Durante el año 2010, según estadísticas de la OMS, la malaria produjo 219 millones de casos clínicos y mató 660,000 personas, la mayoría niños africanos pobres. La comercialización de medicamentos tiene que ser una opción secundaria al desarrollo de vacunas para prevenir la enfermedad, aunque ello suponga una disminución de las utilidades que obtiene la industria farmacéutica por este concepto.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Equipo de investigación de Manuel Elkin Patarroyo, en apuros económicos
¿VAMOS A PERMITIR QUE SE CIERRE EL MEJOR CENTRO DE INVESTIGACIÓN QUE TENEMOS?
Increible cómo está el mundo. Si hay un científico verdaderamente honesto y solidario en él, se llama Patarroyo. Cuando mayor es la generosidad de las personas, más dureza se aplica contra ellas. O se las obliga a convertirse en lacayos o se las destruye. Patarroyo representa a quienes nadan contra corriente. Pero, para algunos África, América Latina y otros muchos países sólo son pretextos comerciales para obtener más fondos. A quién le interesan esas personas sin identidad. Pues a los Patarroyos del mundo. A estas alturas quien se cree la solidaridad entre alianzas bancarias y farmacéuticas. Es como mezclar lobos hambrientos con leones hambrientos para custodiar un rebaño de reses. O simplemente que un laboratorio (GSK) que fábrica sus fármacos usando la síntesis química (metodología de Patarroyo), la excluye exclusivamente para la vacuna de la malaria (recombinante) porque éste se niega a venderle su patente; y luego va de solidario por la vida. ¡Por favor, paren el mundo, que yo me bajo!.
Increible cómo está el mundo. Si hay un científico verdaderamente honesto y solidario en él, se llama Patarroyo. Cuando mayor es la generosidad de las personas, más dureza se aplica contra ellas. O se las obliga a convertirse en lacayos o se las destruye. Patarroyo representa a quienes nadan contra corriente. Pero, para algunos África, América Latina y otros muchos países sólo son pretextos comerciales para obtener más fondos. A quién le interesan esas personas sin identidad. Pues a los Patarroyos del mundo. A estas alturas quien se cree la solidaridad entre alianzas bancarias y farmacéuticas. Es como mezclar lobos hambrientos con leones hambrientos para custodiar un rebaño de reses. O simplemente que un laboratorio (GSK) que fábrica sus fármacos usando la síntesis química (metodología de Patarroyo), la excluye exclusivamente para la vacuna de la malaria (recombinante) porque éste se niega a venderle su patente; y luego va de solidario por la vida. ¡Por favor, paren el mundo, que yo me bajo!.
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