miércoles, 20 de enero de 2016

¿ANIMAFILIA O HUMANOFOBIA?

Experimentar en humanos es una práctica reprobable que la humanidad superó hace muchos años y que no por estar redactada en inglés o en cualquier otro idioma es mejor o aceptable. Ridiculous. 

 

Cuidar y proteger los animales, domésticos o silvestres, es una obligación que tenemos todos los seres humanos. Algo no está funcionando bien en la sociedad cuando es necesario discutir largamente para emitir una ley que sancione a quienes no lo hacen. Hay situaciones en las que el maltrato es una exhibición legalizada –arte para algunos- del dolor infligido a un animal por diversión, como sucede en las corridas de toros. Algo parecido podría decirse de las riñas de gallos, -otra manifestación cultural- o las peleas de perros. 

La explotación comercial de los animales extraídos de su hábitat para que sirvan como mascotas o los domesticados que se emplean en labores agrícolas o de carga más allá de su resistencia física, muchas veces sin agua y alimento suficientes, son también conductas que debe sancionarse con todo el rigor posible. Cada colegio debería instituir una cátedra que sensibilice y enseñe a los estudiantes la fauna y flora del país, su importancia ecológica y los peligros a que se ve expuesta por el uso indebido. La educación y la pedagogía deben jugar un papel importante en este aspecto.

La otra cara de la moneda es el amor exagerado que algunas personas manifiestan por los animales, su endiosamiento, que ha dado lugar a una nueva escala de valores según la cual los seres humanos –excepto ellos, claro está- somos malos, destructivos e impuros, menos sensibles que los animales, por eso debe castigarse toda actividad que, a su juicio, los afecte, moleste o incomode de cualquier manera. Olvidan estas personas que los animales constituyen desde siempre una importante fuente de alimentos para la especie humana y que gracias a ellos disponen de las vacunas y medicamentos sin los cuales su propia vida estaría en riesgo. 

Los animales, todos sin excepción, deben protegerse y necesitan todo nuestro respeto y cuidados, que quede claro, pero sin caer en el extremo de darle más importancia al probable estrés o incomodidad temporal de unos micos que a la muerte real y comprobable de centenares de miles de seres humanos; esa actitud es de una incoherencia brutal. 

Una demostración puntual de la mala utilización del concepto se encuentra en los esfuerzos que se hacen desde diversos frentes y con similares argumentos para privar a Manuel Elkin Patarroyo y la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, FIDIC, del derecho –y deber- a utilizar micos para realizar investigación científica en Colombia. La Asociación Primatológica Colombiana, APC, celebra en su página web que la Secretaría General del Consejo de Estado declarase “nulo” un fallo favorable al investigador, ordenando “repetir el estudio del caso”. Una persona, un niño casi siempre, muere por malaria cada minuto en el mundo por falta de vacunas y medicamentos, o mejor, por falta de dinero para pagarlos.  Sus defensores, o los de los niños que mueren a diario en la Guajira colombiana, ¿dónde están? 

"La Asociación Primatológica Colombiana (APC) felicita esta decisión, que vela por el cumplimiento de lo establecido en el fallo emitido el 12 de diciembre de 2014 por la Sección Cuarta del Consejo de Estado, en el que se ordena la suspensión temporal de los permisos otorgados a la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) para la investigación en malaria, y en el que se establece que, para que tenga efecto el levantamiento de la suspensión provisional de estos permisos, la FIDIC debe primero dar cumplimiento a las condiciones exigidas para su otorgamiento". 

Las condiciones a que se refiere la APC, son, probablemente, las mismas por las que el Consejo de Estado le impuso recientemente una multa de 10 salarios mínimos mensuales a Corpoamazonia. En el texto del fallo sancionatorio se lee que: “De acuerdo con lo expuesto, como es evidente que en el Concepto Técnico CT-SAA 017 CORPOAMAZONÍA excedió el alcance de la orden de tutela que se le impartió, en la medida en que agregó requisitos adicionales a los que le exigió a la FIDIC en las Resoluciones 0028 de 13 de mayo de 2010 y 00632 del 29 de junio de 2010, la Sala concluye que hay lugar a sancionarla por desacato, disposición que adoptará al decidir el presente incidente”. ¿Cómo podrían Patarroyo y la FIDIC cumplir requisitos desconocidos, impuestos después de haber ejecutado los permisos?  

La APC aprovecha la coyuntura para “informar” que en la actualidad existen métodos alternativos al uso de primates para la investigación en malaria. Pese a ser expertos primatólogos, según alegan, desconocen las implicaciones de utilizar animales criados en cautiverio: bajísimas tasas de reproducción, debilitamiento de su sistema inmunológico, mayor probabilidad de apareamiento entre consanguíneos, –endogamia-, lo cual ocasiona degeneración de la especie y con ello un riesgo real de extinción-  y condena a cautiverio de por vida porque estos animales no serían capaces de sobrevivir en un medio tan hostil como la selva si se liberan; o sería necesario aplicarles la eutanasia, como lo han propuesto anteriormente.

Pero van mucho más allá. La APC propone también, sin rubor alguno, como la cosa más normal del mundo, realizar las pruebas en voluntarios humanos. En su página web dicen que “En la actualidad existen métodos alternativos al uso de primates para la investigación en malaria. Entre otros, se ha demostrado que pruebas controladas de infecciónrealizadas en voluntarios humanos muestran un perfil de seguridadconsistente. Esto basado en pruebas realizadas en la Universidad de Oxford, el Centro Médico Nijmegen de la Universidad de Radboud, y el Programa de la Vacuna para la Malaria del ejército de los Estados Unidos. Adicionalmente, se ha sugerido que las pruebas realizadas en humanos pueden acelerar el desarrollo de vacunas para la malaria”. 


LA EXPERIMENTACIÓN EN HUMANOS ES UNA

 PRÁCTICA REPROBABLE


No es un asunto menor sino una postura de profundas implicaciones éticas que merece un análisis muy detallado. Para los estudios de las más de 100 vacunas contra la malaria que se han ensayado hasta el presente, cerca de cien mil seres humanos han sido usados, con consecuencias no solo negativas sino desafortunadas, en muchos casos. He aquí algunos ejemplos:

El juez Marcelo Aguinsky confirmó la sanción de 1.000.000 de pesos argentinos, unos 74 mil dólares, dispuesta por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, ANMAT, a Glaxo y a 2 médicos acusados de falsear permisos de padres para que sus hijos participaran en las pruebas de una vacuna. Unos 14 bebés murieron después de participar de las mismas. “El laboratorio y los dos investigadores incumplieron requisitos legales básicos para llevar adelante, en 2007 y 2008, unos ensayos clínicos en niños de familias pobres, con el fin de desarrollar una vacuna para prevenir la neumonía adquirida y la otitis media aguda. En este marco, siete bebés de la provincia de Santiago del Estero, dos de San Juan y cinco de Mendoza perdieron la vida después de haber participado de los ensayos” dice la página de Internet Infobae. 

En Julio del 2008 la reconocida revista científica Plos One (Volumen 3, e2636) publicó un artículo sobre las pruebas realizadas con dos prototipos de vacuna, la Pfs25 y Pvs25, que resultaron, según el artículo, “inesperadamente reactogénicas para su posterior desarrollo. Este es el primer reporte de que la formulación está asociada a eventos sistémicos adversos, incluyendo eritema nodoso”, una lesión de los vasos sanguíneos que consiste en la presencia de nódulos inflamados y dolorosos localizados predominantemente en las extremidades inferiores, acompañados por dolores articulares, fiebre, malestar general y dolor de cabeza.

Otro estudio de los mismos autores, publicado en 2012 (Plos One Vol. 7, e46094), da cuenta de la exclusión de las pruebas de cuatro voluntarios debido a que experimentaron “severas reacciones sistémicas” como shock, mientras que los demás voluntarios desarrollaron reacciones adversas menores. Antes, otro estudio publicado en la revista Vaccine en el 2009, (Vol. 27, pág. 3090) había descrito que el uso de otra vacuna contra la malaria aplicada en niños menores de 5 años había inducido anemia.

Más aún: desde el punto de vista de la protección contra esta enfermedad, en el año 2009, El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos informó que los resultados de las pruebas realizadas con la proteína de superficie del merozoito, MSP1, han sido “decepcionantes” así como los resultados con más de 100 candidatos a vacunas ensayadas en humanos, que han sido contundentemente negativos.

El caso más reciente conocido es el de RTS,S, una vacuna contra la malaria desarrollada por la multinacional farmacéutica Glaxo Smith Kline (The Lancet  2015, vol. 386 pág. 31-46.), en la cual se invirtieron más de 2.500 millones de dólares y se ensayó directamente en más de 25.000 seres  humanos; esta vacuna ha sido acusada en medios científicos de producir serios eventos adversos como meningitis y convulsiones en algunos de los vacunados, conservando bajos niveles de eficacia pocos meses después de aplicada. Se acusa a los autores de omitir la publicación de los datos completos de sus experimentos.

Ninguna de las vacunas ensayadas se ha aproximado siquiera a los estudios de Patarroyo realizados en 1987 que, en Aotus primero y en humanos después, produjeron alrededor del  40% de protección a los vacunados en diferentes partes del mundo sin que se hubiera reportado ningún efecto adverso a la fecha. La lógica empleada por Patarroyo es apabullante: primero se realizan los ensayos en monos, siguiendo protocolos estrictos, para luego adelantar las vacunaciones en humanos, con garantía de total seguridad para ellos. No puede exponerse ningún ser humano a sufrir mayores daños que los que se pretende evitar.

Resulta muy fácil exigir la experimentación -que reconocen necesaria- en cuerpo ajeno. ¿Cuántos directivos de la APC se comprometerían públicamente a servir de conejillos de indias, aun sabiendo que “las pruebas controladas de infección realizadas en voluntarios humanos muestran un perfil de seguridad consistente”? ¿Involucrarían a sus familias en los ensayos? Proponer la experimentación en el cuerpo de otros es sencillo, lo difícil y coherente sería hacerlo también en el propio.

Experimentar en humanos es una práctica reprobable que la humanidad superó hace muchos años y que no por estar redactada en inglés o en cualquier otro idioma es mejor o aceptable. Ridiculous.

Para estas pruebas se exige al sujeto de experimentación la firma de un consentimiento informado en el que se le explican los riesgos que debe asumir, a cambio de dinero o de la posibilidad, si todo sale bien, de mejorar su salud. Pero en África, escenario de las pruebas, existen índices de analfabetismo lo bastante altos como para suponer que no todos son conscientes de lo que firman ni de sus consecuencias. Cuando alguno de ellos se enferme o muera como consecuencia de los experimentos, ¿A quién felicitará la APC?



Las imágenes son tomadas de las siguientes fuentes:











Los lectores interesados pueden verificar los datos presentados en el artículo consultando las siguientes:


REFERENCIAS

News in Focus. Vaccine gets cautious boost. Callaway Ewen, Maxmen Amy. [Documento en línea], [fecha de consulta: 6/12/2015], http://re.indiaenvironmentportal.org.in/files/file/vaccine%20against%20malaria.pdf

Asociación Primatológica Colombiana. Nulidad de incidente de desacato protege a los monos nocturnos en la amazonia colombiana.
[Documento en línea], [fecha de consulta: 6/12/2015]

Infobae. Multa a Glaxo por ensayos clínicos irregulares en Argentina [Documento en línea], [fecha de consulta: 6/12/2015]. http://www.infobae.com/2012/01/02/624938-multan-al-laboratorio-glaxo-ensayos-clinicos-irregulares-la-argentina

Wu Y, Ellis RD, Shaffer D, Fontes E, Malkin EM, Mahanty S, et al. (2008) Phase 1 Trial of Malaria Transmission Blocking Vaccine Candidates Pfs25 and Pvs25 Formulated with Montanide ISA 51. PLoS ONE 3(7): e2636. doi:10.1371/journal.pone.0002636
Holder AA. The carboxy-terminus of merozoite surface protein 1: structure, specific antibodies and immunity to malaria. Parasitology. 2009, Oct;136(12):1445-56. doi: 10.1017/S0031182009990515. Epub 2009 Jul 23. Review. PubMed PMID: 19627632.

Ellis RD, Wu Y, Martin LB, Shaffer D, Miura K, Aebig J, et al. (2012) Phase 1 Study in Malaria Naïve Adults of BSAM2/Alhydrogel®+CPG 7909, a Blood Stage Vaccine against P. falciparum Malaria. PLoS ONE 7(10): e46094.
doi:10.1371/journal.pone.0046094

The RTS,S Clinical Trials Partnership
N Engl J Med 2012; 367:2284-2295December 13, 2012DOI: 10.1056/NEJMoa1208394


Fernando Márquez

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