miércoles, 9 de octubre de 2013

Lo más grandioso es salvar una vida: Manuel Elkin Patarroyo


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El científico colombiano creó la vacuna contra la malaria y la donó a la humanidad

08/10/2013 05:28 Laura Toribio

El inmunólogo Manuel Elkin Patarroyo participará el jueves 10, a las 9 horas, en el Universal Thinking Forum México.
El inmunólogo Manuel Elkin Patarroyo participará el jueves 10, a las 9 horas, en el Universal Thinking Forum México.

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de octubre.- Desde los nueve años Manuel Elkin Patarroyo quiso desarrollar vacunas para proteger a millones de personas en el mundo, inspirado en Luis Pasteur. Y tras dedicar su vida entera a salvar la de otros, consiguió crear la vacuna contra la malaria y donarla a la humanidad.

Pero no sólo eso, el virólogo colombiano encontró una metodología universal para hacer vacunas contra las 517 enfermedades infecciosas que pueden atacar al ser humano y que terminan matando a 17 millones cada año.
Desde que era un chavito quería hacer vacunas, así como mi ídolo Pasteur, porque él era mi superhéroe, y qué puede ser más grandioso para un niño que salvar una vida.”
Llevo más de 50 años dedicado a esto, todo el día, las 24 horas, porque hasta sueño con ello.” Manuel Elkin Patarroyo, virólogo
“Encontramos reglas para desarrollar vacunas, es decir, al tomar un modelo experimental como el de la malaria, que llevamos al nivel más profundo, pues analizamos átomo por átomo, no microbios, que son monstruosamente grandes y complejos, sino átomo por átomo obtuvimos métodos universales. Es algo así como las reglas para construir un edificio, hay que poner los cimientos, y con ese método lo mismo se puede construir el Empire State que una choza”, explicó el científico.

Entre probetas, microscopios, computadoras y aparatos de resonancia magnética el doctor Patarroyo, de 66 años, pasa sus días en el Instituto de Inmunología de Colombia en la búsqueda de la vacuna para la tuberculosis, la hepatitis C y hasta para el cáncer del sistema linfático.

Duerme apenas cuatro horas, pues se la pasa estudiando la manera de desarrollar por lo menos tres vacunas más para esas enfermedades.

“Llevo más de 50 años dedicado a esto, todo el día, las 24 horas, porque hasta sueño con ello. Desde que era un chavito quería hacer vacunas, así como mi ídolo Pasteur, porque él era mi superhéroe, y qué puede ser más grandioso para un niño que salvar una vida. Hoy no me interesa nada más, ni el dinero ni el poder ni la adulación, mi objetivo es salvar vidas, y doy gracias a la vida por haberme permitido hacerlo”, expresó.

En 21 minutos Patarroyo, una de las mentes brillantes que participará en el Universal Thinking Forum México esta semana, explicará cómo en su intento por lograr que la vacuna contra la malaria, que desarrolló en 1987, alcanzara 100 por ciento de efectividad, que hoy ya llegó al 95 por ciento, sentó las bases para que a partir de su método otros científicos puedan hacer vacunas contra la meningitis, la sífilis y el VIH, por ejemplo.

“Arrancamos con el bicho más grande, que fue el parásito que provoca la malaria, porque sabíamos que si lo lográbamos, después sería más fácil trabajar con el virus que provoca el linfoma o con la bacteria que es causante de la tuberculosis, porque si las reglas funcionan a nivel tan chiquito como es un virus y funcionan a nivel de una bacteria y funcionan a nivel de un parásito es que es universal”, detalló.

Ahora, manejando esos principios, otros deberán, previó, desarrollar las vacunas que aún faltan.
“Yo creo que ya está 90 por ciento del trabajo hecho, porque ya no tienen que ponerse a descubrir nada sino hacer la parte mecánica, ‘haga esto, pegue esto acá, haga lo otro’. Yo tengo que centrarme en tres o cuatro enfermedades más y pare de contar, porque no me alcanzaría la vida, pero el que quiera desarrollar con el mismo método una vacuna para meningitis o para sífilis o para cualquier otra de esas 517 enfermedades, ahí están las reglas del juego”, destacó.

Convencido de que es un hecho que no cuenta con una neurona más que cualquier otro humano, reveló que su secreto para llegar a realizar tales hazañas fue tan sólo emplear una lógica apabullante.
“Yo soy una persona lógica, con una capacidad de trabajo casi suicida y con un objetivo claro y definido en mi vida que es resolver problemas para el bienestar de la humanidad”, describió.

Por eso en 1995 Elkin Patarroyo le regaló al mundo la posibilidad de protegerse contra una enfermedad que afecta a 200 millones de personas anualmente y produciendo la muerte de más de medio millón.

“Le doné a la OMS la patente de la vacuna para la malaria porque un hallazgo de este estilo no puede disminuirse vendiéndolo, eso hay que donarlo a la humanidad, porque es para la humanidad entera, y estoy feliz por haber tenido la oportunidad de serle útil a mis semejantes”, expresó.

Reconocido con el premio Príncipe de Asturias y 29 doctorados honoris causa, el inmunólogo, que niega ser una mente brillante, se dijo honrado de participar junto a científicos mexicanos que admira profundamente en un foro desde el cual aconsejará a los más jóvenes a tener siempre una meta y luchar todos los días hasta alcanzarla.

“Es fácil, si uno tiene un propósito y si además con ello trata de ayudar a los demás, pues todo el mundo lo apoyará, eso es tan lógico…”, argumentó.




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