sábado, 15 de marzo de 2014

Grupo ecologista frena estudio de la vacuna contra la malaria


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La ONG Entropía denunció al científico Manuel Elkin Patarroyo por tráfico de especies, le quitaron el permiso para usar primates y cerraron su laboratorio.


La denuncia también provocó que se paralicen otros proyectos dedicados a identificar, descifrar y entender enfermedades infecciosas y virales como VIH/sida y hasta algunos tipos de cáncer.

El científico también criticó a las farmacéuticas, sin citar alguna: "He recibido muchas ofertas de laboratorios, pero se me hace grave, una burla, que pretendan vender la vacuna a países pobres a 150 dólares, como lo hacen actualmente con la del VPH, cuando a nosotros nos sale su fabricación a 0.20 centavos de dólar, un peso mexicano cada dosis", concluyó.

El científico ganó el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994.
El científico ganó el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994. (Especial)
México

Una investigación para perfeccionar la vacuna contra la malaria se encuentra paralizada desde hace casi tres años debido a que sobre su inventor, Manuel Elkin Patarroyo, pesa una demanda "ridícula" sobre "tráfico de primates de la especie Aotus vociferans" por parte de ambientalistas que pidieron el cierre de su laboratorio en el Amazonas.

Patarroyo, ganador del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1994, explicó que desde 2011 la ONG Entropía, dirigida por Ángela Maldonado, ha desatado una campaña contra su laboratorio porque 5 por ciento de los primates silvestres usados en la investigación, que lleva 35 años, cruzaron la frontera y se mezclaron con las manadas originarias.

"La acusación que tengo es que algunos monos, y es cierto, no lo puedo desmentir, cruzaron la calle y por esa razón me acusaron de tráfico ilegal de primates", comentó; sin embargo, explicó que el laboratorio de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia "se encuentran a 320 metros de la frontera de Perú y a 300 de Brasil", por lo que era comprensible que los primates protegidos entraran al territorio donde tenía permiso de experimentar con animales.

La demanda se desahogó primero ante el Ministerio del Medio Ambiente y la Procuraduría de Asuntos Ambientales y Agrarios de Colombia, los cuales no encontraron elementos para continuar con la acusación.

No obstante, "el grupo de ambientalistas, cuyos intereses son ajenos a los de la protección de los animales, escalaron la demanda, presionaron, y lograron que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca retirara los permisos de investigación, luego el Consejo de Estado ratificó esa decisión en julio de 2012, cancelando definitivamente el permiso para cazar y recolectar primates con fines de investigación", narró el experto.

"¿Cómo una transgresión teóricamente mínima, de 200 monos que llegaron a entrar a lo largo de 35 años, puede justificar un castigo tan severo, con una repercusión tan grande para la humanidad?", cuestionó el especialista de visita en México.

"Yo puedo seguir haciendo estructuras moleculares, pero los que están padeciendo aquí son los que necesitan la vacuna contra la malaria", señaló en conferencia en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).

"Voy a seguir trabajando, esperando que haya un cambio en la determinación, no vamos a permitir que la investigación se detenga. En el mundo mueren 1.5 millones al año por malaria", comentó.

La denuncia también provocó que se paralicen otros proyectos dedicados a identificar, descifrar y entender enfermedades infecciosas y virales como VIH/sida y hasta algunos tipos de cáncer.

LA INVESTIGACIÓN

Patarroyo, que ganó el Príncipe de Asturias por desarrollar la primera vacuna contra la malaria, reconoció que la primera dosis desarrollada entre 1986 y 1988 resultó exitosa, pero con un impacto de efectividad muy distinto entre las poblaciones objetivo.

"Se fabricó con un margen de ensayo y error, en algunas partes la efectividad fue de 30 por ciento, como sucedió en Venezuela; mientras que en Ecuador fue de 66%", ejemplificó.

"Nos dimos cuenta que para que fuera efectiva se necesitaban tres dosis, mismas que a las personas de África subsahariana resulta imposible aplicar, porque simplemente desaparecían", explicó Patarroyo.

Por lo mismo, dijo, se dieron a la tarea de perfeccionar la primera vacuna con base en un entendimiento mejor del parásito, el cual, una vez que pica al ser humano suele dejar sus larvas en la roncha, éstas hacen sus nichos, llegan hasta las venas y en menos de cinco días se reproducen rápidamente.

Cada piquete del mosco que transmite el parásito implica 10 mil larvas que se reproducen a su vez 30 mil veces en cinco días. Un humano recibe en una sola noche más de 18 piquetes y se han dado casos en que están invadidos por 30 millones de larvas que infectan glóbulos rojos, cerebro e hígado, lo que puede causar la muerte.

Precisó que en laboratorio encontraron la forma de que dosis pequeñas produjeran anticuerpos suficientes para que aniquilaran cualquier posibilidad de que el parasito se multiplique y adhiera a los glóbulos.

Para mejorar la vacuna estudiaron 40 mil moléculas, de las cuales 4 mil se aplicaron a primates y 40 resultaron exitosas, pues no causan efectos adversos y protegen al ciento por ciento.

El experto destacó que su investigación además puede ayudar a desarrollar inoculaciones contra otro tipo de padecimientos.

"Es una metodología lógica que implica el conocimiento profundo de las moléculas. Si usted las conoce, puede definir e identificar las reglas del juego para hacer otras.., Vienen vacunas para tuberculosis, hepatitis, y más adelante hasta para sida y cáncer", detalló.

Patarroyo entregó la primera vacuna a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 8 de junio de 1994, pero dijo que colaborar con esa instancia fue "un error que no vuelvo a cometer".

Detalló que compartió su investigación con la OMS porque "quise actuar con ética, entregar a la humanidad un avance que jamás apoyó esa organización, porque dejó todo mi trabajo en la gaveta", reiteró.

El científico también criticó a las farmacéuticas, sin citar alguna: "He recibido muchas ofertas de laboratorios, pero se me hace grave, una burla, que pretendan vender la vacuna a países pobres a 150 dólares, como lo hacen actualmente con la del VPH, cuando a nosotros nos sale su fabricación a 0.20 centavos de dólar, un peso mexicano cada dosis", concluyó.

Muertes por infecciones

En el mundo 17 millones de muertes por enfermedades infecciosas se reparten en:
Respiratorias 3.9 millones
VIH/sida 2.8 millones
Diarreas 1.8 millones
Tuberculosis 1.6 millones
Malaria 1.5 millones
Rubeola 600 mil
Pertusis 290 mil
Hepatitis B 230 mil
Tétanos 210 mil
Meningitis 170 mil
Sífilis 160 mil 





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