protección contra esta enfermedad, en el año 2009, El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos informó que los resultados de las pruebas realizadas con la proteína de superficie del merozoito, MSP1, han sido “decepcionantes” así como los resultados con más de 100 candidatos a vacunas ensayadas en humanos, que han sido contundentemente negativos.

El caso más reciente conocido es el de RTS,S, una vacuna contra la malaria desarrollada por la multinacional farmacéutica Glaxo Smith Kline (The Lancet  2015, vol. 386 pg 31-46.), en la cual se invirtieron más de 2.500 millones de dólares y se ensayó directamente en más de 25000 seres  humanos; ha sido acusada en medios científicos de producir serios eventos adversos como meningitis y convulsiones en los vacunados, con bajos niveles de eficacia pocos meses después de aplicada. Se señala a los autores también por omitir la publicación de los datos completos de sus experimentos.

Ninguna de las vacunas ensayadas se ha aproximado siquiera a los estudios de Patarroyo realizados en 1987 que en Aotus primero y luego en humanos, produjeron aproximadamente 40% de protección en diferentes partes del mundo. Y es que su lógica es apabullante. Primero se realizan los ensayos en monos para luego adelantar las vacunaciones en humanos, con garantía de seguridad para ellos.

¿Cuántos directivos de la APC con sus familias se comprometerían públicamente a servir de conejillos de indias, aun sabiendo, como afirman, que “las pruebas controladas de infección realizadas en voluntarios humanos muestran un perfil de seguridad consistente”? proponer la experimentación en el cuerpo de otros es un asunto sencillo, lo difícil –y coherente- sería hacerlo también en el propio.

Experimentar en humanos es una práctica reprobable que la humanidad superó hace muchos años y que no por estar redactada en inglés es mejor o aceptable. Ridiculous.

Para estas pruebas se exige al sujeto de experimentación la firma de un consentimiento informado en el que se le explican los riesgos que debe asumir, a cambio de dinero o de la posibilidad de, si todo sale bien, mejorar su salud. Cuando alguno de ellos se enferme o muera como consecuencia de los experimentos, ¿A quién felicitará la APC?

Si viviéramos en un mundo en que las necesidades básicas de todos las personas estuvieran satisfechas, si no hubiera en algún lugar del mundo alguien muriendo de hambre, de frío o de enfermedad, solo entonces, vestir mascotas con abrigos y alimentarlos con comidas de los que un ser humano carece sería aceptable, pero solo entonces. En Guinea el ébola mató millares de personas, pero la noticia fue el sacrificio de Excalibur, el perro de la enfermera española que se contagió.  Allí el humanismo no existió. 


 
REFERENCIAS

Fotografía tomada de http://la-reaccion.blogspot.com.co/2014/01/los-absurdos-limites-los-que-llega-el.html

Asociación Primatológica Colombiana. Nulidad de incidente de desacato protege a los monos nocturnos en la amazonia colombiana.
[Documento en línea], [fecha de consulta: 6/12/2015]

Wu Y, Ellis RD, Shaffer D, Fontes E, Malkin EM, Mahanty S, et al. (2008) Phase 1 Trial of Malaria Transmission Blocking Vaccine Candidates Pfs25 and Pvs25 Formulated with Montanide ISA 51. PLoS ONE 3(7): e2636. doi:10.1371/journal.pone.0002636
Holder AA. The carboxy-terminus of merozoite surface protein 1: structure, specific antibodies and immunity to malaria. Parasitology. 2009, Oct;136(12):1445-56. doi: 10.1017/S0031182009990515. Epub 2009 Jul 23. Review. PubMed PMID: 19627632.


Ellis RD, Wu Y, Martin LB, Shaffer D, Miura K, Aebig J, et al. (2012) Phase 1 Study in Malaria Naïve Adults of BSAM2/Alhydrogel®+CPG 7909, a Blood Stage Vaccine against P. falciparum Malaria. PLoS ONE 7(10): e46094.
doi:10.1371/journal.pone.0046094

The RTS,S Clinical Trials Partnership
N Engl J Med 2012; 367:2284-2295December 13, 2012DOI: 10.1056/NEJMoa1208394


Fernando Márquez

 





jueves, 3 de diciembre de 2015

LAS MUERTES POR CÁNCER DE CUELLO UTERINO SON EVITABLES: PATARROYO




A Manuel Elkin Patarroyo y la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia –FIDIC-se les identifica mundialmente por su trabajo pionero en malaria y por el desarrollo de la metodología para producir vacunas sintéticas, un paso importante hacia la prevención de más de medio millar de enfermedades infecciosas, causantes de la muerte de 17 millones de seres humanos cada año, para las cuales se dispone actualmente de apenas 16 vacunas biológicas cuya adecuada conservación –requieren cadena de frío- es muy difícil en zonas aisladas y carentes de electricidad, que es donde más se necesitan. 

Menos visible pero no menos importante es la gestión social que desarrolla la FIDIC en el Departamento del Amazonas, particularmente en lo relacionado con la prevención del cáncer de cuello uterino, causado por el Virus de Papiloma Humano, VPH, el que más muertes ocasiona en Colombia después del cáncer de mama. En asocio con la gobernación del Amazonas y las Secretarías de Planeación y Salud, la FIDIC ejecuta actualmente un convenio que busca “Desarrollar un plan para controlar la presencia del cáncer de Cuello Uterino en la población del departamento de Amazonas”. 

 Existen más de 100 tipos de VPH, pero solo algunos, como los tipos 16 y 18, tienen el potencial de producir cáncer y otras enfermedades, como verrugas (papilomas) en manos, pies, cuello, boca y pene. Este virus ocasiona el 5% de todos los cánceres en humanos, el 10% del cáncer en mujeres y el 15% de los cánceres en mujeres de países en vías de desarrollo, como Colombia. Se contagia fácilmente al tener relaciones sexuales, no necesariamente penetrantes, y tarda varios años en aparecer, lo que facilita su propagación y dificulta mucho su control. El tabaquismo, el sobrepeso, la inmunodeficiencia, las infecciones por clamidia, el uso prolongado de anticonceptivos orales, la mala alimentación, el inicio temprano de la vida sexual y los factores genéticos se consideran factores de riesgo importantes. 

En el Amazonas el problema adquiere dimensiones catastróficas, especialmente en las zonas aledañas a los ríos navegables, donde debido a la mayor movilidad social el riesgo de contagio y de mortalidad aumenta. Según datos de la página “Así Vamos en Salud”, en el año 2012 se presentó una tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino de 8,46 muertes por cada 100.000 mujeres en Colombia. En el Amazonas se presenta una de las mayores tasas de mortalidad por este mal, 11.8%, bastante más  alta que el promedio nacional, que es de 7,2%. Es un grave problema de salud pública que requiere soluciones efectivas e inmediatas en el país y en el Amazonas, especialmente.  
Durante el año 2012 se reportaron, solamente en Colombia, 6815 nuevas pacientes de las cuales fallecieron 3296, más del 48% de los casos diagnosticados. Hay varios factores que influyen en las altas tasas de mortalidad registradas: el aislamiento, las dificultades de transporte, las distancias, el desconocimiento de medidas de protección eficaces, el diagnóstico tardío, además de los tabúes y prejuicios existentes, que son una de las barreras más difíciles de romper a la hora de prevenir o tratar las infecciones de transmisión sexual. 

 El equipo de investigadores conformado por la FIDIC para desarrollar esta labor es dirigido por los científicos Manuel Elkin y Manuel Alfonso Patarroyo, con el apoyo de los investigadores Marina Muñoz, Sandra Milena Camargo, Luisa Del Rio-Ospina, Sara Cecilia Soto, PhDs en Ciencias Biomédicas y Genética, Edith Quiñonez, Microbióloga, el médico epidemiólogo Dr. Ricardo Sánchez y el Doctor español Antonio Pérez-Prados, exrector de la Universidad Pública de Navarra y miembro del Consejo Asesor para la Ciencia y la Tecnología del Gobierno de España, entre otros cargos importantes. Sin duda un grupo de los mejores que es posible conformar en el país.  

No es una labor emprendida recientemente para aparecer en la televisión en época de elecciones, o en algún periódico. Es un trabajo humanista, hecho en silencio y de gran impacto para la salud de las mujeres amazonenses, por eso debe ser conocido –y reconocido- por el país entero, tan escaso de buenas noticias. Este grupo viene investigando y publicando artículos científicos de alto impacto sobre VPH en Colombia desde el año 2011, lo cual les proporciona un vasto caudal de conocimientos y experiencias puestos al servicio del Amazonas y sus habitantes.  

 
La coordinación del programa y la difícil labor de convencer, informar y acompañar a las mujeres amazonenses, indígenas muchas de ellas, se le encomendó a una joven psicóloga bogotana, Anny Rodríguez, quien cambió los tacones altos por tenis y los domingos de cine y helados por interminables viajes en lancha a las regiones más apartadas del Amazonas. San Martín de Amacayacu, Pozo Redondo,  Mocagua y Tarapoto en lugar del Centro Andino, Chía y el parque de la 93. 


“Lo más difícil ha sido convencer a los curacas, los líderes de las comunidades indígenas, para que permitan la realización de las pruebas, pero ya hemos logrado hacer 1400 citologías de las cuales 707 han sido normales. Las demás, desafortunadamente, han presentado malignidades y el 37.5% de ellas son casos confirmados de VPH. Son casos muy difíciles pero tenemos el compromiso de hacer todo lo necesario para salvarlas”, dice Anny. 

“Afortunadamente ya contamos con el primer laboratorio de biología molecular en el Amazonas, en Leticia específicamente, a la altura de los mejores del país, lo que nos facilitará enormemente el trabajo. De otra forma sería necesario enviar las muestras a Bogotá y perder un tiempo valioso esperando los resultados. Vamos en la mitad de todo, ahora tengo que convencerlas de permanecer en el programa para que se hagan los exámenes y tratamientos con la regularidad necesaria y que vengan a reclamar los resultados. Es muy difícil pero vale la pena, se trata de vidas humanas, de huérfanos, eso no se puede permitir”.  

Los beneficios para la comunidad amazonense se pueden resumir en cuatro aspectos principales: toma gratuita de las citologías vaginales, acceso a una prueba específica para identificar el tipo de VPH presente en el cérvix, participación en la implementación de un nuevo método para detectar la presencia del virus a través de una muestra de orina y sensibilización e información precisa respecto a la enfermedad y la toma de citologías. Muchas mujeres de la zona no se la practican por pudor y por el mito de que es un procedimiento doloroso, prejuicios que cuesta mucho trabajo deshacer y que cuestan muchas vidas humanas.

Ojalá quienes se oponen al trabajo de Patarroyo entiendan que es importante, urgente y necesario; que de el dependen la salud y la vida de muchas mujeres que de otra forma estarían condenadas a muerte, como ha ocurrido; más de 9 mujeres murieron cada día, sin que los acusadores de oficio, -por costumbre o interés-  hubieran realizado ninguna gestión para ayudarlas. La defensa de los animales y los recursos amazonenses, su argumento preferido, no pueden convertirse en un obstáculo adicional en la difícil labor de salvar la vida de seres humanos, que no es menos importante que la de los animales. La animafilia no puede convertirse en humanofobia.    

Fernando Márquez