domingo, 9 de febrero de 2014

¿Se justifica la utilización de animales como sujetos experimentales?


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"La equiparación de los derechos entre humanos y animales plantea una paradoja para la sociedad. Quizás, más que hablar de derechos, sería más conducente para la sociedad hablar de bienestar animal, buscando establecer, sin posiciones extremas entre el fanatismo irracional y la arrogancia intelectual, una ética humana aplicable a la relación con los animales y con la biosfera en general."


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   Foto: cortesía Manuel Elkin Patarroyo

Feb. 08 de 2014
Por: Carlos F. Suárez M, cDr.C.,

investigador de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) - Manuel Elkin Patarroyo, M.D, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y director general de la FIDIC

La investigación biomédica con el uso racional de animales ayuda a aliviar el sufrimiento humano. Existe la preocupación de que los movimientos animalistas interfieran con el estudio del cáncer, enfermedades infecciosas (medicamentos y vacunas) y enfermedades crónicas y degenerativas (como el Alzheimer), lo que implica un costo social para la salud humana.

Ante la cuestión de cuáles son las implicaciones éticas de la investigación en la sociedad, los científicos pueden quedar en un estado de perplejidad, dado que las cualidades que cultivan tienen más que ver con la disciplina, la creatividad, la destreza y la construcción de una fuerte ética profesional. En la investigación biomédica, la relevancia de la reflexión en estas implicaciones es clara y hace parte del acervo necesario para hacer investigación científica adecuada y responsable.

La confianza depositada por la sociedad en los investigadores exige que el ejercicio de la ciencia sea practicado con una serie de valores que deben trascender la ética profesional. Es así como la ética de la investigación relacionada con seres humanos ha sido ampliamente debatida y regulada por la sociedad y el Estado. Otro tanto ha ocurrido con la investigación usando animales, la cual ha sido la base para la compresión de muchos mecanismos fisiológicos y genéticos, así como para el desarrollo y pruebas de seguridad de fármacos y vacunas.
Por supuesto, de existir alternativas viables, como cultivos celulares o modelos computacionales, estas deberían ser usadas. Sin embargo, no todos los problemas tienen una naturaleza que pueda ser reducida a estas aproximaciones, dado que los fenómenos biológicos poseen una naturaleza compleja cuyas propiedades emergentes no han podido ser modeladas adecuadamente. De existir casos en donde no es posible seguir vías alternativas, ¿deben primar las consideraciones sobre los derechos humanos o animales?
Existen básicamente dos posiciones al respecto. En una orilla, se sostiene que los animales tienen derechos, dado que son entidades que poseen valor, son sensibles y por lo tanto, capaces de sufrir. En contraposición, se sostiene que solo tienen derechos aquellos que son miembros de sociedades humanas que son capaces de aplicar consensos éticos mutuamente aceptados a situaciones específicas. Ambas posturas cuentan con convincentes argumentos, dándose una controversia que está lejos de ser resuelta. 
¿Semejanza en derechos? 
Muchos defensores de la causa animalista perciben la experimentación con animales como algo sin un impacto tangible en la salud humana y en el bienestar de la sociedad. Solo como un ejemplo de lo contrario, los estudios anatómicos hechos por Vesalio, tanto en humanos como en animales, fueron precursores de la revolución científica del siglo XVI, que produjo una profunda transformación social. Siendo la sociedad beneficiaria directa de la investigación biomédica, la utilización de animales como sujetos experimentales se justifica.
Por la empatía que sentimos por los animales, consideramos repugnante la crueldad y el maltrato. Sin embargo, llevar esta compasión a un estándar moral implica una forma de antropomorfismo en donde la aplicación indistinta de la condición humana la extravía.
Sostener el punto de vista de que los derechos animales son equivalentes a los humanos, implicaría que la muerte de un ratón sería igual a la de un ser humano, que se cometería canibalismo cada vez que se come carne, que se debería considerar como genocidio las campañas para la erradicación de ratas y que la domesticación sería un equivalente moral de la esclavitud. Los derechos implican deberes, así, ¿podemos incluir a los animales dentro del pacto social en un sentido igualitario?, ¿son los animales moralmente responsables de sus actos? 
Semejanza biológica 
La investigación que se desarrolla con animales tiene altos costos desde el punto de vista económico y social, y existe preocupación por parte de los distintos actores involucrados para que esta se efectúe con altos estándares de calidad y con una justificación suficiente, tanto a nivel científico como ético.
El uso de mamíferos, y primates en particular, es esencial, dada la semejanza biológica que comparten con los humanos. Muchas patologías y condiciones no pueden ser fácilmente evaluadas en otros modelos, como insectos, plantas o bacterias. Por ejemplo, las pruebas de seguridad de fármacos realizadas exclusivamente en roedores pueden producir malos resultados, como el caso de la talidomida que provoca malformaciones congénitas en primates, pero no en roedores.
El uso de primates no humanos (PNH) como modelos animales recibe mucha atención por parte de la sociedad, dado el alto grado de empatía que existe para con ellos. Su uso como modelos experimentales ha producido innegables resultados para la salud humana; por ejemplo, el polio está prácticamente erradicado gracias a una vacuna que fue desarrollada en monos y cuya seguridad es probada en estos animales.
En la actualidad, el uso de PNH es excepcional, se enfoca en la investigación y en pruebas de seguridad-eficacia de fármacos y vacunas en enfermedades infecciosas como sida, tuberculosis, malaria, hepatitis, etc. También son usados para el estudio y desarrollo de fármacos en otras enfermedades con alto impacto en el bienestar humano, como cáncer, Parkinson, Alzheimer, hipertensión y arteriosclerosis, entre otras. Ante este panorama, es imposible sustituir el empleo de PNH en los diferentes campos de la investigación en los que son usados a corto plazo.
Modelos animales y Malaria 

La malaria es un enorme problema de salud pública, causada por un parásito intracelular con un complejo ciclo de vida que incluye dos hospederos (mosquitos del género Anopheles y humanos). La severidad y la mortalidad de la enfermedad varían dependiendo la especie de parásito. A pesar de que las tasas de mortalidad han caído desde el año 2000, para el 2012 se reportaron 207 millones de casos, de los cuales 789.000 llegaron hasta la muerte, la mayoría en niños menores de cinco años. Así las cosas, ante la creciente ineficacia de las drogas antimaláricas, es imperativo el desarrollo de vacunas eficaces.
Para las malarias humanas no existe la posibilidad de adelantar este tipo de estudios en otros modelos animales distintos a PNH. El estudio de malarias asociadas a roedores ha permitido entender varios aspectos de la malaria, pero los candidatos a vacuna en roedores han producido malos resultados en humanos, dada la distante relación evolutiva, tanto entre humanos y roedores, como entre malarias de roedor y humanas.
En el caso de la malaria causada por Plasmodium falciparum, solo los monos Aotus y los chimpancés son susceptibles a todas las formas del ciclo de vida del parásito. Aotus muestra una significativa identidad con humanos en genes que intervienen en la respuesta a la enfermedad. El uso de los Aotus para el desarrollo de la vacuna contra la malaria plantea una paradoja: dado que son insustituibles en el estado actual del conocimiento (no existiendo ninguna alternativa experimental viable para su remplazo), y que la forma de experimentación con estos animales no resulta mortal ni es debilitante de forma permanente, ¿cuál debe ser el destino de estos después de servir como sujetos experimentales? 

De vuelta a la naturaleza 
Uno de los cimientos del bienestar en los sujetos experimentales animales es la eutanasia una vez concluida la experimentación. Otra alternativa es su reutilización en otros experimentos (que los pueden conducir a su vez a eutanasia) y más raramente, su transferencia a zoológicos. Es decir, para estos animales, las alternativas son el cautiverio de por vida o la muerte. Puede existir otra alternativa, y esta es liberarlos en su medio, dándoles la posibilidad de volver a vivir en condiciones naturales.
Los centros de investigación que usan PNH se encuentran generalmente en países que no cuentan con poblaciones autóctonas de los mismos, haciendo costoso y difícil el proceso de importación y transporte de los animales del medio natural al laboratorio. Así, se le ha dado énfasis al proceso de generación de stocks de crianza en los sitios de investigación, con el fin de facilitar el suministro de animales. Sin embargo, el número de PNH importados por estos países sigue siendo substancial y la posibilidad de retornarlos a su ambiente es nula.
En el caso de Aotus, las principales iniciativas documentadas para realizar crianza las ha hecho el Centro para la Reproducción y Conservación de Primates de Iquitos (Perú); allí se observa que cada pareja tiene un periodo de reproducción y crianza de dos años y medio en promedio. Las colonias desarrolladas requieren de un continuo suministro de animales silvestres (25% - 50%) para mantener la población de reproductores, siendo estas iniciativas ineficaces para disminuir la presión sobre las poblaciones naturales.+

Por ello, es viable plantear el reabastecimiento (o retorno) de los monos después de ser realizada la experimentación, teniendo en cuenta que la investigación para el desarrollo de la vacuna de la malaria se hace por periodos cortos en el ambiente natural donde viven los Aotus (Leticia, Amazonas) y se usan procedimientos que no resultan mortales ni permanentemente debilitantes. Además, las especies usadas no están amenazadas o en peligro. Así se evita remover un gran número de animales silvestres de su ambiente permanentemente, algo que no sería posible con monos nacidos en cautiverio, dado que su adaptación a la vida silvestre podría resultar imposible. Estos estudios han sido realizados por la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC), dirigida por el profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia, Manuel Elkin Patarroyo, y su equipo de colaboradores –la mayoría egresados de la UN–.
Todas las etapas de la experimentación están a cargo de personal capacitado, quienes tienen claridad sobre todos los cuidados y procedimientos que deben recibir los animales para garantizar la seguridad, cuidado y respeto durante su captura, manejo y estudio. Las condiciones de cautiverio satisfacen los estándares de bienestar, higiene y nutrición, y tratan de disminuir el estrés ambiental al que están sujetos. Finalizado el proceso, los animales son rehabilitados y puestos en cuarentena.
Lo anterior garantiza que son capaces de sobrevivir cuando son liberados en lugares donde pueden habitar de forma natural (lo que ha sido demostrado por un reciente estudio realizado por el Instituto de Genética de la UN) y que no representan un riesgo sanitario para las comunidades humanas y animales. Esta alternativa permite la actividad investigativa, garantizando el respeto a la vida y dignidad de los animales. 
¿Derechos o bienestar? 
La equiparación de los derechos entre humanos y animales plantea una paradoja para la sociedad. Quizás, más que hablar de derechos, sería más conducente para la sociedad hablar de bienestar animal, buscando establecer, sin posiciones extremas entre el fanatismo irracional y la arrogancia intelectual, una ética humana aplicable a la relación con los animales y con la biosfera en general.
La exploración de alternativas experimentales al desarrollo de estrategias para el tratamiento de enfermedades humanas y animales no debe pasar necesariamente por el uso de modelos animales, pero de ser necesario, tanto los investigadores como la sociedad deben tener claridad sobre la importancia del propósito que se persigue, que no es otro que el bienestar y supervivencia de la humanidad.


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